Si bien tanto Venezuela como Colombia han tomado por separado medidas para evitar el tránsito en los pasos binacionales, la gente se las ingenia para pasar de un lado a otro a través de las trochas. Autoridades denuncian que representa un grave riesgo de propagación de coronavirus, pues estas personas no tienen un control sanitario y se desconocen sus procedencias.

San Cristóbal. La frontera con la vecina Colombia pareciera una coladera, pues pese a las restricciones de ambos países para evitar la propagación del coronavirus, la frontera más viva de América Latina mantiene el tránsito. Y es que las trochas que hay más allá de los dos puentes binacionales que conectan con el Departamento Norte de Santander superan la capacidad de las autoridades, pues cualquier terreno adyacente se convierte en un camino, así no tenga un sendero establecido.

Las más conocidas son las de CDI, Las Pampas, La Mona, La Pared, La Marranera, la de la Invasión y una ubicada en Llano Jorge, de las más retiradas del paso fronterizo, son las vías de escape de quienes necesitan cruzar para uno u otro lado del río.

Esto se ha convertido en un serio problema de salud para ambas naciones, pues en Cúcuta hay casos de coronavirus y, pese a que ya están aislados, no se sabe a ciencia cierta si alguien más pudiera estar contagiado o bien ser portador del virus.

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Los pasos ilegales siguen muy transitados. Foto:Cortesía.

Tras el cierre de los pasos binacionales, estos caminos irregulares se han convertido en la opción para quienes vienen a Venezuela desde Perú, Ecuador y de la misma Colombia. Será este martes cuando el gobierno colombiano restringirá vuelos e iniciará la cuarentena en la región.

El riesgo de contagio es alto en la frontera por la falta de controles estrictos que prohíban el paso de viajeros procedentes de países con gran número de casos.

Aislamiento fronterizo

El pasado 18 de marzo, además del decreto de cuarentena, se puso en marcha un plan de aislamiento de los municipios fronterizos Bolívar y Pedro María Ureña, precisamente para restringir el paso de personas, bien sea a comprar alimentos, medicinas o por razones migratorias.

El alcalde del municipio Bolívar, William Gómez, indicó que, tras la medida, bajó 95 % del movimiento en la zona, luego del aumento de compras nerviosas.

Lo que está llegando a la frontera son las personas que se quedaron estancadas en el tránsito de la medida, y mientras el Gobierno colombiano no cierre el aeropuerto El Dorado, en Bogotá, muchos venezolanos seguirán llegando, expresó.

El oficialista Freddy Bernal, denominado “protector del Táchira”, habría estado en algunas trochas para evidenciar que el paso de personas es desde Colombia hacia Venezuela. Aseguró que, ante el cierre de los puentes, las mismas autoridades colombianas han dejado pasar a los venezolanos a través de estas trochas, situación que calificó de inhumana, pues “los dejaron ahí como animales a su suerte”.

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Foto: Cortesía.

Precisamente tras la llegada de unos 200 venezolanos a través de las trochas, el Gobierno nacional activó un plan de contingencia para permitir el paso a quienes ya venían en camino. De acuerdo con lo informado por Bernal, se les realizaron chequeos médicos para descartar cualquier caso sospechoso y los regresaron a su lugar de origen.

De parte y parte

Las autoridades colombianas aseguran que la poca presencia de uniformados neogranadinos sería, en parte, la causa del problema. El concejal de Cúcuta, Jorge Acevedo, denunció que, pese a la orden de Iván Duque, presidente de Colombia, de mantener el cierre de fronteras hasta el 30 de mayo “el escenario es gente atravesando las trochas sin ningún inconveniente”.

Lo propio hacen los venezolanos que aseguran que el paso por estos caminos verdes se hace precisamente porque Colombia, pese a que ya hay más de 230 casos y 3 muertes, no ha adoptado normas migratorias que restrinjan el paso desde y hacia su territorio, por lo que quienes retornan a Venezuela deben pasar por estos peligrosos caminos, donde además les cobran por el derecho a transitar.


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