El parlamentario, que reapareció desde que fuese allanada su inmunidad parlamentaria el pasado 14 de mayo, denunció ante el Consejo de Derechos Humanos la persecución contra diputados, la muerte del capitán Acosta Arévalo y el caso de Rufo Alejandro Chacón, joven cegado por efectivos de Politáchira en una manifestación.

Caracas. Este 3 de julio el diputado a la Asamblea Nacional (AN), Miguel Pizarro, intervino en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ubicado en Ginebra, Suiza, para denunciar la violación de derechos humanos en Venezuela.

Pizarro, que apareció por primera vez desde que su inmunidad parlamentaria fuera inconstitucionalmente allanada el pasado 14 de mayo, expuso la persecución de la que ha sido víctima por parte del Gobierno, al igual que “otros 22 colegas parlamentarios”. El derecho de palabra le fue cedido por parte de la ONG United Nations Watch.

“96 diputados más han sido víctimas de amenazas y hostigamiento, entre ellos los diputados [Juan] Requesens y [Édgar] Zambrano que hoy se encuentran presos en instalaciones militares y de la policía política para así tratar de acabar el único poder legítimo en nuestro país”, señaló en su intervención.

Pizarro dijo que su presencia en Ginebra respondía a la persecución que lo llevó a luchar desde otro espacio, destacó la necesidad de unir esfuerzos junto con diversos organismos multilaterales para afrontar el tema de la ayuda humanitaria para Venezuela, que atraviesa por una severa crisis económica y política que ha causado más de 4 millones de migrantes.

Según el propio informe emitido por Naciones Unidas, 7 millones de venezolanos necesitan ayuda humanitaria; la cifra de migrantes a causa de la Emergencia Humanitaria Compleja es más de 4 millones, dijo.

En esa línea, Pizarro también denunció dos casos recientes de violación de derechos humanos, el del capitán Acosta Arévalo, muerto por presuntos tratos crueles a manos de la Dgcim mientras estaba en custodia del Estado, y el adolescente Rufo Alejandro Chacón, quien perdió ambos ojos producto de un disparo de perdigones hecho por un funcionario de un cuerpo de seguridad del Estado.

“Se han documentado más de 630 presos políticos, víctimas de tratos crueles, como el capitán Rafael Acosta Arévalo, asesinado el sábado 29 de junio en custodia del Estado, producto de torturas infligidas por la contrainteligencia militar en el centro de torturas Dgcim o como Rufo Chacón, joven de 16 años quien perdió ambos ojos producto de abusos policiales cuando protestaba por acceso al gas”, indicó el parlamentario desde Ginebra.


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