A Dexy González la represión de 2017 le quitó a su hijo, pero la justicia le recordó las consecuencias de protestar

Dexy González

A los presuntos asesinos de Rubén González se les acusó de homicidio intencional calificado por motivo fútil con el agravante de haber actuado en contra de un adolescente, uso indebido de arma orgánica, omisión de socorro y abuso de autoridad.

Valencia. Dexy González es una de las tantas madres venezolanas que les tocó perder a un hijo en las protestas contra el gobierno venezolano, esas conocidas como “las guarimbas”. En su caso fue a  Rubén González, un joven que de no ser por la bala que le atravesó el pecho hoy tendría 22 años de edad.

González habita en barrio Cascabel, en el municipio Los Guayos, muy cerca de la frontera con Carlos Arvelo. En su casa ahora solo vive con su hija y muchas fotos de Rubén; con togas y birretes, y el recuerdo del que algún día dijo querer ser filósofo o de la aviación. Su cuarto, a mano izquierda está vacío, pero aunque no esté físicamente la madre sigue manteniendo la lucha, aunque recientemente sufriera un revés.

Dexy González
Fotografía: Armando Díaz

“Ay, a mí esto me duele mucho decirlo, pero luego de tanto pelear, de tanto tiempo perdido a los asesinos de mi hijo los dejaron libres”, comenta Dexy.

La desesperación es evidente, se observa por cómo agarra un pañuelo y con sus palabras lo enfatiza, puesto que cinco años de su lucha ha sido denegada. A su juicio, para los victimarios todo se les hace más fácil. “Yo soy víctima y para mí todo han sido trabas”.

Prueba de ello es que el juicio para buscar justicia en el caso de Rubén González concluyó el lunes 26 de septiembre de 2022 y empezó en octubre de 2021. Sin embargo, a Rubén González lo mataron en 2017, un retardo judicial que para esta enfermera desempleada no tiene justificación.

“Yo me la pasé en una fiscalía todos esos años para llevar a juicio a los perpetradores y mira el resultado. Si ellos hicieran su trabajo bien, yo no estaría luego de estos años con una angustia porque los perpetradores, los siete quedaron en libertad“.

No obstante, González se abruma aún más cuando menciona el nombre del presunto asesino de su hijo. Se trata del teniente Gregory Casanova, que se encontraría prófugo de la justicia. “Yo siempre tuve ese presentimiento. Se les hacía fácil escapar”.

Gregory Casanova habría sido la persona que dirigió la comisión que presuntamente fue la responsable de la muerte de Rubén González. La primera vez que se topó con ellos fue en una audiencia preliminar realizada en el Tribunal Tercero de Juicio del estado Carabobo.

Eso fue horrible, porque nos pusieron muchas trabas. A mí se me negó el derecho de tener a mi abogado querellante, en suplencia del de siempre porque le había dado covid. Según los tribunales no metí la acusación privada en el tiempo reglamentario. Luego no sé qué pasó y me aceptaron mis querellas. Ese día fue horrible”.

Dexy González
Fotografía: Armando Díaz.

En los inicios de la lucha el caso estaba en manos de la fiscal 20, en ese tiempo viajaba con frecuencia a Valencia y se quedaba en el municipio. Luego pasó a la  Fiscalía 28, porque existía otra víctima que era mayor de edad, entonces todo cambió.

“Siempre que iba no me daban respuesta, por eso me fui a Caracas a buscar un fiscal nacional”.

De ahí en adelante no hubo un fin de semana en el que Dexy González no acudiera a Caracas, pero al final del día la respuesta del fiscal era la misma: “Pase en un mes, pase en 15 días. Estamos averiguando, señora Dexy”.

También hubo veces que tuvo respuesta, como el momento en el que le informaron que ya sabían quién era el que disparó, al cual llamaron tres veces, y fue en la última oportunidad que asistió a la audiencia.

“En un momento me dijeron: todo salió positivo, ya tenemos al hombre”. La pregunta de González fue obvia: “¿Y por qué no lo detienen?”. Ante esto el fiscal le dijo: “Es que él se está presentando, está cooperando”, pero no hubo más respuesta. Ahí, en efecto, Casanova se fugó

Apelando por Rubén

Dexy González y su abogado, Luis Armando Betancourt, están a la espera de la sentencia para recurrir y apelar, si no irán al Tribunal Supremo de Justicia y si aun así no logran nada, acudirán a instancias internacionales. “Quiero seguir”.

Dexy González
Fotografía: Armando Díaz

Para González es insólito escuchar al fiscal general, designado por la ANC, Tarek William Saab, cada vez que se denomina “defensor de los derechos humanos”. Además, recuerda que cuando se trata de mascotas si mueve todo su poder para resolver los casos.

Mi hijo no fue ningún perro. Mi hijo fue un ser humano lleno de esperanzas, sueños, que estudiaba quinto año y esos malandros se los quitaron. Que Tarek William me responda cómo responde cuando matan a un gato”.

Luego de cinco años y mirar atrás recuerda los días en los que quiso dejar todo y no seguir en la lucha. “Es muy doloroso. No te imaginas cuánto duele esto, porque es saber que esos perpetradores le quitaron la vida a mi hijo y no solo a él, sino a personas inocentes que querían un mejor país, porque aquí todos pasamos las mismas necesidades y esa gente no tiene corazón”

Prosigue su relato: “Yo a veces le pido perdón a Dios porque tuve mucha sed de venganza. Tuve mucho odio en mi corazón, pero aunque hoy en día no los he perdonado, me siento fortalecida al pensar en la lucha de mi hijo. Esa es mi fortaleza. Para mí dejar a ese asesino suelto es dejar que siga haciendo daño. Aquí no existe exasesino, el que mata es asesino y se va a morir asesino”.

Desde esa primera audiencia, Dexy González solo ha visto en tres oportunidades a Gregory Casanova.

El equipo de Crónica. Uno conversó con el abogado de Dexy González, Luis Armando Betancourt, que pertenece al Foro Penal; no obstante, Betancourt informó que para dar información sobre ese caso tenía que haber una autorización por parte de la junta directiva de la ONG.

El día en que todo ocurrió 

Fue el 10 de julio de 2017, cuando Rubén Darío González salía del gimnasio en la urbanización La Isabelica de Valencia. Se suponía que él no protestaría, porque era una promesa hecha a su madre. No obstante, algo cambió, los dos meses de distancia con el conflicto de calle se rompieron ese día y de forma abrupta cuando una bala impactó en el intercostal derecho y prácticamente, perdió la vida en el acto.

Ese 10 de julio se graduaba de bachillerato y había mucha emoción, pero después fue la tristeza la que gobernó. “Él se despertó y nos sentábamos en la parte de atrás de la casa junto al árbol que él sembró y me dijo que se iba a bañar para ir al colegio y me pidió que le limpiara los oídos, la cara y le agarraba la cara, el pelo y le hacía un cariño, pero si hubiese sabido que ese día iba a partir lo hubiese abrazado aún más”, dice y rompió en llanto.

Después que se bañó, Rubén González fue a la cocina y ahí Dexy González le dio el último beso, sin saberlo en ese momento. Aunque dos horas después regresaría, porque en clases hicieron un repaso de todo el año y le dijo: “Viste que sí nos graduamos”.

Al rato le recordó que se volvería a bañar porque iría a la práctica de boxeo.

Dexy González
Fotografía: Armando Díaz.

Todavía Dexy González se lamenta haberlo dejado ir, pero es que ella no estaba al tanto de cómo estaban las protestas en La Isabelica y al dejarlo ir lo escuchó: “Chao, mamá”.

Fueron múltiples las veces que Dexy González le recordó los peligros de las protestas, a lo que este respondía: Sí, lo se, y fue ahí cuando dijo la frase que selló el final: “Si no vuelvo es porque morí luchando por mi país” y se fue para no volver.


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