Defensor niega que la ONU lo haya reprobado y acusa a ONG de “sabotear” su gestión

Tarek William Saab afirma que el informe que recomienda dejarlo sin voz en Naciones Unidas fue elaborado por una instancia externa, a la que acusó de no prestarle atención a la información que le suministró. Insistió en que no lo están evaluando a él sino a su predecesora en el cargo, Gabriela Ramírez.

Caracas. Como una “campaña” de cinco organizaciones no gubernamentales y de algunos medios que persigue “sabotear y boicotear” su gestión,  así calificó el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, las informaciones que dan cuenta de que su despacho corre el riesgo de quedar sin voz en las Naciones Unidas, por considerar que “no está preparado para hablar con contundencia y promover el respeto de los Derechos Humanos” en Venezuela.

“El esfuerzo internacional realizado por estas ONG para atacar a la Defensoría del Pueblo parece destinado a dañar la institucionalidad democrática venezolana usando como objetivo para ello a una de sus instituciones de mayor prestigio y alcance popular”, afirmó el funcionario en un extenso comunicado difundido este martes, en el cual negó que la propuesta de degradarlo hecha por el Subcomité de Acreditaciones de la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (Ganhri) implique un pronunciamiento de la ONU, por cuanto la misma “no es una institución dependiente ni  adscrita a la ONU” sino que “está conformada por las defensorías del Pueblo y otras organizaciones estatales de Derechos Humanos que cumplen funciones contraloras y no son parte del Poder Ejecutivo de sus Estados”.

Sin embargo, reconoció que el Subcomité en mayo pasado pidió quitarle la letra “A”, con lo cual perdería la posibilidad de intervenir en determinados foros internacionales, decisión que también atribuyó a una actitud “sesgada”, puesto que ninguno de los argumentos que presentó, “en 19 documentos con 1.027 páginas”, para defender su independencia del Gobierno fueron aceptados.

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Culpando a la anterior

Otro argumento que Saab esgrimió al cuestionar el proceso de revisión internacional bajo el que está sometida la Defensoría del Pueblo desde 2013 es que “el mayor peso para su dictamen recae en las presuntas fallas desarrolladas por la gestión anterior a la nuestra”.

Ciertamente esta evaluación, pedida por varias agrupaciones civiles venezolanas, se inició durante la gestión de la anterior defensora, Gabriela Ramírez. Empero, el Subcomité en mayo de 2015 le dio un año al actual Defensor para demostrar que podía hablar “alto y claro” a favor de los DDHH. En el informe fechado el pasado 30 de mayo, y que Crónica.Uno reseñó en extenso, la instancia consideró que en este lapso Saab no demostró esa capacidad, por su actitud frente al cierre de la frontera con Colombia y las deportaciones masivas de colombianos que se produjeron horas después, así como por el hecho de que no ha movido un dedo para hacer cumplir las resoluciones del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU que exigen la liberación de la suspendida jueza María Lourdes Afiuni y del líder opositor Leopoldo López.

La afirmación del Defensor de que los jóvenes Lorent Saleh y Gabriel Vallés siguen en la llamada “Tumba” del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) porque ellos habían “pedido a través de sus familiares no ser trasladados a otro centro de reclusión, lo que confirma que se encuentran en buenas condiciones de reclusión” o su inacción ante los ataques contra activistas de Derechos Humanos tampoco le hizo ganar puntos.

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Saab, por su parte, replicó que comenzó investigaciones sobre el retardo procesal, delincuencia policial, hacinamiento en centros de policías, desabastecimiento de alimentos y medicinas; y además inspeccionó centros hospitalarios, instituciones educativas, “abriendo sus puertas de conciliación a los actores involucrados. De cada inspección se constituyen mesas de trabajo de las cuales surgen las recomendaciones a los entes competentes encargados de resolver los problemas que se plantean, quedando la Defensoría encargada de hacer el seguimiento, control y vigilancia de los compromisos asumidos en las mesas”.

Pese a que él militó tanto en el extinto Movimiento Quinta República (MVR) como en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), por los que fue constituyente, diputado y gobernador de Anzoátegui, el funcionario consideró “injusto” calificar a su despacho como “no independiente”.

Dime con quién andas

Saab, en su escrito, también confirmó que él impugnó la decisión que busca degradarlo y dijo que la misma contó con el respaldo de sus colegas de Nicaragua, Bolivia, India y Egipto.

Las actuales autoridades egipcias salieron de un golpe de Estado en 2013, el cual derrocó al gobierno electo del islamita Mohamed Morsi; y que dio origen a innumerables violaciones de Derechos Humanos. Este hecho fue condenado por el Gobierno venezolano.

Foto: EFE


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