En La Candelaria los antisociales no perdonan ni al más pinta’o

Vecinos de la parroquia comentaron que la oscuridad de las calles se las pone fácil al hampa. Balas han impactado en habitaciones de hoteles y casi hieren a un huésped

Shaylim Castro/@ShayC_

Caracas. Al mediodía las calles de La Candelaria están abarrotadas de gente: unos haciendo cola para comprar, otros simplemente transitando por ahí. Pero cuando el reloj marca las 6:00 pm muchos comienzan a recogerse por la oscuridad e inseguridad que reina en la zona.

Así lo señalaron Carmen Chacón y Ana Hernández, vecinas de la parroquia, quienes agregaron que la avenida Andrés Eloy Blanco es una de las más peligrosas, pues ocurren robos diariamente por la falta de luz. Añadieron que hace dos meses le cayeron a tiros a un panadero cuando salía a trabajar.

Indicaron que han avisado a la policía cuando se cometen estos delitos, sobre todo los fines de semana con las fiestas que se hacen en las esquinas, pero la respuesta que reciben por parte de los funcionarios deja mucho que desear:  “¿qué quieres? ¿Qué me maten?”.

Hernández comentó que la manera de salir de esto es “cambiando de Gobierno y que las familias tomen conciencia, que haya una orientación y una vuelta a los valores que tanto se han perdido”.

Otros que reclaman que hay demasiada inseguridad en La Candelaria son los trabajadores. Pedro Pérez, encargado de un negocio, soltó que al comercio han llegado los malandros y con arma en mano atracan a los clientes.

El último susto lo pasó fue hace tres meses y confesó que esos escenarios no le queda de otra que “quedarse tranquilo, respirar profundo y decir: Gracias Dios que no me quitaron la vida”.

Aseguró que las veces que asaltaron en su negocio solo se meten con los clientes, pero que hace tres días le tocó su turno. “Me desvalijaron el carro en el estacionamiento, no quedó nada”, dijo no saber quién ni cómo lo hicieron, pero que no denunció porque la policía brilla por su ausencia. “Al final no hacen nada. La ley existe, pero hay corrupción”.

Tiroteos en locales

Quien tiene bastantes cuentos con el hampa es un empleado del Hotel Alex, quien no quiso revelar su nombre por miedo a futuras amenazas. Señaló que al frente del edificio hay una discoteca llamada Sambo Grill, donde todos los viernes y sábados se forman peleas y hace tres meses una llegó a los tiros.

“Tuvieron que cerrar el hotel, pero antes de eso le metieron cuatro tiros a las habitaciones 601 y 901, en el piso 6 y 9 respectivamente; entraron dos proyectiles a cada una. Incluso una casi mató a un huésped, que se encontraba sentado en el cuarto”.

Por eso pidió que aumenten la presencia policial en la esquina de Ferrenquín a La Cruz. Y aunque cuentan con el número del cuadrante de la zona dijo que los guardias llegan volando, solo recogen a unos cuantos malandros y después “los sueltan por ser familiares de policías”.

Estudiantes no se salvan

Residentes de la comunidad comentaron que ya es normal ver cómo los malandros les quitan los teléfonos a los niños al salir del colegio. Una vecina, quien no dio su nombre por seguridad, contó que ha visto a los antisociales abrazar a los muchachos mientras los atracan, para pasar desapercibidos.

Para ella ya esto se ha hecho normal a la hora de salida, sobre todo en un colegio salesiano que queda en la zona. Y aunque han denunciado que la delincuencia los tiene a monte, la policía sigue perdida.

Comerciantes se quejan de que atracan tanto a clientes, como a empleados. Cristian Hernandez/CU
Comerciantes se quejan de que atracan tanto a clientes, como a empleados. Cristian Hernandez/CU

Fotos: Cristian Hernández


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