En el kilómetro uno la autopista Caracas-La Guaira hay un estacionamiento sobre un terreno inestable. Francisco Ozuna, vecino con más de 50 años en la zona, denunció que desde ese lugar hay un botadero de escombros que potencia las crecidas de las quebradas.

Caracas. En la intersección entre la autopista y la carretera vieja Caracas-La Guaira, a la altura del kilómetro uno, hay un deslizamiento de tierra que cada vez se acerca más al asfalto de las vías por donde a diario transitan infinidad de vehículos, incluidos camiones de carga y autobuses de transporte público.

Desde hace cuatro meses, con el inicio de la temporada de lluvias, el deslizamiento al costado de la vía se volvió más peligroso, según vecinos de la zona. Líderes vecinales también denunciaron el deslizamiento a través de redes sociales.

Bajo las vías pasan varias caídas de aguas servidas, que se unen en dicho punto, y aceleran el socavamiento del terreno, debido al poco cauce que tienen. Las aguas vienen desde diversos puntos de la parroquia Sucre, municipio Libertador, como Altavista y Federico Quiroz. Cada vez que llueve el caudal de estas quebradas aumenta y el agua avanza con mucha fuerza.

Foto: Gleybert Asencio

Durante los aguaceros, las aguas que corren por el asfalto van a dar al cerro debido a que las cunetas de la autopista Caracas-La Guaira están en mal estado y llenas de maleza y desechos sólidos.

Foto: Gleybert Asencio

La autopista CaracasLa Guaira es el acceso principal a la ciudad capital desde el Litoral Central. Por allí pasan quienes vienen y van al Aeropuerto Nacional e Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía. Además, es la ruta de los camiones que suben con mercancía desde el puerto de La Guaira.

La autopista es de uso constante para la población que vive en La Guaira y trabaja o estudia en Caracas. Sin mencionar que cada fin de semana es uno de los destinos turísticos más visitado por los caraqueños.

Botadero de escombros

En el kilometro uno de la autopista Caracas – La Guaira hay un estacionamiento sobre un terreno inestable. Francisco Ozuna, vecino con más de 50 años en la zona, denunció que desde el estacionamiento hay una especie de botadero de escombros. El vertedero improvisado perjudica el tránsito de las aguas y potencia las grandes crecidas de las quebradas.

Foto: Gleybert Asencio

Ese estacionamiento está construido sobre un relleno desde hace muchos años y obstaculiza la bajada del agua. Ellos se han dedicado a lanzar escombros y esos escombros van a dar al borde de los desagües y obstruyen el pasó, a raíz de eso es que el terreno ha empezado a ceder, explicó Ozuna.

Sin embargo, la explicación del encargado del estacionamiento, Luis Roa, es que los escombros no representan ningún peligro y que sirven para que las autoridades, que han visitado la zona en los últimos meses (Ministerio de Obras Públicas), puedan movilizar la maquinaria para limpiar la zona,  llena de desechos como plásticos; telas; cartones; entre otros.

Foto: Gleybert Asencio

Este estacionamiento tiene más de 20 años. Esto (los escombros) jamás había ocasionado problemas. El verdadero problema es que la cuneta de la autopista está rota y toda el agua baja por el cerro y ha ido socavando el terreno. Esto no tiene cuatro meses, esto tiene entre un año y medio y dos años, argumentó Roa.

Foto: Gleybert Asencio

De igual forma, Ozuna persiste en su denuncia porque debido a las recientes crecidas de las aguas los caudales se acercan al terreno donde está su vivienda. Teme que dicho terreno también empiece a ceder. Otra posibilidad que le genera angustia es que las aguas lleguen a entrar a su casa, a pesar de que está construida sobre un muro de contención que tiene más de 50 años.

Los escombros sí son un problema, lo que pasa es que para ellos no es un problema porque ellos perciben ganancias económicas por ese botadero de escombros. Ellos no entienden que no está permitido obstaculizar el paso de las quebradas, dijo el afectado.

Otro hecho que perjudicó el paso de las aguas por el terreno fueron los trabajos de la construcción del túnel que uniría la Cota Mil con la autopista Caracas-La Guaira, según denunció Roa.

Estas labores, paralizadas hace más de ocho años, contribuyeron a la destrucción de las torrenteras de las quebradas, que serían evaluadas, promesa que tampoco se cumplió.

Foto: Gleybert Asencio

Desde el estacionamiento también acusan a los habitantes de las casas, que están del lado de la carretera vieja, de lanzar desechos hacía las quebradas. Los denunciantes insisten en que esta mala práctica limita el cauce de las aguas.

Las recientes lluvias que han caído sobre Caracas, debido a la llegada del ciclón tropical dos, no han contribuido a que persistan los deslizamientos en la zona, pero los vecinos se mantienen en alerta.

Los habitantes añadieron que en días recientes funcionarios de la gobernación de La Guaira, del puerto y del aeropuerto han visitado la falla, ante la preocupación que causa un posible deslizamiento mayor que impida el tránsito por la autopista Caracas-La Guaira.

Foto: Gleybert Asencio

Participa en la conversación