Más de 30 vecinos de las parroquias caraqueñas se dieron cita en el evento organizado por Crónica.Uno que buscaba responder si la ANC es un fraude a la Constitución o si, como propone el Gobierno, es un espacio para el diálogo y la paz. Luego de tres horas de ponencias, preguntas y debates, la mayoría coincidió en el hecho de que el pueblo fue excluido del proceso.
Caracas. Durante la mañana de este jueves, vecinos de varias parroquias capitalinas se dieron cita en el salón Monseñor Romero de la parroquia de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y ahí despejaron sus dudas sobre si la propuesta del presidente Nicolás Maduro de llamar a una Constituyente supone un fraude a la nación o, por el contrario, es un espacio para el diálogo y la paz.
El abogado constitucionalista Carlos Ayala y el jesuita Alfredo Infante, director de la Revista SIC del Centro Gumilla, dejaron claro que con el llamado a la Constituyente se está ante un fraude y una evidente violación a la Carta Magna de 1999; mientras que para la expositora Elisa Araujo —cofundadora del colectivo Defendiendo la Lactancia Materna y militante de la Red de colectivos Tetas en Revolución— la convocatoria de Maduro pretende desmontar la “violencia fascista”.
Javier Barrios, periodista de Fe y Alegría, estuvo a cargo de la moderación y desde el sitio hicieron transmisión en vivo para la radio.
Rafael Bravo, participante, carretera vieja Carcas-La Guaira: “En cuanto al sí o no de la propuesta constitucional se está discutiendo en el barrio. Pero sí se está obviando la participación por parte de un sector, el de la oposición. Ellos no están debatiendo. Creo que a la Constitución sí hay que hacerle una revisión, pero tenemos que respetar lo que dice la gente. Eso es lo que nos va a llevar a la paz, pero para eso tenemos que participar, por el sí o por el no“.
El llamando a una Constituyente comunal sectorizada y territorial levantó el polvero. Pero barrio adentro, los vecinos no saben cómo se come ese plato oficialista. Los panelistas que fueron agrupados en una sola mesa por Crónica.Uno mostraron sus puntos de vista ante este proceso convocado el pasado 1° de mayo de este año.
El primero al bate para deshojar la margarita fue el profesor y abogado Carlos Ayala Corao, quien explicó de manera pedagógica por qué estamos frente a un fraude constitucional:
Una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) es un órgano que representa al pueblo y se organiza en momento de crisis. Es para hacer una Constitución que genere un cambio y un nuevo ordenamiento jurídico. No obstante, en un país como este donde hay más pobreza, donde la gente tiene un sueldo que no alcanza, una nueva Constitución no va a solucionar ninguno de los problemas”, dijo.
Para Ayala Corao, una convocatoria como esta sin consulta al pueblo es un fraude. “El pueblo es el depositario del Poder Constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar a una ANC, tal como lo dice el artículo 347”.
Participante. Manuela Ortega, ingeniero químico: “Soy hija de padres extranjeros nacionalizados y aún teniendo una nacionalidad originaria que es la venezolana, a la que nunca renuncio, no me pude postular a la asamblea. Eso es un error de la convocatoria. No veo libertad en este proceso“.
“Es una Constituyente impuesta desde el poder y por eso es un fraude. Se está convocando para el estado oficialista. No es incluyente y tampoco es un punto de encuentro. Una nueva Constitución debe ser un punto de encuentro”.
Se refirió a que el país tiene una población de casi 35 millones de habitantes y, por tanto, esa cifra —de los postulados— no es una representación.
Lo otro es que las bases de esa convocatoria, dijo, están repletas de violaciones a la Constitución. “Simplemente nos quitan la capacidad ciudadana de elegir y destruyen la universalidad del voto al no dejar que el pueblo se exprese. Tan sencillo como que no tiene las condiciones para crear un espacio para la paz”.
Otras de las violaciones, según Ayala Corao, es que no pueden inscribirse personas naturalizadas. “Hay una manipulación de la representación”, destacó.
“La Constituyente escucha la voz de la mujer”
Elisa Araujo, quien también se postuló como candidata a la Constituyente, en su intervención de 20 minutos destacó que esta propuesta gubernamental escucha la voz de la mujer, la más débil —según dijo— en la crisis actual.
A su juicio, este llamado es el renacer de una nueva mayoría pues se hizo una convocatoria abierta.
“La Constituyente es la forma clara que tiene el pueblo para crear o reformar una constitución, desde el Poder Originario. Además es una acción política para desmontar el escenario violento-terrorista que han realizado los sectores fascistas en nuestro país con proyección hacia una guerra civil”.
Participante. Vidal Verde: “Es necesario este tipo de eventos para construir la tolerancia. Y en cuanto a la Constituyente nosotros somos el poder originario. Pero hay un impedimento grande por parte del Poder Ejecutivo. Si es el legado de Chávez por qué hay tantas diferencias. Por qué en una crisis tan fuerte hay tanto miedo”.
Araujo consideró que esta opción estratégica abre caminos tácticos hacia nuevas formas de diálogo y obliga a la oposición a reconsiderar sus objetivos políticos, necesarios para alcanzar la paz, el entendimiento y el reimpulso de la convivencia en Venezuela.
“La Constituyente es una jugada magistral del presidente de la República para desarmar a los violentos y con ella busca profundizar la distribución justa de la renta para que los hijos de la patria tengan acceso a la educación, a los alimentos, al agua potable, a la cultura y a las grandes misiones”.
En el barrio se impone el patriota cooperante
La visión desde el barrio la plasmó el padre Jesuita Alfredo Infante, quien destacó que “si nos ponemos en la perspectiva política nunca va a ver tejido social en el barrio, pero si comenzamos a dialogar desde nuestras necesidades vamos a encontrar gente con sensibilidad chavista y personas con sensibilidad opositora”. Contó que luego de 2015 los vecinos en su zona, la parroquia La Vega, se expresaban políticamente, había encuentros en la calle y se daban sin violencia. “Ahora la gente está sintiendo miedo desde que comenzó a escucharse la Constituyente. En la calle, en la cola del jeep, se nota que la gente tiene repudio pero en estos momentos no se atreve a decirlo, le da miedo, pues en el barrio existe la cultura del patriota cooperante, que está haciendo mucho daño. Donde hay miedo no se puede hablar” (sic).
El religioso ejemplificó el tema con el chamo del barrio que le pide a una muchacha que sea su pareja. “Si ella no da su consentimiento y él se la lleva eso es una violación. Eso es lo que está ocurriendo. El Presidente no está consultando al pueblo”. Explicó que en el barrio hay gente muy pobre, de primera clase, popular, personas que manejan plata. “Es una diversidad, la comunidad no es homogénea. Pero lo común en todos son los problemas que los afectan”.
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Fotos: Omar Villafañe
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