El Bar Miami, ubicado en la zona histórica de La Guaira, expende desde 1949 este tipo de bebidas caribeñas a cientos de visitantes y lugareños que buscan entre sus 28 sabores ofertados, uno que contribuya con un buen día de playa o de celebración familiar.

La Guaira.- Con la mirada hacia la fuente de la Prosperidad, Antonio Requena recibe en el Bar Miami un pedido de aguardiente blanco, mientras sonríe detrás de su mascarilla facial.

Sabe que en esta Semana Santa, decenas de caraqueños buscarán la esquina de Las Trincheras, en la prolongación de la zona colonial de La Guaira, para llevarse una de sus guarapitas de guanábana, parchita o papelón, en el tránsito hacia las playas del Litoral Central.

“Son las mejores, yo he probado las de El Cojo (en Macuto) y Naiguatá. Pero este sabor es único, no ha cambiado en muchos años”, comentó Altagracia Clemente, quien llegó con su hija al mostrador del Bar Miami, donde Antonio tiene 30 años atendiendo el negocio heredado de su abuelo, José Manuel Requena.

Hace cinco décadas, su familia compró el local a los parientes del fundador del establecimiento, Juan Vicente Torres Purroy, para mantener la tradición de la bebida caribeña. En el año 2000, su abuelo falleció. No obstante, sus seis hijos y nietos conocen el secreto de la preparación del producto.

Él decía que la guarapita (bebida alcohólica a base de jugo frutas con ron, ginebra o aguardiente) era lo representativo de nuestra idiosincrasia y eso siempre atraería a los turistas”, explicó quien desde la tragedia de diciembre de 1999 tuvo que mudarse a San Antonio de Los Altos, en el estado Miranda.

Requena se encarga personalmente de la elaboración de la bebida: “Es un lugar exclusivo para eso, cuidamos la pulcritud y la técnica aplicada desde los orígenes en 1949. Son guarapitas naturales, sin aditivos ni colorantes y con frutas bien seleccionadas”.

Tras la cuarentena por el Covid-19, el local, que también ofrece al público otros licores, abre sus puertas de jueves a domingo, entre las 10 de la mañana y las 8 de la noche.

Actualmente, exhibe la cuenta de Instagram @garapasbarmiami, pero Antonio confía en que la mejor publicidad la extiendan sus clientes.

Seguiremos viendo con orgullo a padres que traen a sus hijos y nietos, incluso a quienes desde el extranjero nos recomiendan con familiares y amigos que bajan a las playas. Apostamos al futuro de La Guaira y de Venezuela”, asegura.

La magia de los 28 sabores

Los días de sol, salitre y vientos alisios del mar Caribe en el rostro de transeúntes y conductores de la avenida Soublette, no impiden las continuas solicitudes en este negocio, cuya fachada no es llamativa, aunque su letrero en madera data de los años 60.

“Traje a mi hija para que cuando vaya a la playa con sus amigas, se pare aquí también y se lleve la de su preferencia”, agregó Clemente, que saboreaba porciones de guarapas de tamarindo, patilla, melocotón, coco y durazno.

En total, son 28 sabores, entre los que también destacan melón, ponche crema, papelón, mango, limón, cóctel de frutas, flor de Jamaica, piña colada, café y ron con pasas, en presentaciones de una botella plástica de un litro.

Las presentaciones de guanábana, parchita, guayaba, mango, tamarindo, piña, coco y patilla, respectivamente, cuestan 4 dólares americanos (Bs 20) cada una. Otros sabores, como níspero, melocotón y mora, se expenden a $ 5 (Bs 25).

Si un cliente desea consumir solo un trago de la bebida, el mismo le costará cinco bolívares o un dólar. Si prefiere las bebidas cremosas (ponche, café, cacao o ron con pasas), entonces el valor alcanzará los 7 dólares americanos (Bs 35).

Nos adaptamos al bolsillo del cliente, quien probará los sabores para que decida según su gusto y sus posibilidades económicas”, afirmó Requena, de 56 años de edad.

Amigos y celebridades

Entre tragos en vasos pequeños de café y pedidos de botellas, el Bar Miami, a 100 metros de la histórica calle Bolívar, ha sido un sitio de confluencia vecinal no solo de La Guaira sino también de Catia La Mar, Maiquetía, Macuto, Caraballeda y Naiguatá.

Venían a conversar con mi papá los fundadores de la cabalgata de los Reyes Magos (declarada en enero de este año Patrimonio Cultural Inmaterial de Venezuela) con el difunto Pepe Cabrera y los miembros de la Junta Glorias a Vargas. Las ideas de esa gente, que tanto le ha dado a esta tierra, fueron compartidas desde aquí entre tragos y mucho humor”, relató.

Las guarapitas del Bar Miami de La Guaira atrajeron, igualmente, a la periodista Valentina Quintero, al jinete Ángel Francisco Parra, al narrador deportivo, Marco Antonio “Misiú” Lacavalerie; los actores}, Aroldo Betancourt y Wilmer “Coquito” Machado, los peloteros Freddy García y Rusell Vásquez (oriundo de la capital litoralense), además de centenares de dirigentes políticos y líderes sociales de esta entidad federal.

A pocos días para el asueto de Semana Santa, Antonio todavía resiente las dificultades derivadas de la pandemia, pero se muestra optimista en cuanto a que no pocos buscarán sus guarapitas para ir a las playas, los ríos y las montañas de un estado que pretende convertir al turismo en su piedra angular de desarrollo.


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