La Papelera Tiene Hambre materializa sueños de Ciudad Lossada a través de la educación ambiental

Fundación Zuliana atiende escuelas

Luego de terminar la cerca de la escuela Luz del Saber, la fundación zuliana se quedó en la comunidad para educar y concientizar sobre el saneamiento ambiental.

Maracaibo. Ciudad Lossada es una de las comunidades del norte de Maracaibo más empobrecidas. Su vulnerabilidad va desde la falta de servicios públicos, escuelas a medio terminar, problemas de contaminación por plástico, hasta desnutrición. Esta zona ha sido desde 2020 el foco de trabajo de la fundación zuliana La Papelera Tiene Hambre. Su intervención logró este año cumplir el sueño de más de 400 niños de hacer una cerca para su escuela con la construcción de ecobloques.

La educación en el área ambiental ha logrado la participación no solo de los estudiantes, sino de la comunidad en general. Además, ha hecho que su obra llegue a comunidades cercanas y, de esta manera, continuar con su labor bajo el Plan Educar es la Tarea.

Fundación Zuliana LPTH
Los niños de la comunidad han comenzado a construir ecobloques por su cuenta para comenzar construcciones en sus escuelas/Cortesía LPTH

Antonio Soto, coordinador comunitario de la fundación, dijo que en el proyecto de la escuela Luz del Saber estuvieron tres años. Allí servían alimento todos los jueves y educaban para evitar la contaminación por plástico, debido a que esa comunidad es atravesada por la cañada Fénix, una de las más grandes de Maracaibo.

Cuando cerraron el proyecto, madres procesadoras de otras dos escuelas se acercaron para pedir su intervención.

Quedamos impresionados, porque resulta que en la escuela Laguna de Sinamaica hubo tres niños que aprendieron a hacer ecobloques en nuestras charlas y se hicieron cargo en su escuela. Como si fueran maestros de obra, comenzaron la construcción de su cerca y ya tienen un espacio lleno de ecobloques para seguir con el proyecto. Eso nos enorgullece mucho”, dijo Soto.

Estudian sin escuela

Dentro de Ciudad Lossada hay dos escuelas más. Laguna de Sinamaica tiene una matrícula de 145 niños y funciona en una casa comunal que les prestó el espacio.

Ahí los niños no tienen pupitres, no hay paredes y las madres procesadoras cocinan en una casa que tienen a su cuidado. La comida la sirven en potes de pintura porque tampoco tienen utensilios.

Escuelas Maracaibo
Los niños de la Escuela Laguna de Sinamaica ven clases en la sede de un consejo comunal sin electricidad, agua, baños ni pupitres/Cortesía LPTH

Soto apuntó que, a pesar de que el Centro Nacional de Alimentación Escolar (CNAE) surte a las escuelas con insumos, la falta de alimentación en el hogar hace que el número de niños desnutridos sea alarmante.

“Hicimos una jornada de odontología con el apoyo de la Universidad del Zulia y de 70 niños atendidos, 68 estaban desnutridos. En los recorridos que hemos hecho en esta zona, que está más adentrada, hemos visto que también hay muchos niños que no van a la escuela porque sus padres no tienen cómo comprar uniformes, útiles escolares y la alimentación muchas veces falla: comen arepa con salsa de tomate. Los que asisten a clases no tienen agua, baños ni electricidad”, reveló el coordinador.

Esta situación hizo que La Papelera Tiene Hambre continuara con la atención a esta comunidad. La escuela Laguna de Sinamaica es la segunda escuela piloto de la fundación para construirle una cerca, pero el trabajo no queda ahí.

Laguna de Sinamaica solo tiene un terreno donde algún día esperan tener su escuela. Nosotros estamos planteando comprar tubos y llaves de paso para hacer huertos, sembrar yuca y de esa manera enseñarlos a cultivar, a sustentarse de su propio trabajo”, dijo Soto.

La otra escuela piloto es Fuerza Indígena que funciona en la loma de un terreno donde hay una enramada. Ahí 93 niños se sientan en el piso a escuchar su clase todos los días.

Escuelas Maracaibo
En la escuela Fuerza Indígena los niños ven clase debajo de una enramada, la mayoría solo come una vez al día en la escuela/ Cortesía LPTH

“En estas escuelas el plan es el mismo porque son planteles que no tienen nada. Ahí también vamos a hacer la cerca con un propósito: queremos que aprendan a usar el plástico y no lo sigan tirando a la cañada, que conozcan las maneras de reciclar. Otro de los puntos que hay que abordar es la nutrición. Enseñarles a comer mejor con lo poco que tienen y para eso estamos haciendo contraloría en las escuelas para que aprovechen al máximo lo que el ministerio les da”, aseguró Soto.

La fundación estima que para abril de 2024 Laguna de Sinamaica ya tenga su cerca lista en la sede del consejo comunal para que los niños estén más seguros. Y que Fuerza Indígena comience su proyecto en marzo del mismo año. Aunque la fundación no deja de soñar:

Me gustaría que Laguna de Sinamaica logre tener su propia escuela, porque ellos hacen muchos sacrificios para estudiar”.

Un logro gigantesco

La Papelera Tiene Hambre informó que su primera escuela piloto, Luz del Saber, fue reubicada este año por medio del Ministerio de Educación. La dirección del equipo de fútbol Rayo Zuliano prestó el apoyo para habilitar una estructura que estaba abandonada frente al hospital de Especialidades Pediátricas.

Esa construcción se hizo bajo la gestión del exgobernador Francisco Arias Cárdenas. Allí se tenía previsto habilitar una segunda sede de la Fundación del Niño, pero quedó abandonada y con el paso del tiempo la desvalijaron.

“Actualmente gracias a la visibilización que se le dio a la escuela Luz del Saber, con 360 niños recibiendo clases en precarias condiciones, se logró que el ministerio adecuara esta estructura para su reubicación. Ahora se llaman escuela Aristóbulo Isturiz, por orden del ministerio. Ellos ya comenzaron a dar clases ahí; la escuela está pintada y bonita, pero siguen sin red eléctrica, gas ni cloacas. Así que tenemos que concentrarnos en esto para canalizar que su situación mejore y terminen la obra”, dijo el coordinador comunitario.

La fundación rescata que en este caso los niños ya pueden ver sus clases en salones dignos, con pupitres nuevos y pueden guardar su comida en un congelador que les donaron. “Nosotros seguimos trabajando ahí los jueves y ahora se sumó la Fundación Rehabilitarte que va los martes”, dijo.

Escuela Luz del Saber Maracaibo
La fundación La Papelera Tiene Hambre usó 2000 ecobloques para construir la cerca de la Escuela Luz del Saber antes de su reubicación/Cortesía LPTH

La Papelera Tiene Hambre hizo la cerca de la antigua sede de esta escuela con 2000 ecobloques donados por los mismos niños, el Cevaz y la fundación El Zulia Recicla. Ahora el terreno quedó vacío, pero como un bien comunitario donde más adelante pueden echar a andar algún nuevo proyecto.


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