En 2001 un carro lo arrolló. Cuando despertó el mundo se le vino encima, no tenía sus piernas. Pasó 10 años sumido en la depresión. Ahora camina sobre prótesis, brinda asistencia y organiza paseos para discapacitados

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas.  Siempre se dice año nuevo vida nueva, para bien o para mal.  Y, literalmente, así paso le pasó a Israel Flores, quien el 1 de enero de 2011 perdió sus dos piernas luego de ser arrollado por un auto.

Él iba caminando por la avenida Sucre de Catia, cuando un vehículo le salió al paso y lo arrastró varios metros.

“Cuando desperté estaba en el hospital Pérez Carreño sin mis piernas. Me pregunté por qué a mí y me sumí en una depresión”, dijo.

En ese estado de tristeza y rabia pasó 10 años. “No quería entender ni aceptarlo. Mi familia insistía en buscar ayuda. Me hablaban de las prótesis, de la palabra de Dios. Y siempre estaban a mi lado. Me leían, me  decían cosas, me aconsejaban y como sabían que yo no iba a salir corriendo, se aprovecharon de cuanto recurso tenían para convencerme”.

Ahora Flores cree que todo pasa por algo. Él perdió sus dos piernas, pero no las ganas de vivir. Y aunque muchos no lo crean cuando lo ven caminando, él se pasea por las calles de Caracas y Guatire sobre dos prótesis.

“Son como dos zancos”, dice mostrando una leve sonrisa. “Pero me llevan a todos lados, subo escaleras, me monto en camionetica y hago cosas como cualquier persona normal. Le pedí a Dios volver a caminar y me cumplió; le pedí trabajo y me lo dio, casa y ya la tengo. Ahora le voy a pedir una pareja”, contó jocosamente.

20151103_IMG_9621
Israel desde hace cuatro años disfruta de caminar a sus anchas

Flores, de 42 años, antes manejaban camiones. Ese si es un oficio que por ahora no puede ejercer. Pero con sus piernas mecánicas descubrió otras habilidades que no piensa desaprovechar.

“La vida de una persona discapacitada no es fácil, hay muchas barreras qué superar. Me di cuenta que a mi alrededor hay otras otros que tienen disminución de alguna de sus funciones y que no tienen la ayuda de nadie”.

Lo que hizo este hombre, allá en el municipio Zamora en Guatire, fue salir a buscar a cada una de esas personas. “Y en eso ando. En mi zona hay por lo menos 100 ciudadanos a los que les falta un miembro y cerca de 500 con otras discapacidades, como auditivas, visuales e incluso mentales”.

Los visita, poco a poco indaga de su condición, les prepara un expediente y busca canalizar en instituciones del Estado diversos tipos de ayuda, como sillas de rueda, operaciones, medicinas y prótesis.

20151103_IMG_9617
Quiere crear una fundación para quitar las barreras hacia los discapacitados

Pero su labor va más allá de una asistencia social. En todo este tiempo se ha instruido y ha aprendido términos médicos. “Para llamar a las cosas por sus propios nombres, identificar las deficiencias y conocer qué prótesis se requieren”.

Ya no se queda quieto  

Flores indicó que quiere crear una fundación. Todavía busca el nombre, pero desde ya anda haciendo diligencias en varios ministerios como el de Alimentación, en donde presentó el proyecto. “Pero me dijeron: qué bien hazlo…”.

Él por su puesto busca más que una palmadita en el hombro, pues haciendo magia no se ayuda a personas con alguna discapacidad. “Pero no importa por lo menos saben que estoy en eso, si me dan la ayuda bienvenida. Por ahora, tengo un trabajo como prensista en una fábrica de plástico en Guatire. Me redondeó con mi sueldo y de allí saco para pagar los pasajes, los paseos, hacer las diligencias, en fin no saco cuentas, solo hago mi trabajo social. Creo que para eso Dios me tenía reservado este lugar. Es doloroso lo que me pasó, pero ahora sé que ahora estoy haciendo algo valioso”.

20151103_IMG_9791
En menos de cinco minutos Israel se coloca sus prótesis

Este año organizó dos paseos con personas con algún tipo de discapacidad. Llevó a la playa a cerca de 30 personas en cada viaje. “Había incluso niños con Down. La idea es que salgan de su rutina, que se sientan felices y vivan tal cual son”.

Además está programado unos  juegos paralímpicos en Guatire. “Aquí hay gente con energía, con mucho potencial para el deporte y quiero que se destaque”.

De su vida privada no habla mucho. Estuvo casado y de esa unión tuvo dos hijas que le dieron cinco nietos.

“Mi ex esposa me ayudó luego del accidente. La verdad que tuve mucha gente a mi alrededor, por eso me quiero dedicar a los demás”.

20151103_IMG_9772
Sus piernas cuestan un dineral y cuando se enteró, con asombro dijo: no sabía que llevo piernas millonarias. Fotos: Cristian Hernández

Participa en la conversación