Tras luchar por el bienestar de su hijo en situación de calle, madre se enteró de que lo asesinaron

Rafaela Lárez, madre de Luis Eduardo Rivero, se enteró del homicidio de su hijo cinco días después porque no pudo visitarlo antes. La madre de la víctima le llevaba comida, lo afeitaba y trataba de convencerlo para que volviera a casa.

Caracas. Rafaela Lárez, madre de Luis Eduardo Rivero Lárez se enteró el viernes, 15 de julio, que su hijo fue degollado en Carapita, parroquia Antímano, en el suroeste de Caracas.

De acuerdo con testigos, la noche del domingo, 10 de julio, un hombre y una mujer invitaron a la víctima tomar alcohol en un lugar cercano a Carapita. Sin embargo, una hora después, el cadáver de Rivero apareció en un callejón de la zona.

La víctima, de 47 años de edad, vivía en situación de calle desde hace aproximadamente 20 años y su madre contó que tenía problemas por su adicción a las drogas.

Rafaela se enteró del asesinato cuando le llevó comida a un parque en Carapita, donde él solía refugiarse. No pudo visitarlo en la semana porque ella trabaja en el cuidado de niños.

Los buhoneros y sus otros compañeros de la calle me dijeron que su cuerpo estaba en la morgue y que a mi hijo lo degollaron, contó a Crónica.Uno.

Testigos contaron a la madre de la víctima que cuando se acercaron hasta el callejón, Rivero ya estaba sin signos vitales. Cuando se percataron que no había nada que hacer, buscaron una sabana para tapar el cuerpo. Momentos después, un patrulla pasó por el lugar y se llevaron detenidos a los presuntos homicidas.

No sé si es verdad que estas personas están detenidas, aclaró su madre.

Rafaela desconoce qué cuerpo policial ejecutó, presuntamente, la detención de las dos personas vinculadas con el homicidio. Por el momento tiene una cita en la sede del Cuerpo de investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Antímano para corroborar los datos de la muerte de su hijo.

Aseguró que su hijo no se metía con nadie, a pesar de que estaba en situación en calle. Para mantenerse, ayudaba a los buhoneros a cargar sacos. Todo el mundo lo conocía y sé que era tranquilo.

El hombre pasaba la noche debajo de un banco en un parque que está en Carapita, cerca de un centro comercial. Su madre no es de la zona y no podía visitarlo todos los días. La hermana de la víctima, que vivía más cerca, estaba haciendo diligencias por la reciente muerte de su hija.

Centro de rehabilitación

Luis Rivero estuvo internado en un centro de rehabilitación ubicado en la parroquia El Valle pero, según su mamá, en 2020 dejaron en la calle a todos los internos, porque la institución se quedó sin los suministros necesarios para atender a las personas recluidas.

Rafaela reconoció la fuerte adicción de su hijo. A su juicio, era casi imposible que saliera de esa situación. Yo siempre lo ayudé, trate de recuperarlo de la calle, lo llevaba a la casa, pero siempre se iba.

La víctima tenía a un hermano gemelo, quien murió hace 10 años por una bala perdida que recibió en la espalda, relató su hermana Maribel Lárez a Crónica.Uno.

Los familiares esperan efectuar el entierro en el Cementerio General del Sur. Luis Eduardo Rivero no dejó hijos ni tenía pareja.

Foto: Stefanny Fiffe.

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