Quienes estuvieron dentro del chavismo y aquellos que todavía conforman la estructura del PSUV ahora plantean debates internos y revisión de los controles.
Caracas. Cuando el fallecido Hugo Chávez llegó al poder en febrero de 1999 uno de sus objetivos fue el dominio estatal de la economía que con el tiempo afianzó mediante los controles, las nacionalizaciones y el elevado gasto público. Políticas que generaron desequilibrios que hoy día los ciudadanos sufren con fallas de abastecimiento e hiperinflación.
Su sucesor, Nicolás Maduro, ha continuado con el modelo de controles y de acciones desordenadas que han acentuado las distorsiones. Pero ahora quienes fueron miembros del oficialismo y otros que están en las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) cuestionan la conducción del primer mandatario.
Hace tres años los exministros Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio y Jorge Giordani criticaron al gobierno de Maduro y denunciaron que se malversaron 300 millardos de dólares. No obstante, los funcionarios estuvieron dentro del gabinete de Chávez y avalaron las decisiones en materia cambiaria, fiscal y de producción. De hecho Giordani fue quien estructuró el modelo que elevó el peso del Estado en la economía.
El exministro de Planificación escribe artículos en el portal Aporrea en los que objeta la actuación de Maduro y este fin de semana indicó que Chávez cometió un “error” al anunciar como su sucesor a Maduro, por lo que pidió un cambio de gobierno. Agregó que “una camarilla pretende seguir ejerciendo como gobierno aunque eso afecte al país”.
Giordani cuestiona a los grupos de poder, pero dichos grupos existen desde que Chávez estaba gobernando. Cuando Maduro llegó a la presidencia le otorgó más cuotas para sobrevivir.
Tras el artículo del exfuncionario, el también exministro de Turismo, Andrés Izarra, a través de su cuenta de Twitter exigió un cambio de Gobierno. Izarra fue titular del despacho en el gobierno de Maduro y avaló las decisiones de política económica.
A los exfuncionarios mencionados, se suma el exministro de Finanzas, Rodrigo Cabeza, quien indicó que “no hay conducción profesional de la política económica de Venezuela” y hasta aseveró que el Gobierno se niega a reconocer que existe la hiperinflación.
Cabeza estuvo en el despacho en 2007 y estructuró la primera reconversión monetaria en la que se prometía inflación de un dígito en tres años, lo cual no ocurrió. En ese período, se reforzaron los controles y se acentuaron los desequilibrios fiscales, porque Chávez ordenaba acelerar el gasto público dado que fue la etapa de nacionalizaciones y elecciones para el referendo constitucional.
A las voces críticas se añade el exministro de Comercio Exterior hasta el pasado año y actual constituyente, Jesús Faría, quien en varias entrevistas ha indicado que debe eliminarse el control de cambio. En días pasados dijo que “el control de cambio jugó un papel fundamental. Logramos crecer y estabilizar la economía, pero ya no da resultados. Las reservas se han agotado, la asignación de divisas no es efectiva, el dólar negro se disparó. Para combatir la hiperinflación hay que controlar el dólar paralelo, porque eso es lo que está halando toda la economía”.
Faría en su etapa de diputado fue defensor de los controles, y en 2015 cambió su discurso para señalar que se debía simplificar el régimen cambiario. Durante su lapso como ministro no hubo acciones para corregir las distorsiones.
Pero las críticas también se hacen a la conducción política, controlada por siete grupos.
El ministro de Educación, Elías Jaua, quien tiene una cuota dentro del Gobierno de Maduro, antes del inicio del IV Congreso del Psuv sugirió revisar la selección de los dirigentes y pidió debatir.
Indicó que sería “sano y justo” permitir a los militantes poder elegir de forma “directa, secreta y universal” a los nuevos cargos de esa organización. Y agregó que “tiene que abrirse el debate, yo no criminalizo la crítica, pero hay que buscar un equilibrio”.
El jefe de los Clap y protector del estado Táchira, Freddy Bernal expresó que el gobierno ha “perdido gobernabilidad” y hasta dijo que “no es responsable la cuarta república, no es responsable Carlos Andrés Pérez. Somos responsables nosotros porque tenemos 19 años en revolución”. No obstante, a los días se retractó de lo dicho.
Las objeciones de extienden a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Earle Herrera es constituyente e incluso fue el orador de orden del 5 de julio, pero en días pasados en un artículo en Ultimas Noticias escribió ¿para qué sirve un constituyente inútil a su pueblo?
Foto: AVN
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