Desde que se detectara la variante Ómicron en el país (cuyos primeros casos arribaron por el aeródromo litoralense), no ha habido modificación en las medidas preventivas aplicadas por las autoridades aeroportuarias. Algunos pasajeros, provenientes del exterior, relataron que la brigada sanitaria en el sitio no orienta sobre las medidas preventivas y solo se preocupan por solicitar el código QR del laboratorio que realiza la prueba PCR, la cual tiene un costo de 60 dólares americanos.
La Guaira.- Pese a que el gobierno de Nicolás Maduro anunciara los primeros casos de la variante Ómicron en las últimas dos semanas, los controles de bioseguridad en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía permanecen inalterados.
Tras el inicio de 2022, las autoridades del principal aeropuerto del país parecieran obviar que las personas contagiadas de coronavirus, con la variante Ómicron, arribaron en vuelos llegados a Maiquetía.
Incluso, aunque las últimas estadísticas de la Comisión Presidencial para la Prevención y Control del COVID-19 no muestran un incremento preocupante de casos, sí extraña a muchos que no se han reforzado las medidas sanitarias en el más importante aeródromo de la nación.
Uno no entiende cómo se sigue haciendo el mismo trabajo de prevención; no hay que ser un estudiado para saber que ahora es que vienen más contagiados”, comentó Luis Eladio Torres, quien se desempeña como maletero en el terminal internacional.
En contraste con finales de julio de 2020, cuando apareció la variante Delta, esta vez la autoridad única de Salud de La Guaira, Nalare Bermúdez, no ha considerado el aumento del personal de la brigada sanitaria ni tampoco alguna medida extra de bioseguridad frente al surgimiento de la variante Ómicron.
Mientras Bermúdez ha reiterado su satisfacción porque “se vacunó con las dos dosis de la vacuna Sinopharm al 96 por ciento de la población”, el gremio médico local no confía en ese porcentaje, el cual apenas superaría el 50% sobre la base de 650.000 habitantes, distribuidos en 11 parroquias que se extienden entre Puerto Maya (oeste, límite con Aragua) y Chuspa (este, límite con Miranda).
En Vargas, seguimos en peligro con Ómicron, que está comprobado que multiplica el poder de contagio del COVID-19. Deberían repensar esos controles en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, así como dotar mucho más a nuestros hospitales para atender a los pacientes de la pandemia”, expresó Bernardo Guerra, director general de la ONG Médicos Unidos de Venezuela.
De acuerdo con las estadísticas de la mencionada comisión presidencial, La Guaira totaliza 26.974 casos desde marzo de 2020, cuando llegó el virus al país, lo que la ubica como la quinta entidad federal con más enfermos del virus. Le superan Distrito Capital y los estados Miranda, Zulia y Yaracuy.
Solicitud obligatoria
Al ingresar al territorio aeroportuario, los viajeros son abordados por la brigada sanitaria, compuesta por aproximadamente 25 funcionarios del ministerio de Salud, la gobernación de La Guaira y el Instituto Aeropuerto de Maiquetía (Iaim).
Los miembros de dicha brigada, ataviados con un traje de amplia protección, esperan a los pasajeros en el túnel del terminal internacional, donde les aplican el gel antibacterial en sus manos, miden la temperatura corporal y solicitan los datos de la ficha de información sanitaria.
Lo que más le importa a esa brigada es que el pasajero le muestre el código QR de Casalab (laboratorio exclusivo que realiza las pruebas PCR, cuya obligatoriedad aumenta en $60 el costo a quienes deseen ingresar a Venezuela); luego se hacen el PCR, van a migración, recogen su maleta y finalmente pasan por el Seniat”, explicó Oleida Martínez, empleada de tráfico aéreo de una aerolínea panameña.
Algunos pasajeros consultados creen que “es un abuso total, que no se ve en ninguna otra parte del mundo”, el cobro del PCR del referido laboratorio.
“Es el robo del siglo XXI y no tienes otra opción para ingresar a Venezuela vía aérea. Las personas de esa brigada solo están pendientes de pedirte el código que certifica el fulano pago”, dijo Gilbert Ramos, quien arribó desde República Dominicana y se preparaba para abordar un vuelo hacia Maracaibo, estado Zulia.
Otra viajera procedente de la isla caribeña confirmó que no hubo ninguna recomendación preventiva por parte del grupo de salud de la biobrigada aeroportuaria.
Eso es un parapeto, vienen con trajes espaciales y no te ayudan en nada”, afirmó Antonia Rugeles, antes abordar un taxi hacia Caracas.
Cautela
En medio de este panorama, comerciantes y operadores turísticos celebran con cautela el reciente permiso del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) para los vuelos de La Habana y Buenos Aires, al igual que las reconexiones nacionales a Santo Domingo de Guzmán (Táchira) y Puerto Ordaz (Bolívar), las cuales, representan oportunidades para flujos migratorios desde Colombia y Brasil, respectivamente.
Tal apertura ha ocurrido durante las 10 semanas de flexibilización de la cuarentena, entre finales de octubre de 2021 y los primeros días de enero de 2022.
Vamos a ver si ahora son capaces de encerrarnos otra vez, sería un desastre”, manifestó Lila Gómez, encargada de un local de arreglos florales en el terminal internacional.
En ese período de no confinamiento, igualmente, se desplegó al personal de la brigada en los pasillos principales del aeródromo, a fin de ejecutar labores de desinfección en distintas áreas, así como también para orientar a miles de pasajeros sobre el uso adecuado de las mascarillas y el respeto de la distancia social, según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud.
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