La industria farmacéutica tiene más escollos para producir y la escasez de medicinas está entre 50 y 100%

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La fabricación de autopartes de vehículos cayó 90 % y según sus voceros, las empresas de ese sector están a punto de desaparecer.

Caracas. Por el modelo de controles del Gobierno las industrias operan a baja capacidad, lo que incrementa la ausencia no solo de alimentos, sino también de medicinas, artículos de higiene y hasta repuestos.

Una de las áreas que tiene más obstáculos es la de salud. La producción de la industria farmacéutica va palo abajo por la menor asignación de dólares oficiales y la regulación de precios.

Tito López, presidente de la Cámara de la Industria Farmaceútica (Cifar), indicó que “los laboratorios están hibernando. Las industrias tienen muchos problemas de producción, no de distribución”.

El Gobierno insiste en que la escasez se debe a las dificultades en la distribución, por lo cual a través de la Gran Misión Abastecimiento Soberano (GMAS) contempla controlar el despacho de medicinas. Pero la reducción de las operaciones sigue incrementando el desabastecimiento, que oscila entre 50 y 100 %, dependiendo del medicamento.

Según la organización, actualmente las mayores fallas de suministro se registran con las medicinas cardiovasculares, hormonales, las del sistema nervioso central y los anticonvulsionantes.

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López indicó que si bien hubo un “ligero” apoyo a las plantas en el país, los escollos son mayores, siendo uno de ellos la asignación de dólares. Este sector recibe divisas a la paridad de 10 bolívares y a lo largo de 2016 le han autorizado 75 millones de dólares, cuando la deuda con los proveedores es de 728 millones de dólares. “Lo entregado en este período es 30 % menor a lo que se dio en 2015”, sostuvo.

Al recorte en la entrega de billetes verdes se añade el rezago en el ajuste de los precios de medicinas, que están reguladas desde 2003. En la primera mitad del año, el Gobierno arrancó con la revisión, pero apenas autorizó incrementos al 10 % de los 1.300 medicamentos controlados.

“Hay que revisar los precios. No puede ser que un medicamento se venda en dos bolívares, mientras que el empaque cuesta 500 bolívares”, dijo López en el foro “El desarrollo productivo de Venezuela como prioridad”, organizado por Conindustria.

A punto de desaparecer

Además del sector salud, el automotor es otro de los más golpeados por las distorsiones de la economía.

José Luis Hernández, presidente de la Cámara de Fabricantes de Productos Automores (Favenpa), apuntó que la industria de autopartes de vehículos está “a las puertas de la desaparición”, porque la producción de piezas ha caído 91 %.

“Este sector trabaja a menos de 30 % de su capacidad. No se tienen materias primas y desde hace dos años y nueve meses no hay acceso al crédito extranjero”, expresó el directivo, quien agregó que el sector carece tanto de insumos importados como de nacionales.

“Se requieren 110.000 toneladas de acero y apenas en este 2016 se ha dado 4 % de lo que demanda la actividad. De aluminio se ha entregado 45 % de las necesidades. Es difícil seguir así, las industrias están en colapso”, añadió.

Desde 2012, la industria automotriz está en crisis y para poder recuperarse, aseguran los empresarios, se necesitan cambios en las reglas.

Las dificultades se extienden a la industria química. El presidente de la Asociación Venezolana de la Industria Química (Asoquim), Francisco Acevedo, señaló que la deuda por las liquidaciones pendientes de divisas llega a 420 millones de dólares y en el transcurso de 2016 es muy poco lo que se ha otorgado por la vía del Dicom (dólar complementario).

Por esa restricción, las empresas trabajan a menor capacidad y destacó que actualmente las mayores fallas las tienen los fabricantes de pinturas y pegamentos.

Las medidas urgentes

Ante las radiografías que muestran los sectores clave de la economía, Conindustria sugiere la aplicación de medidas urgentes.

El presidente del organismo, Juan Pablo Olalquiaga, manifestó que “necesitamos la recuperación para garantizar el abastecimiento, mejorar los puestos de trabajo para poder cambiar nuestra perspectiva de vida a una que nos provea la oportunidad de sentir que sí somos capaces”.

Agregó en un comunicado que “la creación de industrias requiere de una política de Estado con visión de largo plazo, que se instrumente mediante políticas públicas consensuadas entre el Estado y el sector privado”.

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