Enfermeros “vendieron” chupetas y llaveros en plaza Brión de Chacaíto #CrisisEnSalud

La venta fue simbólica, pues las 150 personas que se acercaron a la jornada de salud fueron atendidas aunque no tuvieran dinero para comprar. La actividad formó parte de una serie de protestas creativas que están ejecutando los enfermeros, para informarle a la ciudadanía la crítica situación económica que vive el gremio. Ofrecieron control de signos vitales y orientación sanitaria. Quienes pudieron y quisieron colocaron en una cajita de cartón algún billete como colaboración.

Caracas. Eran las 10:00 a. m. cuando Arelis llegó a la plaza Brión de Chacaíto un poco mareada, fría y transpirando. Ahí se encontró con un grupo de enfermeros que tomaban la tensión, el pulso, la temperatura, la talla, el peso y que además ofrecían orientación en materia sanitaria.

—¿Ustedes están tomando la tensión? —preguntó Arelis.

—Sí, siéntese por aquí —le respondió uno de los enfermeros señalando uno de los bancos de la plaza.

—Pero, ¿cuánto están cobrando? —dijo la mujer.

—Si puede dar una colaboración, chévere. Si no puede, no se preocupe —indicó el enfermero.

Ella se sentó y esperó su turno. Tenía la tensión baja. Una de las enfermeras le dio un cambur y le dijo que permaneciera sentada unos minutos, bajo la sombra, para luego tomarle nuevamente la tensión. La paciente obedeció, se comió la fruta y poco a poco se fue sintiendo mejor. Le tomaron otra vez la tensión. Los valores se habían estabilizado. Le sugirieron ir a una consulta de medicina interna y le obsequiaron otro cambur.

Arelis vive con su mamá en una casa de zinc ubicada en Mamera. Dice que a esa hora no había desayunado porque no tenía nada que comer, que la bolsa del Clap de este mes no ha llegado a su casa. “Ahorita voy a Pérez Bonalde. Ahí ayudo a los buhoneros a arreglar, a limpiar, a recoger y ellos me dan algo de comida. Así resuelvo”, afirma la mujer que actualmente está desempleada. “Me están ayudando con un trabajo en un supermercado, peor no he podio sacar el RIF ni he podido abrir una cuenta bancaria, no sé cómo se hace eso”.

Arelis dice que tiene ya tiempo experimentando mareos y sudoración fría, pero cree que no vale la pena acudir a los hospitales.

Arelis fue una de las 150 personas atendidas este lunes, 29 de abril, por profesionales del Colegio de Enfermería del Distrito Capital, durante una jornada de salud que se llevó a cabo, sin toldos ni equipos sofisticados, en la plaza Brión de Chacaíto desde las 9:00 a. m. hasta las 12:00 m.

La jornada tuvo una intención particular. Además de brindar un servicio de salud a los ciudadanos, los enfermeros quisieron, con una venta de chupetas y de llaveros, y con una cajita de cartón que fungió de alcancía, representar las maromas que permanentemente tienen que hacer para conseguir un dinero extra que les permita subsistir, pues el sueldo que reciben no les alcanza para nada.

Todo el que pasaba por la plaza podía escuchar a uno de los enfermeros que pregonaba a viva voz: “Profesionales de la salud realizan jornada alternativa ante la ausencia de un salario digno”.

La gente se detenía, observaba, se acercaba, preguntaba si había que pagar y esperaba su turno. La licenciada Nelbett Ramírez, como todos los que participaron la jornada, recibían a cada persona amablemente y hasta con algunos chistes para sacarles una sonrisa a quienes ni siquiera se quieren acercar a los hospitales de Caracas por la pésima situación en las que están.

Ramón Agüero, integrante de la Comisión de Negociación y Conflicto del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital, dijo que jornadas de este tipo también permiten conocer la dramática situación que viven muchos venezolanos.

“Nos llegan personas jóvenes que nos dicen que pesaban 70 kilos y que ahora están pesando 45, o que te comentan que no han comido porque el sueldo no les alcanza”, dijo Agüero antes de que Arelis llegara al lugar y compartiera algunos elementos de su dura realidad.

Los enfermeros seguirán realizando jornadas de este tipo con el fin de hacer llegar a la ciudadanía, de un modo más directo, información sobre la realidad que padecen los profesionales de la salud en Venezuela.

Foto: Luis Morillo

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