En Caño de los Becerros explotaron 161 cilindros de GLP que habían sido llevados a la comunidad luego de que esta exigiera por más de 10 meses que les distribuyeran gas doméstico. Los heridos fueron trasladados en carros particulares, carritos por puesto y en la parte trasera de los camiones.

Maturín. Eran las 3:00 p. m. de este lunes 28 de diciembre en el municipio Piar de Maturín. Habían pasado apenas 15 minutos desde que el camión de Gasmaca descargó las bombonas de gas en la comunidad Caño de los Becerros. 161 cilindros fueron almacenados en la casa de una de las integrantes del consejo comunal, desde allí se hace la venta y distribución de GLP cuando se organizan jornadas en la comunidad. Pero las cosas no salieron como se esperaba.

No dio tiempo de entregar las bombonas ni de disfrutar del servicio que los habitantes de Caño de los Becerros habían reclamado hace 10 meses. El pasado 23 de diciembre protestaron en la vía principal en demanda de gas doméstico, luego de estos esfuerzos y de trancas sus peticiones habían sido escuchadas, el camión de gas iría a repartir las bombonas.

La fuga de gas de uno de los cilindros ocasionó que este explotara y como reacción en cadena explotaron los demás, hubo fuego, miedo y llanto, sin contar las pérdidas materiales. Este incidente dejó a más de 48 personas heridas, con quemaduras de diferentes grados, aunque el reporte oficial asegura que son 43 heridos. 

El estallido de los cilindros ocasionó un ruido ensordecedor e inmediatamente apareció el fuego, a la dueña de la casa en la que se almacenan las bombonas le dio tiempo de salir por la parte trasera de la vivienda. Dentro quedaron atrapadas 15 y uno de ellos pateó la puerta hasta que cedió y pudieron escapar de las llamas. El fuego arrasó con todos los inmuebles, el techo de la casa voló por los aires y cuatro viviendas más resultaron afectadas.

En una comunidad donde no hay comunicación telefónica hubo que resolver de manera rápida y por sus propios medios. Lo principal era trasladar a los heridos hasta el hospital de Maturín donde serían atendidos los que presentaban quemaduras graves, el resto fue llevado hasta el centro de salud del municipio Cedeño. Parar el tráfico fue la opción en el momento para lograr el traslado de las víctimas.

Eso fue horrible, estamos conmocionados por la magnitud de la situación. Al momento no teníamos la capacidad para movilizar a los heridos hasta el hospital de Maturín, tuvimos que cerrar la vía y pedirle apoyo a quienes transitaban por la zona. La mayoría fueron trasladados en carros particulares, carritos por puesto y en la parte trasera de los camiones. Una desesperación total”, contó Marco Zambrano

Del total de heridos 12 son menores de edad, entre 4 y 17 años. La Policía de Monagas informó sobre el hecho pasadas las 9 de la noche.

“Un escape de GLP causó una explosión originando la reacción en cadena de varios cilindros almacenados en el sitio para un total de 161 cilindros de GLP, los cuales serían distribuidos en la comunidad, ocasionando quemaduras de diferentes grados a 43 personas de distintas edades y sexo”, reza en parte del reporte policial.

Para este martes se pudo conocer que permanecen en el Hospital Universitario Manuel Nuñez Tovar seis pacientes inestables, cuatro niños en pediatría, 18 adultos y cinco adolescentes en el área de adultos y 11 fueron dados de alta.

“No hay mantenimiento ni procedimientos de seguridad”

Una fuente de Pdvsa Gas, que quiso mantener su identidad en anonimato, explicó a Crónica.Uno que la falta de mantenimiento es la principal causa de estos incidentes. Se trata de cilindros que han perdido su vida útil, falta de procedimientos de seguridad, poco personal capacitado, falta de control y seguimiento de las normas de seguridad.

Las bombonas no explotan por sí solas, tienen que existir las condiciones para que ocurra un estallido o explosión y todo se debe al triángulo del fuego, que son tres componentes: el gas como combustible, aire a presión atmosférica y la ignición o chispa. Lo más seguro es que las bombonas tenían una fuga, hubo mala manipulación al momento de acomodarlas, chocaron bombona con bombona, creó la chispa, explotaron y se prendió. Probablemente había más bombonas fugando”.

La fuente explica que anteriormente a los cilindros de gas se les hacía mantenimiento cada tres meses, con la intención de cambiar la válvula de seguridad que está compuesta por un precinto llamado O-ring, que es una especie de sello hidráulico.

En oportunidades ocurren esas fugas de gas porque utilizan picos inadecuados para llenar los cilindros, entonces la válvula de seguridad se dispara por exceso de presión. Estas válvulas llevan dos  gomas, llamadas O-ring, que deben cambiarse periódicamente. Hay que tomar en cuenta que no se le da la manipulación adecuada a los picos de llenado”, detalla.

“Los cilindros los lanzaban como sacos”

Familiares de las victimas detallaron al equipo de Crónica.Uno que desde el primer momento que las bombonas fueron descargadas en la casa de la jefa de calle (Clap) presentaron fugas de gas, aunado a que eran bajadas del camión “como sacos”, pero no le dieron mayor importancia pues, al fin, después de 10 meses tenían el servicio.

Desde que llegaron las bombonas tenían esa fuga y los trabajadores de Gasmaca, que las bajaron del camión lo sabían, pero lo dejaron así y nosotros pensábamos que el bote de gas era porque estaban muy llenas. Pero ellos no utilizaron ningún método de seguridad para bajar esas bombonas, ni guantes tenían. Anteriormente, la empresa de gas se encargaba de todo el manejo de los cilindros”, dijo Carmen González.

Jacobo Vidarte, comisionado del alcalde de San Diego (Carabobo) en materia de análisis de gestión de riesgo y eventos adversos, destaca que hace más de una década en Venezuela los cilindros de gas eran manejados directamente por la empresa que ofrecía este servicio, es decir, los ciudadanos solicitaban a la empresa de gas el servicio y el personal calificado acudía a las viviendas para instalar y retirar el cilindro, dinámica que ha cambiado con el pasar de los años producto de la escasez de gas y el deterioro de la industria.

Las personas que trabajaban en la empresa de gas eran personas calificadas y entrenadas en el manejo de cilindros de gas, almacenamiento, manipulación, por donde agarrarlas, por donde no agarrarlas, los equipos a utilizar. Esas personas entraban a las viviendas y ellos mismos manipulaban el cilindro, lo que quiere decir que contaba con la atención de personas calificadas en la materia. Hoy por hoy los cilindros los manejan los mismos ciudadanos o el vecino que ayuda, y esas personas no tienen conocimiento sobre los riegos que implica la manipulación de un cilindro. También son llevados a espacios de uso común, como una casa, patio, casa comunal, y ahí permanecen bajo temperaturas ambientes que son elevadas cuando hay sol y eso produce desgaste en el cilindro, explicó Vidarte.

Vidarte comentó que el desgaste de los cilindros es un problema que hay que tomar en cuenta, porque esto puede generar disparos en las válvulas de seguridad, fisuras en las bombonas y una fuga de gas, lo que causaría una deflagración o explosión. 

Los cilindros de GLP deben tener una prueba que se llama prueba hidrostática, es decir, cada siete años máximo un cilindro debe tener algo así como una partida de nacimiento y en ese documento debe decir que tiene su respectiva prueba y que está en buenas condiciones, que se chequeó la parte de arriba, abajo, la válvula de seguridad, las costuras (en materia de soldadura). Un cilindro no debería tener más de 13 pruebas, es decir, que la vida útil de un cilindro debería ser máximo 25 años”, sostiene.

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