Este Miércoles Santo, dentro de la celebración católica de la Semana Santa, representa el día en que se venera al Nazareno de San Pablo en la Basílica de Santa Teresa, a donde acuden sus feligreses cada año.

Caracas. Hace 25 años a Omar Rodríguez le amputaron una de sus piernas debido a un accidente automovilístico. Esa es la razón por la que su movilidad es a través de muletas. Así Omar acude cada año, desde aquel accidente, a la Basílica de Santa Teresa. Lo hace para pagar su promesa de por vida frente al Nazareno. “Gracias a él estoy aquí”.

Su esposa, Nelcy García, lo acompaña. Ambos hicieron una de las colas que forman alrededor de la basílica para poder entrar y mirar de cerca a la imagen del Nazareno.

Yo siento su espíritu, que me da paz, tranquilidad. A veces siento que me voy a desmayar y me levanto. Es cuestión de mucha fe, eso es lo que significa para Nelcy, cuando va junto a Omar a pagar la promesa.

Foto: Manuel Díaz

Ambos son una pareja de adultos mayores. Nelcy tiene 75 años de edad y Omar se reserva su edad. “Eso no se dice”.

El Miércoles Santo, dentro de la celebración católica de la Semana Santa, representa el día en que se venera al Nazareno de San Pablo en la Basílica de Santa Teresa, a donde acuden cientos de feligreses cada año.

Más temprano, dentro de la basílica, el monseñor Raúl Biord, obispo de La Guaira, no dudó en decir que el Miércoles Santo es el día más religioso de Venezuela. “Hoy salen miles de Nazarenos y Nazarenas a las calles”, añadió a sus palabras, durante una de las 12 misas pautadas para este Miércoles Santo.

Hasta las 10:30 a. m. al menos 25 personas fueron atendidas en la carpa de los bomberos, en donde también había presencia de Protección Civil del Municipio Libertador, todos ubicados frente a la entrada principal de la basílica. La mayoría por casos de hipertensión o desmayos dentro de la iglesia. 

Foto: Manuel Díaz
Acudir en familia

A Bárbara Calzadilla le gusta el color morado de la túnica que lleva puesta, tal cual como la que viste la imagen del Nazareno. Bárbara, tiene siete años de edad, y mientras hace cola para ingresar a la basílica, se abraza a las piernas de su mamá

Este año fue el primero, después de la pandemia por la COVID-19, en el que no hubo restricciones de aforo dentro de la basílica. Desde el Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital estiman al menos un millón de personas acudieron durante estos días a la basílica de Santa Teresa.

Foto: Manuel Díaz

Hasta las 10:30 a. m. al menos 25 personas fueron atendidas en la carpa de los bomberos, en donde también había presencia de Protección Civil del Municipio Libertador, todos ubicados frente a la entrada principal de la basílica. La mayoría por casos de hipertensión o desmayos dentro de la iglesia. 

Foto: Manuel Díaz
Acudir en familia

A Bárbara Calzadilla le gusta el color morado de la túnica que lleva puesta, tal cual como la que viste la imagen del Nazareno. Bárbara, tiene siete años de edad, y mientras hace cola para ingresar a la basílica, se abraza a las piernas de su mamá y mira a su alrededor. En sus manos sostiene una palma junto con una estampita. 

Dentro de la familia de Maryori Calzadilla, mamá de Bárbara, es una costumbre impostergable visitar al Nazareno el día martes para llevarle orquídeas y luego volver el miércoles para escuchar la misa.

Foto: Manuel Díaz

— Yo vengo por la fe y para agradecerle al Nazareno haber tenido la posibilidad de tener un embarazo sano y una hija sana, dijo Mayori desde una de las tres colas para ingresar a la basílica.

— Siento que le estoy agradecida y sé que él me puede ayudar a cumplir mis sueños, dijo Bárbara sobre lo que para ella significa visitar al Nazareno.

Nazareno
Foto: Manuel Díaz
Las promesas de Daniela

Cuando Miranda López nació, su mamá, Daniela Avello, le prometió al Nazareno que iría a visitarlo por al menos tres años consecutivos si la recién nacida se curaba de una infección.

Ahora Miranda tiene nueve meses y desde los brazos de su papá, Joel López, ingresó por primera vez a la Basílica de Santa Teresa,  junto a su mamá y su hermana mayor, Eliannis Méndez, quien también es parte de una promesa al Nazareno.

Foto: Manuel Díaz

Para Eliannis visitar al Nazareno es una experiencia de “mucha curiosidad” y a sus 11 años de edad siente interés “por saber más sobre esta creencia religiosa”. La promesa de Daniela en el caso de Eliannis se debió a que ella nació con una especie de protuberancia en su cabeza que presuntamente se debió a una mala praxis en el momento en que Daniela rompió la fuente.

“Eso fue porque me trataron mal en el hospital. A partir de allí yo le pedí al Nazareno que si a la niña se le desaparecía eso de la cabeza, yo se la ofrecía hasta que ella misma quisiera seguir pagando la promesa”.

Foto: Manuel Díaz
Las campanas de la iglesia no están sonando

Al entrar por la puerta principal de la basílica de Santa Teresa, del lado izquierdo, hay una venta de mercancía, relacionada con la imagen del Nazareno.

Carmen, quien forma parte del grupo de colaboradores de la basílica, es la encargada de la venta. En el tarantín hay afiches, estampitas, calcomanías, llaveros, chapas y franelas. Los precios van desde los 10 bolívares hasta los 300 bolívares.

Nazareno
Foto: Manuel Díaz

A un costado del tarantín hay un anuncio que explica que las ganancias de las ventas estarán dirigidas a la reparación de las campanas de la iglesia, las cuales dejaron de sonar debido a una falla de todo el sistema eléctrico del campanario que las hace mover y sonar.

Las campanas se dañaron hace unos cinco meses, cuando dejaron de sonar luego de una falla eléctrica en la zona. La idea es comprar una más moderna, cuyo costo está por los 4000 dólares y ya falta poco para comprarla. Queremos instalarla después de Semana Santa, dijo Ricardo Pino, sacristán de la Basílica de Santa Teresa.

Nazareno
Foto: Manuel Díaz
Foto: Manuel Díaz
Foto: Manuel Díaz
Nazareno
Foto: Manuel Díaz
Foto: Manuel Díaz

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