Las mujeres son las más afectadas por la pérdida de empleo a causa de la pandemia

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y la Organización Internacional del Trabajo revela que las mujeres tienen mayor presencia en los sectores más afectados por la pandemia, estos son los de servicio doméstico, restaurantes, hoteles y comercio.

Caracas. Los avances en la región para reducir las brechas de género son lentos, pero la pandemia por la COVID-19 llegó a agravar las desigualdades que existían antes de la crisis sanitaria. En Venezuela el impacto es mayor debido a la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), que afecta al país desde 2015 y que pone mayor peso en las espaldas de niñas y mujeres. 

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que las mujeres tienen mayor presencia en los sectores más afectados por la pandemia, estos son los de servicio doméstico, restaurantes, hoteles y comercio. Como consecuencia las mujeres se ven más afectadas por la pérdida de empleo. 

La reducción del empleo fue mayor en el caso de las mujeres que en el de los hombres. En promedio la contracción del trabajo para las mujeres se ubicó en 18,1 %, mientras que en los hombres fue de 15,1 %.

La economista Christi Rangel explica en entrevista a Crónica.Uno que las mujeres históricamente se ocupan de trabajos no remunerados. Esto incluye el cuidado de niños, enfermos o adultos mayores en el hogar. Con el cierre de escuelas y los sitios para personas de la tercera edad aumentan las labores domésticas para las mujeres y también la vulnerabilidad. 

Históricamente los salarios de las mujeres son menores que los de los hombres. (…) Los sectores más afectados por la pandemia son los de servicios, minoristas, comida y turismo, así que es más probable que las mujeres que estaban en estos sectores se quedaran sin fuente de ingreso respecto a los hombres”, señala Rangel.

Una investigación de Rosa Paredes para la ONG Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), realizada en julio de 2020 en las parroquias Fila de Mariches y Caucagüita del municipio Sucre, estado Miranda encontró que las encuestadas con hijos dedican un promedio de 13 horas diarias y 91,6 horas semanales a las actividades de cuidado familiar.

En Venezuela el impacto en las mujeres es mayor por la EHC. Las mujeres en el sector informal tienen menores ingresos que los hombres, afirma la economista. Además, agrega que la crisis que provocó la COVID-19 vino a aumentar las desigualdades. Las adultas mayores también están en la punta de lanza, pues muchas de ellas han quedado al cuidado de sus nietos por la migración de los últimos años.

ONU Mujeres estima que en el mundo 58 % de las mujeres empleadas trabajan en el sector informal y se calcula que, durante el primer mes de la pandemia, las trabajadoras informales perdieron en promedio 60 % de sus ingresos.

¿Cómo superar las brechas? Rangel señala que sin lugar a dudas en el país entra ayuda humanitaria, pero pone énfasis en que se necesita más. Apunta que las transferencias directas a las mujeres son cruciales para aumentar los ingresos y la alimentación de los grupos familiares, así como la asignación de créditos para empresarias y emprendedoras, otra vía para apoyarlas y recuperar los trabajos por cuenta propia.

La crisis económica, política y social de Venezuela hace que resolver la desigualdad pase por una serie de cambios estructurales. La economista los enumera. “Se debe garantizar el equilibrio macroeconómico, respetar el derecho a la propiedad privada, recuperar la autonomía de los poderes públicos. Llevar a cabo un proceso ordenado y transparente de privatización y limitar el abuso de poder”, plantea.

Es repensar el gasto. El poco dinero orientarlo a los sectores más vulnerables. Las políticas públicas deben enfocarse en incluir la perspectiva de género y cualquier decisión que se tome debe sopesar el impacto en las mujeres y las niñas, porque la desigualdad está muy marcada, economista Christi Rangel.

En el foro “Pobreza femenina en Venezuela” celebrado el 16 de octubre la economista Adicea Castillo y especialista en temas de género señalaba que la crisis ha llevado a las mujeres a realizar actividades con poca protección social. Además, expuso que el embarazo adolescente es un factor determinante en la reproducción de la pobreza, no obstante, señaló que uno de los procesos más empobrecedores es el inflacionario. Este año la nación podría cerrar con una inflación de 2487 %, según datos de FocusEconomics.

Por su parte, Rosa Paredes, coordinadora del Área de estudios de la Mujer de la UCV, enfatizó durante el foro virtual que las nuevas políticas del cuidado exigen respuestas de toda la sociedad. “La cuarentena ha provocado una crisis sin precedentes en la tarea de los cuidados. Es necesario reactivar la economía con trabajos formales para mujeres pobres”, afirmó.

María Luisa Campos, internacionalista y fundadora de la ONG Resonalia que promueve el derecho de las mujeres a una ciudad segura, señala que es necesario una vez que se reabran las actividades que haya espacios de lavandería, guardería o comedores para aligerar las tareas de quienes están a cargo de los cuidados. “Si no satisfacemos esas necesidades las mujeres seguirán en esas labores, mientras más gente tengan a cargo menos tiempo tendrán”, dice.

A su juicio las mujeres pobres de tiempo no pueden acceder a trabajos formales ni a la educación. “Si estas niñas siguen como responsables de mantener el hogar quizás no vuelvan a incorporarse en esas actividades”, señala Campos. Rangel coincide en esto al advertir que lo que ocurre luego de la pandemia es que no todos los niños regresan a las escuelas y son más las niñas las que se quedan fuera del sistema educativo, pero a cargo de las tareas del hogar.

Foto principal: Tairy Gamboa / Crónica.Uno


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