Funcionarios de Protección Civil y representantes de la oficina de Ingeniería Municipal del Municipio Autónomo Valdéz del estado Sucre, encargados de una primera inspección, sugieren la participación urgente de ingenieros civiles que realicen un estudio con equipos especializados para proceder a la reconstrucción del edificio, el cual es recuperable si se atienden los parámetros de calidad necesarios.
Güiria. De los efectos visibles más significativos del sismo que sacudió el país este martes 21 de agosto a las 5:30 de la tarde, cuyo epicentro se localizó en la Península de Paria, nada llama más la atención que los derrumbes causados en la sede de la Orquesta Sinfónica de Güiria.
Esta localidad, de aproximadamente 80.000 habitantes, situada al extremo oriental del estado Sucre, muy cercana al epicentro de este movimiento telúrico, sintió como pocas en el país el estremecimiento de la tierra de magnitud 6,9.
La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismologicas (Funvisis) siempre señala temblores en Güiria, frecuentemente iguales o menores a 5,5 grados, por estar ubicada esta población sobre la llamada falla de Cariaco, la cual separa las dos placas tectónicas que bordean el norte de Venezuela: la placa del Caribe y la placa Continental suramericana, lo que la cataloga como zona sísmica de alto riesgo.
Güireños y parianos ya están acostumbrados a sentir temblores en su región, pero este último superó el promedio. Casas y edificaciones de poca altura sufrieron grietas, derrumbes de paredes y daños menores. Muchos habitantes entraron en pánico.
Pero la muestra más evidente de la intensidad de este sismo se encuentra en el desplome de varias partes de la planta física de la sede de la orquesta de Güiria, un edificio construido en 1990, que alberga, en la actualidad, al personal directivo, administrativo y docente y, aproximadamente, a 450 jóvenes y niños que integran las Orquestas Sinfónica Juvenil e Infantil y el Kinder Preescolar e inicial del Sistema en esta localidad.
Se trata de una edificación de dos plantas, que cuenta con dos salas de ensayo (con capacidad para 80 músicos c/u) , 12 cubículos de estudio individual y dos salones de talleres musicales en su parte alta, y con oficinas administrativas, salones de depósito, de clases de teoría y solfeo, archivo musical y baños para los alumnos en la baja.
La estructura tiene 14 columnas de concreto armado a su alrededor, que sirven como bases fundacionales y soportes de la planta alta y son elemento central del diseño arquitectónico. Todas estas columnas se agrietaron, lo que ha dejado en evidencia la inestabilidad del edificio.
Entre los pisos se encuentra un espacio de 1,40 metros de altura, destinado al área de servicio para aires acondicionados, tuberías de electricidad y aguas negras y blancas, recubierto con paredes que cedieron totalmente y cayeron hacia el suelo a lo largo del perímetro de la construcción.
El sistema de aire acondicionado integral, conformado por compresores y ductos que están ubicados en esta área de servicio, quedó destruido en su totalidad, así como también hubo severos daños en el sistema eléctrico.
Se evidencia desprendimiento y separación en las escaleras que ascienden al pasillo superior, además del despegue de las rejas de seguridad de las mismas. Oficinas administrativas, salones y baños también fueron afectados con el desprendimiento de parte del cielo raso que existe en su interior.
Afortunadamente, el derrumbe de partes de esta estructura sucedió en el período vacacional, por lo que no había niños ni jóvenes en su interior en el momento del sismo. A esa hora (5:30 p. m.) suelen estar en clases, talleres y ensayos, con la edificación llena en su totalidad.
Por lo pronto, y mientras no se realicen las reparaciones pertinentes, no se reanudarán las actividades en el Núcleo de Güiria del Sistema de Orquestas Sinfónicas Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Fotos: Cortesía
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