En Sucre se ha abandonado la medicina preventiva y en los ambulatorios los pacientes mueren por falta de un tensiómetro

medicina preventiva

La protesta de los trabajadores de la salud a las  puertas del Huapa en Cumaná va más allá del mero reclamo salarial, por demás justo. La crisis le ha negado el derecho a la salud a la población.

 Cumaná. “Me retiré con 33 años de servicio y hoy, que tengo 80 años de edad, sigo en pie de lucha porque ahora más que nunca debemos estar unidos para lograr vivir de una manera digna, como nos merecemos”, afirmó Delia Reyes, enfermera jubilada que participó en una de las tantas manifestaciones que se han hecho en los últimos días para reclamar un mejor salario y condiciones de los centros de salud, porque en Sucre se ha abandonado la medicina preventiva.

Reyes advirtió que las luchas de antes eran comprometidas: “Las enfermeras de aquí eran más combativas. No se qué ha pasado o qué pasa”.

Desconcertada, dijo que no podía imaginarse por qué el respaldo a la protesta no era contundente. Se respondió a sí misma: “A menos de que estén amenazadas por los jefes o por el gobierno”.

Aunque la señora Reyes se jubiló con 7000 bolívares, hoy su sueldo llega a los 150.000 bolívares, el sueldo mínimo que dispuso el gobierno. Para ella es nada y vuelve a preguntarse: “¿Qué puede hacer uno con eso? Nada. Por eso hay que insistir y seguir en nuestras exigencias y en la denuncia”.

medicina preventiva
Foto: Mónica Salazar

Así como Reyes protestó el miércoles pasado a las puertas del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), principal centro asistencial de Cumaná, médicos, enfermeras, bionalistas, representantes de la sociedad civil, maestros y jubilados también alzaron su voz, todos bajo una misma consigna: “Y no, y no, no nos quitarán el derecho a protestar”.

Rafael Peroza, presidente del Colegio de Médicos de Cumaná, afirmó que hoy más que nunca hay que visibilizar lo que está pasando en el sector salud, porque “a pesar de todas las protestas que se han realizado la salud sigue en crisis”.

Advirtió que la situación es tan delicada que están obligados a exigir las mejoras de los centros dispensadores de salud.

En Cumaná –reveló– hay ambulatorios que no cuentan con un tensiómetro, y las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte.

Tenemos denuncias de la muerte de pacientes que no tuvieron un diagnóstico certero por no contar con tan elemental instrumento de trabajo”, agregó.

Peroza expresó que la protesta del sector salud va más allá del mero reclamo salarial, por demás justo, y manifestó su preocupación por la población que ante esta crisis tiene negado el derecho a la salud, y se ha llegado al punto de que se abandonó la medicina preventiva.

Se nos están muriendo nuestro pacientes con cáncer, adultos y niños; aunado a que  nuestros infantes fallecen de desnutrición”, condición endosable a la imposibilidad de acceder a la canasta básica alimentaria, lamentó.

“Son presa fácil de cualquier enfermedad incluso de algunas ya erradicadas que han vuelto aparecer porque ha mermado la capacidad de vacunación y se ha abandonado la medicina preventiva”, añadió.

En el caso de las enfermeras, además de exigir mejores condiciones laborales y reivindicaciones salariales, manifestaron que, aunque parezca fuera de contexto,  a los agremiados no se les ha dotado de uniformes, aunque recibieron en el sueldo por este concepto 10.000 bolívares, que no les permiten renovar su emblemático uniforme blanco.

Milagros Coronado, presidenta del Colegio de Enfermeras de Cumaná, alertó de que el Hospital de Cumaná carece de insumos para poder cumplir con su trabajo. Recibe de manera intermitente una dotación precaria que imposibilita prestar la debida atención a los pacientes que acuden a este centro de salud.

Destacó, además, la penosa situación del personal jubilado de enfermería, por cuanto, a pesar de haber cumplido con los 35 años de servicio y de tener 55 años de edad, como lo establece la ley, “nadie quiere jubilarse”: “Porque les pagan una porción del sueldo que llega a 70 %, pese a que el sueldo del personal activo alcanza los 240.000 bolívares, ¿qué se puede hacer con eso?”.


Participa en la conversación