Hermanas de la congregación Hijas de Cristo Rey abandonan Venezuela por falta de visado

Cristo Rey

La congregación emitió un comunicado en el que anuncia la separación de las religiosas  de sus labores como rectoras y mentoras de la Unidad Educativa Privada Cristo Rey, ubicada en El Limón, estado Aragua. Esta institución, sin embargo, seguirá operando como hasta ahora, con la conducción de laicos comprometidos con la misión de la congregación.

Maracay. Después de 61 años de labor educativa ininterrumpida en Venezuela, las hermanas de la congregación Hijas de Cristo Rey dejarán temporalmente la tarea rectoral que venían asumiendo al frente de la Unidad Educativa Privada Cristo Rey, ubicada en el Limón, municipio Iragorry del estado Aragua.

“Debido a que no se nos facilitan los trámites de visado de residencia, dejamos por un tiempo nuestro trabajo en el colegio, en manos de un grupo de laicos comprometidos con nuestro carisma”, explica el comunicado de la congregación emitido el pasado 24 de mayo, dos días antes de que se cumpliesen 145 años de la fundación del Instituto de las Hijas de Cristo Rey, creado por el sacerdote español José Gras y Granollers.

La directora de la institución educativa Cristo Rey, profesora Gloria Ayala, aclaró que pese a las lamentables circunstancias que impiden la permanencia en el país de algunas de las hermanas de la congregación, el colegio sigue y seguirá ofreciendo educación a niños y adolescentes de escasos recursos, tal y como ha ocurrido por más de seis décadas.

La institución sigue funcionando –dice– y la dirección del colegio siempre ha estado en manos de un seglar. Esta salida momentánea de las hermanas no afectará esta gran obra, aunque su presencia y permanencia es de vital importancia, como rectoras y consejeras.

La directora de la unidad educativa desconoce por cuánto tiempo se puede prolongar la ausencia de las hermanas de la congregación. Solo espera que el retorno sea pronto.

Aquí estamos, las ayudantes, las hijas de Cristo Rey. La lucha sigue siendo la misma y el colegio sigue funcionando porque ellas (las monjas) nos han confiado esta tarea, porque saben que nuestro compromiso principal es con Dios y de seguir trabajando para atender a la población estudiantil más necesitada”, reafirma la profesora Ayala.

Trámites complicados

Los trámites de residencia para las monjas nunca fueron tan engorrosos y dilatados como ahora. En épocas anteriores, el ingreso y salida del país era más expedito. Además, muchas de las religiosas ya son de avanzada edad, por lo que aquellas que pudieron ingresar al país para suplir, hoy no cuentan con el respectivo visado de residencia.

Entre las afectadas, está la propia superiora de la congregación, proveniente de Perú, quien desde que llegó, no ha podido regularizar sus documentos de permanencia en Venezuela.

La UEP Cristo Rey en El Limón, adscrita a la Asociación venezolana de educación católica, AVEC, cuenta en la actualidad con 66 docentes y un poco más de 1000 estudiantes desde preescolar hasta sexto grado. 

Los jóvenes reciben una formación académica integral, gracias a que posteriormente la institución fue autorizada para graduar a adolescentes con títulos de técnicos medios en laboratorio clínico e informática.

El mayor porcentaje de los estudiantes provienen de familias de escasos recursos del municipio Iragorry, particularmente de zonas como Tejerías, Las Mayas, El Paseo, Caña de Azúcar, La Candelaria.

La Congregación Hijas de Cristo Rey tiene presencia en Europa en países como España, Italia y Albania; en África en Senegal y Togo y en América latina en Colombia, Ecuador, Argentina, Bolivia, Perú y Venezuela. Enarbola como misión, “dar respuesta a las necesidades educativas de nuestro mundo y a las nuevas llamadas que nos hacen nuestros hermanos en situación de mayor vulnerabilidad y riesgo”.


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