ONG busca empoderar a las mujeres carabobeñas para visibilizar las causas que otros buscan callar

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A pesar de la poca visibilidad que tienen las mujeres en altos cargos políticos y en el mundo empresarial, es en las comunidades en donde se evidencia el grueso de su maquinaria, la cual no crece más por trabas puestas por el hombre quien lucha por mantener la tradición machista.

Valencia. Más de 30 cuadros en el salón de conferencias de la Asociación de Ejecutivos del Estado Carabobo adornan las paredes. Todos son hombres. Se tratan de los presidentes del gremio y en ninguno se ve el rostro de una mujer. Sin embargo, en sus mesas, el pasado 14 de julio se sentaron un grupo de 16 mujeres y un hombre para hablar precisamente de las mujeres, las desigualdades, las posibilidades y los retos que el machismo pone en su camino, pero sobre todo la importancia de empoderarse.

Fotografía: Armando Díaz

Es así como la Asociación Civil EmpodéraMe y la ONG Defiende Venezuela, aprovecharon el encuentro para presentar la revista “Defensoras que inspiran”, entre esas defensoras tres estuvieron presentes como panelistas: María Fernanda Pereira, miembro de las juventudes de Voluntad Popular Carabobo, Elvira Pernalete, madre del manifestante asesinado en 2017, Juan Pablo Pernalete y Olga González, esposa de Leonardo González, otro caído en las protestas de 2017 que murió en el municipio Naguanagua del estado Carabobo.

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Fotografía: Armando Díaz

Para Elvira Pernalete, aún parece mentira que hayan pasado 5 años desde el asesinito de su hijo. De ahí en adelante su vida ha sido un vaivén de juicios, de recolección de información y de muchos foros para hablar sobre lo que le ha tocado vivir como madre y mujer.

El era uno de esos  jóvenes a los que se les ha negado su derecho a protestar, a manifestarse. El 26 de abril viví el horror de ver que asesinaban a mi hijo por querer un mejor país y ese día me mataron a mi también”, dijo

Esta sobreviviente del Estado, a pesar de sentirse muerta, admite que cuando leyó la revista hubo una frase que la marcó y la ha hecho repensarse las cosas. “Renacer cada día”. Afirma que esa ha sido una tarea diaria la cual asume con compromiso, por amor a su hijo. pero eso no resta las preguntas “Por qué sigo aquí”, pero con rapidez se responde  y “es que tomó el testigo de mi hijo”.

Que de a poco las mujeres estén armando una sólida cadena de apoyo es muy esperanzador para Pernalete, quien sabe que ante la represión hay una marea femenina que se organiza para ser escuchada.

Yo me siento escuchada, por eso agradezco a las ONG y a los periodistas. Porque nos hemos enfrentado a un poder, a un monstruo que juega a cansarnos, pero nos hemos fortalecido y empoderado al enfrentarnos al sistema”, comentó.

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Elvira Pernalete dice se mantiene en lucha para seguir el legado de su hijo. Foto: Armando Díaz

En este tiempo, a Pernalete le ha quedado claro el rol que muchas mujeres han tenido que desempañar tras el sufrimiento: “Madres que se vuelven cabeza de familia, madres que se vuelven activistas y que a pesar de estar quebradas buscan una forma de que otras madres no pasen lo que a mi me ha tocado vivir”.

Mujer, joven y política

Qué los jóvenes, y principalmente las mujeres se sigan sumando a iniciativas como esta, es lo que María Fernanda Pereira llama como “un reto de vida”, la razón es que como política sabe que el Estado ha aplicado estrategias para que las juventudes se desentiendan de la realidad del país.

“Lo vemos con esa falsa concepción de que Venezuela se arregló. No, no se pudo arreglar porque se siguen violentando los derechos”, dice.

En 2014, durante las protestas de ese año, Pereira recuerda que cuando asesinaron a Génesis Carmona y Geraldine Moreno, ella celebraba sus cumpleaños.

Yo me sentía indiferente en esos momentos, pero un año después mi perspectiva cambió porque en 2015 durante una protesta a mi hermana le lanzan una bomba lacrimógena, aún cuando ella estaba en estado. Ahí me pregunté ¿Por qué sucede esto en mí país? Ella no protestaba”, dijo.

De ahí en adelante empezó a involucrarse con los Derechos Humanos (DDHH), eso le ha llevado a sufrir amedrentamientos sin cesar. “Lo hacen contra mi hermana y mi madre. Es el modo de intimidarte”.

En este tiempo que Pereira lleva recorriendo calles, alzando la voz se le ha hecho muy evidente que son pocas las mujeres que están en la lucha. Pero admite que existen diversos liderazgos que lamentablemente no han buscado ser visibles. “Yo soy una de esas y está mal, porque yo soy reconocida. Trabajo con comunidades y también desde el ámbito partidista”.

María Fernanda Pereira insta a otras mujeres a hacer visible su causa. Foto: Armando Díaz

Pereira reconoce que más allá de los partidos políticos hay mujeres que están ejerciendo un liderazgo, entre los nombres que destaca se encuentra el de Olga González, Albani Colmenares, Eva Sabariego, entre otras. A su juicio todos estos liderazgos han aparecido producto del amedrentamiento. “Hay distintas compañeras que gracias a esto han bajado su visibilidad”.

En su caso hace tres meses escribió un tweet sobre la gestión de un funcionario carabobeño, lo cual trajo consigo una serie de amenazas que tuvo que canalizar por vías legales y psicológicas, ya que ella había sido detenida por manifestarse en contra del régimen en el pasado. “Pero no todas tienen este pensar, en otras el amedrentamiento simplemente las lleva a bajar el perfil y a enfocarse en otras cosas sin ser visibles”.

Para esta joven es vital el trabajar en redes sociales y entender las plataformas como un impulsor de su trabajo. Más aún cuando la causa feminista ha ido calando de a poco en una sociedad machista como la venezolana. “Nosotras no luchamos para mostrarnos mejores que los hombres, si no porque buscamos equidad en las condiciones”.

Lo vital de empoderarse

Olga González nunca deja de preguntarse el por qué el Estado venezolano jamás ha parado de violar los derechos humanos. “Esto es una realidad los organismos internacionales ya lo dicen. Hay casos palpables, no es un invento. Las mujeres y todos los venezolanos sufrimos velaciones constantes a nuestros derechos.

Se define como una mujer empoderada y para ella es de vital importancia que su pares hagan lo mismo, porque a su juicio solo así se hará más difícil que se les violen sus derechos, pero agrega que el empoderamiento no debe ser solo para la mujer, si no para niños, adolescentes. “La gente tiene que saber lo que significa reclamar sus derechos fundamentales”.

González recuerda aún con claridad el consejo de una periodista tras el asesinato de su esposo. “Hazte visible”. Al decirlo lo repite tres veces más y lo llevó a cabo. De hecho lo agradece porque desde su óptica haberse hecho visible en el espacio público la ha ayudado mucho.

Algunos no lo ven y pierden la esperanza, pero si ayuda. Porque hemos logrado mucho. Estar en unos tribunales y que el juez no te quiera atender porque está en una cola de gasolina y tu vayas y lo denuncies, ayuda y así pasa con muchas instancias. Hay quienes son de un perfil más bajo y otras como nosotras que por amor nos empoderamos y luchamos por los derechos humanos”, comentó.

Fotografía: Armando Díaz.

La lucha para ella va desde pequeños códigos como la vestimenta y la expresión oral vitales para unificar ese empoderamiento, porque una mujer que sabe contar una historia es mucho más poderosa que una que no. “Hoy yo no soy la misma mujer que hace cinco años. Somos mujeres bien plantadas que no necesitan más argumentos que la verdad”.

Ella también, en este período, ha constatando que hay muchas mujeres en la región que desde distintos flancos han enarbolado la bandera del empoderamiento. Para ella, una de esas mujeres es Luisa Táriba de Funcamama, Mayela Carrillo de No Permitas Malos Tratos, Nesli Sarmiento del Foro Penal.

“Hay mucha gente trabajando. Quizás la gente no lo visibiliza en redes, pero si se está haciendo. Hay mujeres en barriadas, en comunidades que están haciendo un trabajo maravilloso. Porque no es solo un plato de comida, si no que es un mensaje de construcción ciudadana”.

Lamenta que en un estado como Carabobo, el actual gobernador, Rafael Lacava, tenga más visibilidad que la causa de las mujeres, pero entiende bien las razones.

El tiene una maquinaria comunicacional muy bien elaborada. Te hace ver murciélagos hasta durmiendo y eso opaca cualquier cosa. Pero la verdad es que hay gente que está haciendo más cosas que un simple murciélago”, dijo.

Más allá de las redes

Dionairys Quero también esta presente en la reunión y toma la palabra porque ella viene de las comunidades y es ahí en donde trabaja, específicamente en Bello Monte, una zona cercana a La Isabelica en la parroquia Rafael Urdaneta de Valencia. “Hay muchas mujeres haciendo trabajo”.

Sobre las redes sociales admite que son vitales, pero recalca que no todos los defensores las tienen. “Hay comunidades más vulnerables, en donde está esa figura de la mamá luchona y no tienen redes. No tienen porque quizás no tienen dinero para un teléfono, pero igual hacen mucho más que alguien que sale en redes con una banderita, una foto o un mensaje de Yo lucho por ti. Lo importante es lo que nosotros hacemos y las vidas que ayudamos”.

Fotografía: Armando Díaz

Quero egresó del programa de empoderamiento. “Yo no publico, es verdad no está del todo bien, pero hay que entender que las redes no son para mostrarte a ti, es para mostrar lo que hacemos. Porque no todo lo que se ve es lo que es”.

Aunado a este factor condena la opacidad que los medios locales le han dado a las mujeres. “No estamos en las primeras planas”.

Fuera de las esferas de poder

Eva Sabariego, como cabeza de la asociación civil EmpodéraMe, tiene aún más claro un factor importante, la participación de la mujer en la política. Desde su visión es muy claro que personas como ella la tienen mucho más difícil en el mundo político. Ser mujer sigue siendo una traba en un mundo de hombres, que fue concebido para hombres.

“No hemos ocupado los espacios de poder como los caballeros”. Es ella quien destaca la inexistencia de cuadros con fotos de mujeres en la Asociación de Ejecutivos. Lo dice sin intención de ofender, pero lo dice, porque es un reflejo más de la opacidad de la mujer en los gremios. Por fortuna actualmente la Asociación de Ejecutivos tiene su primera mujer presidenta y es Nicoletta de Franco.

“Es una demostración de que la mujeres somos más consientes de nuestro poder, de nuestro liderazgos”.

Fotografia: Armando Díaz

Lejos de competitividades insanas entre hombres y mujeres Sabariego puntualiza que si no hay espacios para mujeres, es deber de la mujer crearlos, porque hay que hacer ruido para ser escuchadas. “No lo hacemos por minimizar. Si no que hay que ocupar el espacio que siempre ha sido nuestro. Eso es empoderamiento”

Aunado a esto, subraya que el Estado venezolano tiene una gran deuda con las mujeres y sus derechos. “Es algo histórico y más aún cuando el Estado se ha adjudicado la causa de las mujeres, pero en la práctica no se ha visto nada”.

Fotografía: Armando Díaz

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