La gacela del 23 de Enero va por medalla en Toronto

Marvin Blanco es una de las cartas del atletismo en los Panamericanos. El corredor de 27 años encabezó el desfile venezolano en la ceremonia inaugural.

Caracas. Marvin Blanco probablemente sea el atleta venezolano más afortunado de los 354 que compiten en los Juegos Panamericanos. El corredor que aspira traerse una medalla en las pruebas de semi fondo del atletismo tuvo el privilegio de portar el pabellón nacional en la ceremonia inaugural del evento que se celebra en Toronto, Canadá.

En el desfile de hace exactamente una semana, el joven de 27 años encabezó el contingente criollo. Vestía mono azul y esbozaba una tímida sonrisa. Los flashes iluminaban su paso mientras ondeaba la bandera. Por un momento, Blanco fue el centro de atención en el estadio Rogers Center.

Pero tanta notoriedad contrasta con el día a día del nacido en la Maternidad Concepción Palacios. Cuando está en Caracas y se va trotando desde su casa en el bloque 22 del 23 de enero hasta el Parque del Oeste, Marvin es uno más del numeroso grupo de corredores que entrena con objetivos diversos en el deporte de pista y campo. Hasta allí llegó por obra del azar.

“Hice todos los deportes en el barrio y por casualidad mi hermano me llevó a un maratoncito normal como las carreras de Gatorade para que lo acompañara y le llevara el bolso. A mí me gustó la cosa y aquí estoy”, recordó Blanco.

“Duré bastante tiempo haciendo esto como un hobby y no me importaba si lo hacía bien o no. En el año 2005 me inscribieron en una competencia de pista de manera más formal.  Desde que participé en esa carrera, que era un campeonato nacional menor, me fue muy bien. Gané y clasifiqué a un Mundial. Eso me motivó bastante para continuar”.

Ese impulso inicial trazó un camino en el atletismo para el caraqueño, quien de la mano de su entrenador Tomás Zárraga fue mejorando y ascendiendo hasta convertirse en un “duro” entre los corredores criollos. En 2014 obtuvo el reconocimiento como mejor atleta para la Federación Venezolana de Atletismo por sus triunfos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en el Iberoamericano y en el Festival Olímpico Panamericano.

Tantas competencias y salidas al exterior le dificultan sus estudios de recursos humanos en el Colegio Universitario de Administración y Mercadeo.

Gesto polémico

Al igual que en Toronto, Blanco acaparó las miradas y fue el blanco de los fotógrafos en octubre pasado cuando se impuso en los 10 kilómetros de la Caracas Rock, la carrera de calle con más participación y cobertura en los medios de comunicación. Su gesto de cruzar la raya con un afiche del malogrado diputado oficialista Robert Serra le granjeó más de una crítica, si bien, en sus palabras, tan particular ademán nada tuvo que ver con el apoyo a la tolda roja.

“Nada de política. Lo que quiero es que se acabe la delincuencia. Ojalá todos los días pudiéramos estar por las calles de Caracas relajados y sin pensar que te van a robar o que te van a matar. Eso es todo”, aclaró en su momento el deportista, que además compartía con Serra el mismo vecindario.

La insospechada polvareda que levantó ese día quedó atrás y en la actualidad, el semi fondista, se centra en llegar de la mejor manera posible a las pruebas de 1.500 y 3 mil metros de los Panamericanos. La intención de Blanco es hacer caso omiso a una vieja lesión en un pie que incluso puso en jaque su carrera. Para él es cuestión de cómo esté el día que le toque correr.

“El día que uno se siente bien desde que se levanta, muchas veces sabe que le va ir bien. Hay que tener la suerte y entrenar bien para que el día de la carrera puedas correr al cien por ciento. Hay días que estás cansado y lo que quieres es llegar porque no tienes ni fuerzas para rematar”, asegura.

“Hay carreras donde el cuerpo te sorprende y en toda la ruta te sientes bien. Te das cuenta que andas bien y si vas al lado de alguien sabes que puedes ganarle a esa persona con un buen remate”. De seguro nadie en Venezuela ligará tanto ese remate como su familia y los panas del 23.

Foto: Cortesía


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