Hallan muertos a dos de los cuatro desaparecidos en naufragio en el Caroní

Hallan muertos a dos de los cuatro desaparecidos tras naufragio en el Caroní

Una curiara naufragó este domingo 24 de octubre en el sector Toro Muerto, en Puerto Ordaz. Sus cinco tripulantes se dirigían a Caruachi cuando naufragaron cerca del embalse de Macagua.

Ciudad Guayana. Dos de los cuatro desaparecidos en el reciente naufragio en aguas del Caroní se hallaron sin vida la mañana de este martes 26 de octubre.

Los cuerpos corresponden a Harol Canales, de 40 años, y Marcos Reyes, de 41, según confirmó el cuerpo de rescatistas. Domingo Labastida, de 51 años; y Daniel González, de 47, siguen desaparecidos. 

Las dos víctimas junto a otras tres personas naufragaron la tarde del domingo 24 de octubre cuando salieron del sector Toro Muerto, en Puerto Ordaz, con destino a un asentamiento campesino en Caruachi, donde siembran yuca y ñame. Familiares comentaron que estos viajes eran frecuentes en ellos.

Sin embargo, esta vez la corriente del río Caroní y las fuertes olas por el mal tiempo provocaron que la embarcación tipo curiara se volcara.

De los cinco tripulantes, hasta ahora solo se reporta un sobreviviente: Máximo González, de 37 años de edad. 

Familiares de las víctimas pidieron mayor apoyo y celeridad en las operaciones de búsqueda.

Segundo naufragio 

Este es el segundo naufragio que se reporta en poco más de un mes en el Caroní. El pasado 20 de septiembre naufragaron cinco personas que pescaban cerca del Parque La Llovizna, en un área restringida de la represa de Macagua. Solo tres fueron rescatadas con vida.

El 18 de septiembre de 2019 hubo un caso similar. Seis pescadores se adentraron a la laguna Los Espejos, en el parque La Llovizna. Al abrir las compuertas de Macagua, la zona se inundó. Cuatro de ellos fueron rescatados con vida.  En estos dos casos, las víctimas se dedicaban a la pesca en zonas restringidas del embalse Macagua, una práctica a la que recurren como medida de subsistencia.

Esta práctica resulta peligrosa por las fuentes corrientes en las áreas cercanas a los embalses y los parques La Llovizna y Cachamay. Sin embargo, las autoridades tampoco aplican medidas sancionatorias ni cuentan con la legislación para impedir este tipo de pesca.


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