Trabajadores de Cartón Venezuela, antigua Smurfit Kappa, aseguran que la Junta Directiva presidida por Hugo Cabezas ha hecho caso omiso a sus planteamientos, indicaron que el mantenimiento preventivo nunca se hizo y las consecuencias se muestran en la poca producción de papel cartón. Refirieron además que pese a las declaraciones de los gerentes de la empresa, la misma mantiene pasivos laborales, incluyendo el reciente aumento anunciado por Nicolás Maduro.

Barquisimeto. Trabajadores de Cartón Venezuela (Mocarpel), antigua Smurfit Kappa, principal fábrica de estos productos en el país, ubicada en el sector El Carnonero, municipio Veroes del estado Yaracuy, han realizado varias protestas exigiendo la reactivación de la planta y el pago de pasivos laborales. Afirman que tienen más de cuatro meses sin recibir beneficios y tampoco el aumento salarial decretado por Nicolás Maduro. Advierten que en inventario quedan poco más de 600 toneladas de cartón.

Smurfit Kappa, transnacional irlandesa que producía papel y cartón para todo el país, fue expropiada el 21 de agosto de 2018 por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), legando abuso de posición de dominio, ya que poseía varias fábricas en otras regiones de Venezuela; fue ocupada por los trabajadores y actualmente la junta administrativa está presidida por Hugo Cabezas.

A raíz del cambio de gerente general en la planta de Yaracuy, por órdenes de quien preside la Junta Administradora, los empleados cuestionan la nueva gestión frente a Mocarpel, pues no ha cumplido con el pago de beneficios laborales, incluidos en la contratación colectiva, ni el último aumento presidencial. La directiva alega que no hay recursos para honrar dichos compromisos.

Frente a la posición de la ahora empresa estatal, los 269 trabajadores que aún quedan, han realizado un conjunto de acciones de protesta para llamar la atención del gobierno de Nicolás Maduro, con la esperanza de que por ser “el presidente obrero”, debería estar de lado de los trabajadores, que por la actividad de la planta, requieren laborar las 24 horas, todos los días, en todos los turnos.

Cartón Venezuela
Trabajadores vienen denunciando una serie de irregularidades dentro de Mocarpel así como la no cancelación de pasivos laborales. Foto Yelitza Figueroa

La empresa, que llegó a elaborar 9000 toneladas de papel mensuales, redujo la producción a 6000 toneladas anuales. No se volvió a ejecutar mantenimiento preventivo de las instalaciones y las calderas se han deteriorado; además el horno de cal no está funcionando. Con estas cifras y las últimas acciones, Cartón de Venezuela, única empresa en el país que produce papel y cartón para embalaje de productos terminados, corre el riesgo de dejar sin insumos a la industria nacional que requiere de sus productos.

Advertencia sin respuesta

Ramón César, ingeniero que laboró como asesor desde marzo de 2019 hasta febrero de 2022 cuando ya no se le permitió la entrada a la empresa, indicó a Crónica.Uno que tras una alianza estratégica de inversión de Mocarpel (Cartón Venezuela) con Topenca, se logró una producción de 6000 toneladas de cartón en tres meses. Misma cantidad se fabricaba antes de la unión de estas dos firmas, en un año.

Cartón Venezuela
Ramón César, ex gerente de Mocarpel, antigua Smurfit Kappa afirmó que a su salida, en almacén queda poco mas de 600 toneladas de cartón, lo necesario para un millón de cajas de huevos y no se ha vuelto a producir material. Foto Yelitza Figueroa

Desde que llegamos en 2019, nos reunimos con el señor Hugo Cabezas y decidimos acompañarlo para que la empresa arrancara, pues la planta venía muy mal, y siempre hicimos los señalamientos y correcciones que deberían hacerse. Lamentablemente en todo ese tiempo, eso no sucedió y ahora estamos en la situación actual. Es lamentable que lleguemos a esto” destacó César.

La alianza estratégica comprendía que Topenca pondría 3000 toneladas de madera y demás insumos para producir 2500 toneladas de cartón, de las cuales 500 toneladas le pertenecían a Cartón de Venezuela (Mocarpel) para comercializar las cajas y pagar a los trabajadores. Dicha alianza la realizó Hugo Cabezas y comenzó a llegar, de acuerdo a declaraciones de César, todo lo necesario para producir como la madera, el ácido, la soda y el gasoil, pero el representante del Gobierno nacional dejó de pagarle a los trabajadores y no dio la cara.

En ese sentido, los empleados, como medida de protesta dejaron de trabajar durante todo el mes de diciembre de 2021.

“Al señor (Hugo Cabezas) se le entregaron 1500 toneladas de madera desde octubre a diciembre. Esas 1500, él debía transformarlas en cajas, generar dinero para pagarle a los trabajadores y eso no ocurrió. Llegó el 15 de febrero y el aliado no pagó. La empresa Topenca, había sido consecuente prestándole dinero a Cartón de Venezuela para que pagara las nóminas porque esa es la realidad y tengo los vouchers. Y aún así, el 4 de abril, la empresa Cartón de Venezuela decidió que Topenca no entraba más y el día 7 de abril sacó un documento donde dice que la alianza se terminó el 30 de marzo” acusó César.

Cesar mencionó además, que el papel que quedó en almacén, se hizo con el material de Topenca, que Hugo Cabezas, aparte de romper la alianza, se quedó con el insumo y la madera; y que Cartón de Venezuela se habría comprometido a pagar ese material. A pesar de toda la situación, César se quedó ayudando al nuevo gerente porque afirma que “este señor que fue puesto a dedo por Hugo Cabezas no sabe nada, es abogado y no sabe absolutamente nada, ni cómo funciona esta planta. No tiene ni idea de dónde está parado” acotó.

Tanto el ingeniero como los trabajadores, están conscientes que producir es la única manera de obtener los beneficios que necesitan pero se preguntan cómo van a hacerlo si volvieron a los tres años anteriores donde llegaban tres gandolas de madera, se sacaban 100 toneladas de cartón y afortunadamente con eso se pagaba.

En diciembre de 2020, con ochocientas toneladas de papel se cancelaron todas las utilidades, todos los juguetes, a todos los trabajadores. Ahora resulta que en diciembre de 2021, tuvieron 1500 toneladas de madera y no logran producir el dinero necesario para pagarle a los trabajadores y que a estas alturas, en abril todavía hay deudas” contó el gerente saliente.

Mantenimiento en el olvido

Señaló el exgerente que el mantenimiento realizado a la planta ha sido con el personal de Topenca y que el deber ser es una parada técnica una vez al año. Como la planta no produjo lo suficiente durante los últimos tres años, pensaron que podría llegar un poco más. En 2019 y 2021, asegura que le advirtieron a Hugo Cabezas, que había que cambiar el refractario del horno porque podría colapsar en cualquier momento y fue lo que finalmente ocurrió.

“Esta planta sin ese horno no trabaja. La contaminación sería grande” advirtió.

La empresa no ha tenido mantenimiento preventivo en los últimos meses. Foto cortesía

A su salida, Cesar destacó que en el almacén habían 619 toneladas de papel fabricado, en madera quedaban 14 mil toneladas, suficiente soda como para producir 400 toneladas más, pero sin la cal no se puede trabajar porque el impacto ambiental sería muy grande. Habría que fabricar lodo de cal que lamentablemente tendría que almacenarse en algún sitio pero no se puede acumular. Además indicó que fabricar ese lodo de cal aumentaría significativamente el precio del papel.

Nuevo gerente agota paciencia de los trabajadores

Con cientos de cartas firmadas por todos los trabajadores de la planta de Yaracuy, Pedro Duarte, nuevo gerente de Cartón de Venezuela, fue señalado como mentiroso pues todo lo que declaró, fue desmentido por los trabajadores. El directivo señaló que quería desmontar el show mediático y una conspiración por parte de Topenca, de promover la protesta de los trabajadores, así como del deterioro del horno de cal; esta acción que fue rechazada por los empleados.

Pedro Duarte, actual gerente general afirma que Hugo Cabezas ha honrado todos los compromisos laborales. Foto Yelitza Figueroa

Duarte comentó además que había contratado a una empresa denominada Silsa para reparar el horno de cal, pero como las puertas presuntamente estaban tomadas por los trabajadores, no pudieron hacer el arreglo de dicho horno. Tal afirmación también fue desmentida en el sitio por los mismos trabajadores, además el equipo de Crónica Uno observó como camiones de otras empresas, incluyendo una repartidora de agua potable entró y salió de las instalaciones de la compañía en Yaracuy sin ningún tipo de problemas, así como la entrada y salida de trabajadores.

Yo soy diabético y necesito entrar a la empresa. No he podido entrar” señaló Duarte, pero la declaración fue seguida de expresiones de “embuste” por parte de los trabajadores.

El nuevo gerente de la empresa respondió que venían trabajando al 40% de la capacidad y que contaban con todos los insumos para producir. Con relación a la deuda laboral aseguró que han honrado en el 70% de los pasivos y comentó que Hugo Cabezas se comprometió con los trabajadores a pagar con retroactivo incluido el próximo 29 de abril. Sus declaraciones fueron refutadas por los trabajadores, quienes afirman que ni siquiera han recibido uniformes ni equipos de trabajo desde hace mucho tiempo.

Al preguntársele a Duarte cuál era la capacidad instalada de la empresa, no supo responder, pero afirmó que se puede producir cinco mil toneladas de papel mensual, y que tienen todos los recursos para hacerlo. Sin embargo, los trabajadores afirman que no hay producción y las deudas con ellos siguen aumentando. Exigen la reactivación de la empresa para poder trabajar y les paguen los pasivos laborales.

Trabajadores engañados y desamparados

Carlos Mujica, maquinista y supervisor con 34 años de servicio en la empresa, informó que han venido siendo atropellados por una mala gestión que está haciendo Hugo Cabezas, “que cada vez que viene a la compañía comienza diciendo que no tenemos dinero, viene diciendo que va a cumplir con las deudas. En diciembre quedamos sin utilidades, nuestros hijos quedaron sin juguetes. La última vil mentira es que va a cumplir con los pasivos laborales el 29 de abril”.

Dijo que la planta la reactivan una vez al mes y que para los 269 trabajadores, las palabras de Cabezas no son creíbles porque todo lo que ha dicho desde que tomó la empresa en 2018, comenzando con el ofrecimiento de una bolsa de comida mensual, nunca ha llegado. Sobre el nuevo gerente, también afirmó que no les consta su nombramiento y que además desconoce el proceso de elaboración del papel. “Le preguntamos qué madera era esa y no supo, y esa es la principal materia de la compañía”.

Estamos cansados de los atropellos. ¿Cuál es el estado de derecho? Tenemos compañeros de trabajo, con orden de reenganche y la semana pasada el presunto gerente general dijo que ‘si se callan, los meto’ ¿Qué es eso? ¡eso es una falta de respeto!. ¿Dónde está la frase que decía el señor presidente que van a acompañar al pueblo?” denunció.

Mujica también señaló que varios trabajadores han sido suspendidos cuando han reclamado sus beneficios laborales.

No se está haciendo el proceso de resiembra

Julio Mendoza, representante del Sindicato Forestal del estado Portuguesa, en representación de las empresas de Lara, Cojedes y Portuguesa, indicó que la compañía no está haciendo la preparación del suelo, el mantenimiento adecuado ni la siembra de los árboles necesarios para la producción de papel y cartón. Tienen sembradíos melina, eucalipto y pino caribe en las tres entidades señaladas, pero lamentablemente el proceso de resiembra no se ha hecho desde el 2019.

“Al principio, cuando agarra el Estado venezolano se hizo una plantación, pero lamentablemente no se cumplió con el mantenimiento adecuado y se perdió esa siembra porque tampoco hubo un control de incendios. Y la situación más difícil que vemos es que por un lado se va cortando la madera y por otro lado, van personas ajenas a la empresa tomando lotes de terreno y eso afecta porque cuando se corta, la idea es plantar pero no se está haciendo ese procedimiento”, reseñó.

César Rengifo, trabajador del área de pulpa por siete años, comentó que tienen meses diciéndole a la nueva junta directiva que “no sigan sacándole a la vaca porque la van a matar. Están ordeñando y ordeñando a la vaca y no le hacen caso a los trabajadores. Van a terminar acabando a la empresa como acabaron el Central y otras más”.

Destacó que la nueva Junta directiva no está haciendo caso y tomó como ejemplo la empresa de Acarigua, donde afirmó que están cortando la madera y la llevan para otros aserraderos, eliminando la principal materia prima de Mocarpel. “Cuando esto se acabe, ninguno de nosotros vamos a poder comer porque el embalaje de alimentos se hace con cartón, no con plástico”.


Participa en la conversación