El terreno en el callejón El Porvenir se está deslizando, ya dejó al descubierto un árbol, cuya inyección va directo a su techo de una casa, la cual tiene varias grietas profundas y paredes abombadas por el efecto del agua.

Caracas.  Las calamidades en la parte alta de la parroquia La Vega no se esconden. Por doquier hay un hueco sobre el asfalto, basura, todos los días hay recortes en el suministro de agua corriente, escasea el transporte, falla la luz, no llega el gas doméstico y la guinda del pastel: los derrumbes, como consecuencia de los fuertes aguaceros, ahora meten miedo a los vecinos del sector Las Torres y ponen los terrenos como polvorosas.

Entre los afectados, los habitantes del callejón El Porvenir, del sector Las Torres de La Vega, donde las aguas de lluvias dejaron su rastro, socavando la única escalera y llenado de tierra algunas casas.

La señora Esperanza Marcucci, lleva –desde el fin de semana pasado– sacando lodo de la parte trasera de su vivienda.

El terreno que se está deslizando ya dejó al descubierto un árbol, cuya inyección va directo a su techo. Justo en esa esquina ya se aprecian unas grietas profundas y la pared que protege su cama está abombada.

El agua se le cuela por el piso. También se le inunda el baño y ya se le cayeron algunas baldosas de la cocina, donde también están apareciendo las grietas en las paredes.

Foto: Luis Morillo

Ella pide con urgencia ayuda de las autoridades locales. Necesita cuanto antes un muro de contención para proteger su casa, en la que  vive desde hace 29 años.

Sola ha tenido que sacar potes con los escombros. Le duelen las manos y tiene las muñecas moradas del esfuerzo que hizo para cargar los potes con la tierra que removió.

Las lluvias persisten por estos días y por eso su angustia. De la calle principal de Las Torres de La Vega baja cerca de 100 escalones. Si cae un torrencial aguacero no le es fácil el camino.

En igual situación está Virginia Montilla, quien se refugia en su casa con sus dos niñas, mientras su esposo saca los escombros y el agua que los rodea.

Tiene cinco años en El Porvenir y nunca ha visto alguna institución del Estado brindar ayuda o hacer un censo de alto riesgo. “Si sigue lloviendo así voy a perder el rancho”, dice mientras señala las grietas y el terreno socavado.

Foto: Luis Morillo

Los recientes aguaceros también comienzan a dejar secuelas sobre el asfaltado. En Los Mangos, donde ya había algunos huecos se levantó media cuadra de la vía. Los conductores pasan con precaución y haciendo maromas para no dañar los vehículos. Los transeúntes tienen muchas dificultades cuando van a cruzar la calle y llevar a los niños al preescolar que está justo al frente de la grieta, que se abrió a la única calle que lleva al sector Las Casitas de La Vega.

Los vecinos dicen que el problema es reciente. Hablan de unos cuantos días atrás y que, precisamente, fue la torrentera la que ocasionó la erupción del asfalto.

Es un problema que se repite en otros tramos de la parroquia. De hecho, vía Las Torres, en el sector San Benito, los mismos habitantes estaban haciendo un bacheo improvisado con pedazos de asfalto que derretían y luego aplanaban sobre los cráteres.

Foto: Luis Morillo

Algunos conductores subsidiaban el trabajo, competencia de la Alcaldía de Caracas, depositando billetes en un botellón que tenía uno de los obreros del barrio.

El mal tiempo está en la agenda. La temporada de lluvias, que se junta con el paso de vaguadas, terminará en noviembre próximo. Los vecinos piden  mayor atención de las autoridades de Prevención de Riesgo de la Alcaldía de Caracas y Protección Civil. Temen perder sus viviendas.

Foto: Luis Morillo

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