Instituto Oceanográfico de Venezuela se niega a desaparecer gracias a sus trabajadores

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Pese al saqueo e incendio de las instalaciones, la voluntad de profesores y estudiantes ha sacado a flote actividades académicas como el postgrado en Ciencias Marinas, único en Venezuela.

Cumaná. Con una risa nerviosa la profesora Mairé Jiménez, recuerda cómo se arriesgaron a rescatar los libros de la Biblioteca del Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV) ubicado en las sede del núcleo Sucre de la Universidad de Oriente (UDO) una vez la delincuencia saqueó y provocó el incendio de los espacios.

“Recuerdo que un viernes salimos dejando todo y el lunes cuando llegamos conseguimos los laboratorios abiertos, se llevaron todo lo que pudieron y lo que no, lo rompieron.”, dijo Jiménez, directora del IOV.

Jiménez detalló que el saqueo del campus universitario comenzó entre los años 2018 y 2019, pero en el Instituto Oceanográfico de Venezuela trabajaron hasta 2020, porque aunque la UDO sufrió ataques y la Escuela de Ciencias fue devastada; pensaron que el instituto destacado en las investigaciones marinas, se salvaría del ataque implacable.

Jiménez, reconoció que perdieron mucho, pero se aferró a lo que pudieron salvar, como lupas y microscopios.

Con tristeza, lamenta el incendio de la Biblioteca general de la UDO ocurrido en junio de 2020 y destacó que la Biblioteca del Instituto Oceanográfico de Venezuela era la única en Ciencias Marinas que existía en Venezuela, con una colección de libros que contenían datos desde el año 1823.

Los malandros se  robaron los gabinetes y conseguimos ese poco de libros en el piso. La mayoría de los miembros del IOV, resguardamos lo que pudimos, cuenta Jiménez.

Por un momento, pensó que toda la labor investigativa se había acabado pero en el IOV, al igual que otros espacios universitarios; siguieron adelante.

No duda en reconocer que la idea de rescatar los libros de los escombros surgió del fallecido profesor Baumar Marín.

Íbamos a sacar libros en nuestros carros y teníamos a los delincuentes ahí preguntando: qué hacíamos y diciéndonos que no nos podríamos quedar. En ocasiones, ese malandro armado, nos decía: Epa, ya tienen que irse de aquí y nosotros decíamos: sí, ya nos vamos. Otras veces, les llevamos desayuno: café y sándwich, hasta que nos dijeron: no vengan más, contó.

Negados a morir

De esa manera, armaron un depósito con libros salvados de la biblioteca que en su mejor momento, fue visitada por investigadores provenientes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Simón Bolívar y la Universidad del Zulia (LUZ) porque esas referencias no estaban en otra parte del país.

El IOV y su personal se mantienen con actividades académicas como el postgrado en Ciencias Marinas –único en Venezuela–, a través de clases online y presenciales en casas particulares, en las que instalaron un laboratorio.

Al igual que los profesores de otras áreas carreras, en un salón disponible, comparten horarios. Es precisamente eso lo que ocurre en el Complejo Cultural Luis Manuel Peñalver y además comparten un laboratorio con la Escuela de Ciencias no solo para el área de postgrado, sino de la licenciatura en biología y química.

Nos negamos a  morir y estamos activos más que nunca, contentos y con amor a la UDO que merece que continuemos en honor al tiempo que hicimos investigaciones, añadió.

Postgrado referencia

Ivis Fermín, coordinadora del postgrado en Ciencias Marinas y jefe del Departamento de Oceanografía del IOV, indicó que solicitaron a la UDO la apertura de una nueva corte de postgrado y doctorado en Biología Marina en Sucre.

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La UDO no es una estructura sino la gente que trabaja en ella. El IOV mantiene actividades de investigación marina. Foto Cortesia UDO Sucre

Las investigaciones adelantadas, pese a las limitaciones de infraestructura y la perdida de equipos, están enfocadas en el impacto de los  aditivos plásticos en acuicultura, el modelaje de partículas que vienen con el agua de lastre, para evaluar los organismos exóticos que no son autóctonos.

Asimismo, hay una investigación sobre de la medición de diferentes pesquerías a lo largo de 15 a 20 años, dos investigaciones de taxonomía y otra sobre la utilización de arribazones de macroalgas como fertilizantes agrícolas, además de la ordenación territorial para los cultivos de macroalgas en Nueva Esparta.

La idea es continuar, la UDO no es una estructura sino la gente que trabaja en ella, que quiere seguir invirtiendo en el país, porque sabemos que no es fácil y todos nos sacrificamos y se nos hace cuesta arriba, pero mientras tengamos esta visión, todo seguirá funcionando, añadió.

En el mes de junio, la maestría en Ciencias Marinas cumplirá 53 años y el doctorado supera los 20 años en el IOV. Además, la institución mantiene una revista digital especializada, que  llega a 35 países.

Presentaciones en marcha

Por su labor investigativa, desde el mes de enero en conjunto con la Sociedad Franco-Venezolana de Ingenieros y Científicos, vinculada con la Embajada de Francesa en el país y el IOV, realizan conferencias mensuales, para dar a conocer las investigaciones relacionadas con el mar y la conservación ambiental.

Lorena Abadía, presidente de la Sociedad Franco-Venezolana de Ingenieros y Científicos, indicó que próximamente presentarán un proyecto a la comunidad europea para el financiamiento del IOV.

Abadía también encabezó el Instituto de Investigaciones en Biomedicina y Ciencias Aplicadas Dra. Susan Tai (IIBCAUDO), uno de los primeros devastados por la delincuencia en el campus universitario del núcleo de Sucre; pero no descarta que pronto, a través de proyectos conjuntos con el IOV, pueda retomar las labores del área de microbiología.

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