Eliézer, de 15 años de edad, luego de terminar su formación en electricidad con la ONG Mi Convive, por primera vez en años se siente motivado a continuar con sus estudios y ayudar económicamente en casa.

Caracas. Mamá, yo quiero seguir con mis estudios, fueron las palabras que conmovieron a Gabriela García, mamá de Eliézer, de 15 años de edad. 

Hay oportunidades que cambian la vida. Eliézer era retraído y había perdido la esperanza de poder incorporarse a una educación regular por un problema de motricidad. 

Cuando entró a preescolar me hicieron sacarlo, por su condición y su hiperactividad, dijo Gabriela.

Pero le llegó la oportunidad que tanto había esperado. El jueves 30 de marzo, Eliézer recibió su primer diploma, luego de cumplir 100 horas del curso en electricidad con la ONG Mi Convive. 

La graduación de los estudiantes de electricidad fue en Antímano, en la Escuela Técnica Industrial San José Obrero, donde se formaron dos veces por semana durante tres meses. 17 jóvenes de la comunidad recibieron su diploma y algunos regalos por parte de los patrocinadores.

Foto: Manuel Díaz

Gabriela contó haberse sentido por mucho tiempo “fracasada como madre” por no poder asegurarle a su hijo una educación, pero este logro es un “respiro” y también lo siente suyo. La madre tiene dos hijas más, que son menores que Eliézer y que sí continúan con sus estudios, pero con su hijo mayor las cosas resultaron diferentes. 

Eliézer por primera vez en años se siente motivado a continuar sus estudios y a ayudar económicamente. Gabriela es madre soltera, el padre de sus hijos no estuvo presente, y ella se encarga de llevar el sustento a su casa. 

Gabriela trabaja desde las 7:00 a. m. hasta las 6:00 p. m., y aún así lleva a Eliézer a sus terapias en el Hospital Pérez Carreño. Yo quiero que mi hijo tenga un futuro, que estudie y se prepare

Foto: Manuel Díaz
Una oportunidad 

A las 8:00 p. m. son pocas las personas que caminan por las calles de Antímano, donde vive Gabriela con sus tres hijos. Es por esto que le da pánico dejar que Eliézer asista a un parasistema, pues teme que su hijo sea víctima de la violencia. 

“No quiero que caiga en nada malo, como madre me da miedo que eso pase”, dijo Gabriela.

De igual manera sigue en la búsqueda de opciones para que Eliézer se forme. El joven sabe leer, pero se le dificulta bastante escribir. 

Mi hijo lo que necesitaba era una oportunidad, dijo Gabriela al ver a su hijo recibir y celebrar su diploma en electricidad. 

Aseguró que hubo un gran antes y después en Eliézer a través de la capacitación con Mi Convive. Ahora tiene amigos, es más sociable y quiere seguir estudiando, le dijo a su madre que le gustaría hacer un curso de repostería. 

Foto: Manuel Díaz

“Estoy orgullosa de verlo motivado, eso es lo más importante para mí”, dijo Gabriela.

A su corta edad, Eliézer ha tenido que superar diversos obstáculos. Uno de ellos fue un trabajo arduo con un terapeuta de lenguaje que, finalmente, le ayudó a no trabarse y articular mejor, lo que lo hizo ser más seguro de sí mismo. 

Mi Convive 

Ernesto Rodríguez, coordinador del proyecto Vamos Convive, explicó a Crónica.Uno que Mi Convive es un programa que busca brindar oportunidades para jóvenes en el desarrollo humano y en la capacitación de algún oficio. 

Foto: Manuel Díaz

Una de las problemáticas que vive la juventud venezolana es la falta de acceso y oportunidades, la falta de estudios y trabajos dignos. Nosotros buscamos dar oportunidades a poblaciones en riesgo y jóvenes, y hacemos una intervención.

Rodríguez dijo que este es un programa que se crea en la línea de prevención de violencia, especialmente para la población más afectada que está en edad productiva, entre 15 y 30 años de edad. 

Vamos Convive apoya a jóvenes de diferentes parroquias del municipio Libertador, entre ellas, La Vega, Caricuao, Antímano, Santa Rosalía y Pinto Salinas.

Rodríguez además explicó que, actualmente, la formación es para jóvenes entre 15 y 19 años de edad y que este acompañamiento tiene un enfoque integral. 

Una de sus aristas es la formación en algún oficio como barbería, electricidad y panadería. Los talleristas también aprenden diferentes herramientas en negociaciones, resolución de conflictos, proyecto de vida, liderazgo y participación. 

Rodríguez mencionó que en el último módulo se educan en finanzas y se les da a los jóvenes instrucción para emprender.

Oportunidad
Foto: Manuel Díaz

Mi Convive de manera directa ha beneficiado a 140 jóvenes en los últimos dos años. Rodríguez explicó que de forma indirecta también se benefician las familias de estos jóvenes y las comunidades, pues estos chicos aprenden un oficio con el que pueden colaborar en casa. 

La productividad logró mejorar sus relaciones familiares y comunitarias, dijo el coordinador. 

Motivación 

Deiker, de 16 años de edad, dejó la escuela antes de terminar el sexto grado. No quiso continuar con sus estudios, sin embargo, luego de terminar su formación en electricidad está motivado a retomarlos. 

Yo quería el curso de barbería, pero era este el que iba a comenzar así que me metí, dijo. 

Oportunidad
Foto: Manuel Díaz

Ahora Deiker se expresa mucho más, sale y tiene amigos. Está interesado en crecer como persona y seguir formándose. 

Que crean en que puedes lograrlo lo cambia todo, dijo el joven.

Iris, mamá de Deiker, aseguró que su hijo no solo recibió herramientas para desempeñarse como electricista, sino para la vida, hizo un gran cambio también a nivel personal y por eso está agradecida. 

Oportunidad
Foto: Manuel Díaz

El proyecto Vamos Convive con ayuda de sus aliados entregó al principio de la formación un kit con todo lo necesario para la labor de electricista. Este era otorgado a cada participante, y al finalizar el curso era una herramienta para poder emprender y trabajar por su cuenta. 

Oportunidad
Foto: Manuel Díaz

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