Las instituciones educativas más desatendidas son las que se encuentran en las periferias de Barquisimeto, así como en las parroquias y municipios foráneos del estado Lara.
Barquisimeto. En la comunidad Villa de Jesús, ubicada en el kilómetro 14, vía Quíbor, 170 niños de preescolar y primaria reciben clases en ambientes que representan un peligro para su seguridad y su salud. Esta escuela de Barquisimeto muestra lo que no debería ser una institución educativa.
En la Escuela María del Carmen Ramírez, aparte de la infraestructura precaria, los pisos son de tierra, tienen un baño multiuso con un pozo séptico, los pupitres y escritorios están deshechos.
Las paredes y techo de láminas de zinc se caen a pedazos, amén de las maderas que sostienen la estructura.
El techo parece un colador. Cada día aparecen más goteras”, comentó una docente.
La escuela se encuentra en una invasión y fue fundada el 12 de febrero de 2012. Se formó para darle cabida a un grupo reducido de niños que estaban sin escolaridad, ya que las escuelas adyacentes no tenían cupo.
María Sierra, docente de la institución, comentó además que no aceptaron a los niños por provenir de una invasión y que eso podía darles problemas.
Esta comunidad está habitada por 573 personas, entre niños y adultos. Hay 90 viviendas, construidas por la Gran Misión Vivienda Venezuela, y 117 ranchos.
La situación de la escuela es muy crítica, indicaron vecinos de la zona y trabajadores de la institución. Todo lo que se ha hecho es con recursos de la comunidad, no hay dotación del gobierno y es precisamente lo que quieren, una escuela digna para los niños.
Es más lo que llueve adentro que afuera; todo se moja, todo se inunda. Cuando hay sol, se nos hace difícil porque las condiciones del techo son caóticas, está completamente deteriorado”, comentó Sierra.
Los docentes tomaron la decisión de suspender las clases los días que llueve, porque no pueden trabajar. Y en condiciones habituales, los niños son despachados a las 10:00 de la mañana.
Ya son 11 años de esta situación, y no es por falta de diligencias, se han hecho decenas de gestiones.
En un primer momento la profesora Teresa Vivas les ayudó a hacer estos ambientes. Les dio las orientaciones y un grupo de docentes levantaron la infraestructura con esa idea.
No es solamente porque queríamos un trabajo, como nos dijeron en Caracas: ‘Ustedes lo que hicieron fue llegar, armaron cuatro latas, cuatro palos y ya’. No, esto se dio con la idea de darle oportunidad de estudios a niños que no estaban escolarizados y había una matrícula muy grande”.
María Sierra, quien vive en la comunidad y trabaja en la escuela, no justifica que el gobierno regional y nacional hayan construido casas, sigan haciendo casas y no la miran la escuela.
Tienen un comedor a medias, que funciona en una casa porque no hay otro espacio. Esa casa queda a una cuadra de la institución. La bombona de gas es de la dueña de la residencia y les dura aproximadamente una semana porque es de 10 kilos.
La comida que les reparten a los niños es la que viene de las bolsas Clap. Les entregan 18 bolsas mensuales, pero no les envían proteínas, indispensables para la alimentación de los alumnos. Los aliños se los piden a los representantes.
Todo lo de la escuela viene de la propia comunidad. No nos han dotado de nada, ni la Zona Educativa. Todo lo que tenemos acá son recursos que hemos logrado traer de otras escuelas que sí las han dotado y nos dan las cosas viejas. Nosotros trabajamos con las uñas, pero con mucho amor”.
Informaron que les asignaron el terreno y miembros de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE) los han visitado en varias oportunidades, incluso una comisión de Caracas.
No queremos que sigan viniendo personas, tomen fotos; en el Ministerio de Educación lo saben, lo saben todos, pero nadie da respuesta. Mientras tanto, los niños están padeciendo y nosotros también”.
Jackson Contreras, líder de la comunidad Villa de Jesús 2 y obrero de la institución, asegura que no es por responsabilidad del personal que la escuela está en esas condiciones. Afirma que han entregado oficios al presidente Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello, al alcalde Luis Jonás Reyes, al gobernador Adolfo Pereira, a la almirante Carmen Meléndez.
Comenta que diputados han hecho visitas y hasta Mirna Víes, cuando era jefe de la Zona Educativa, estuvo en el lugar. Recuerda que, desesperada, pidió un ventilador porque no aguantaba el calor.
Diferentes personalidades han pasado por aquí, pero no ha habido respuesta alguna. Contamos con una matrícula de 151 niños desde preescolar hasta 6° grado, tenemos dos madres procesadoras, dos obreros y nueve docentes”.
Acotó Contreras que sí tienen una cocina donada por el alcalde de Iribarren, pero sin bombonas, y tampoco tienen neveras. La primera dama local les dijo que no podían hacer más nada porque no tenían recursos para la institución.
Relata que hace cinco meses hicieron la solicitud de donación de dos cilindros de gas de 18 kilos, a través de la aplicación gubernamental VenApp. El requerimiento se aprobó y se recibió la visita de los funcionarios, pero siguen esperando.
Contreras informó que la escuela inició con un código prestado. El Ministerio de Educación ya les asignó el nombre, pero continúan con un código de otra institución.
Creo que influye que nos tienen como Ambiente Externo y no una escuela constituida con infraestructura”, comentó María Sierra.
Aunque sí han recibido la dotación de uniformes, bolso escolar, zapatos, no ha sido dotada de tecnología. Los niños no tienen canaimitas y el trabajo administrativo lo realiza la directora en su casa, porque no cuentan con una oficina.
De acuerdo con un informe de Cecodap, y según cifras de la Zona Educativa, en Lara existen 2056 planteles educativos, de los cuales 950 dependen de la Gobernación.
La falta de mantenimiento en las infraestructuras, especialmente durante la pandemia, terminó de dañar lo poco que había en buen estado. Representantes gremiales insisten en que las escuelas no están en condiciones óptimas para recibir alumnos.
Los docentes señalan que, a pesar de no ganar un sueldo acorde a la canasta básica, hasta los artículos de limpieza los llevan ellos mismos o los consiguen por donaciones.
La voz oficial
Crónica.Uno solicitó a la jefatura de prensa de la Gobernación de Lara, una entrevista con Eleamer Elkatrib Abdala, secretario de Educación Regional. La cita no fue concedida, ya que solicitaron de antemano la información de los docentes de la escuela denunciante, que no fue dada por la corresponsalía local.
El alegato ante la no tramitación de la entrevista fue que era mejor que los docentes hicieran una nueva solicitud para otra visita gubernamental.
Cabe destacar que las entrevistas a los directores de la Gobernación de Lara deben ser solicitadas y autorizadas por la jefatura de comunicación de este ente gubernamental.
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