Más de 9000 hectáreas de caña de azúcar se perdieron en Aragua producto de la inseguridad

Los cañicultores de la región también solicitan un ajuste de precios del azúcar, ya que mientras el azúcar importado supera los 14.000 bolívares por kilo, el que se produce en el país apenas cuesta 460 bolívares, con lo que se incentiva la fuga de divisas, se promueve el bienestar de productores e industrias extranjeras y se atenta contra la economía y producción nacional.

Maracay. De acuerdo con un análisis técnico presentado por la Sociedad de Cañicultores del estado Aragua (Socaragua), es imperativo un incremento en los precios del azúcar. Los cañícultores insisten en que los precios establecidos por el Gobierno no son suficientes para cubrir la demanda ni para producir el rubro, debido a los niveles de inflación y a los elevados costos de producción que los han obligado, en algunos casos, a trabajar por debajo del porcentaje de utilidad y en otros, a abandonar las cosechas. En consecuencia, es evidente la disminución en la producción y productividad del sector azucarero venezolano.

Los precios del azúcar fueron cubiertos medianamente por el Ejecutivo a finales de enero del 2017. Según las providencias 097 y 098, el costo del azúcar es de 1450 bolívares a nivel de industria y de 460 bolívares a nivel de anaquel, mientras quedó establecido el precio de 390 bolívares para el productor. Los más recientes cálculos del sector cañicultor reflejan que esos precios resultan insuficientes. Las estimaciones presentadas por el presidente de Socaragua, Carlos Celli, establecen que el kilo de azúcar a nivel de anaqueles debe ser de 10.500 bolívares.

El cañicultor debe enfrentar una serie de obstáculos y cubrir elevados costos para la siembra de caña que no se corresponden con el porcentaje de utilidad que percibe en la actualidad. Para que la producción de caña le resulte rentable al cañicultor y a la industria azucarera nacional, el Gobierno debe establecer un nuevo precio del azúcar en 10.500 bolívares, señaló Celli.

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Con este precio, los productores de caña y de azúcar podrán cubrir medianamente los costos de producción y además se estimularía la producción nacional, muy subestimada en los últimos años. Los cañicultores apuntaron que la producción nacional padece una regulación de precios insostenible, mientras debe convivir con un producto importado con elevados precios, que incentiva la fuga de divisas, promueve el bienestar de productores e industrias de otros países y atenta contra la economía y producción criolla.

Pero los cañicultores de Aragua no solo solicitan un ajuste de precios, sino que además vienen exigiendo a las autoridades nacionales desde hace ya varios meses, mayores estímulos para la reactivación de las siembras de caña de azúcar en la región y, en consecuencia, la producción de azúcar por parte de los principales centrales azucareros de la zona.

Producción nacional debe competir contra productos importados que registran precios elevados a nivel de anaqueles.

El cultivo de caña de azúcar en Aragua y Carabobo es de vieja tradición. Sin embargo, en los últimos años, la siembra de este importante rubro ha mermado considerablemente. De un millón 200.000 toneladas de caña que se producían en Aragua, actualmente se cultivan 160.000 toneladas. La disminución de hectáreas cultivadas en Aragua y Carabobo generó que la agroindustria regional pasara de 200.000 toneladas aportadas al mercado nacional, a solo 65.000 toneladas, según las recientes estimaciones suministradas por Socaragua.

Paralelamente, desde el Central azucarero El Palmar, ubicado en el municipio Bolívar del estado Aragua, se realizaron los registros de las áreas administradas por el Estado para la siembra de caña de azúcar en Aragua y Carabobo, a fin de contribuir con la recuperación de los cultivos.

Las potenciales áreas para el cultivo de caña son La Placera e Irizarry con 70 y 50 hectáreas, respectivamente; otras 120 hectáreas en La Quebrada, 200 hectáreas en El Tamarindo. 260 hectáreas en La Mora y 450 hectáreas en los Valles de Tacarigua. Estas áreas representan 1150 hectáreas con potencial para el cultivo de caña en Aragua y Carabobo.

Inseguridad genera pérdidas en siembras de caña de azúcar

Muchos son los factores que han incidido negativamente en esta disminución en el cultivo de la caña de azúcar. Los productores de Aragua también enfrentan otro problema: la inseguridad. Ante los constantes robos de maquinarias, insumos y hasta de las cosechas, los cañicultores de la región exigen con urgencia planes de seguridad física y jurídica por parte del Gobierno, a objeto de garantizar la producción de azúcar.

En los últimos años se han perdido cerca de 9500 hectáreas de caña de azúcar en Aragua y Carabobo y se estima un 10 % de pérdida de la caña de azúcar y de insumos producto de los robos en las fincas de la zona, de acuerdo con las estadísticas que maneja Socaragua. La inseguridad también afecta as instalaciones del Estado, tales como diques y embalses que surten de agua a los cultivos.

Los cañicultores refieren que los constantes robos a sus fincas, no solo de maquinarias e insumos, sino también de la propia siembra, les impide aportar a la agroindustria. Los productores de caña de azúcar temen perder no solo sus cultivos y sus maquinarias, sino también la vida. De allí que durante unas mesas técnicas que se constituyeron a principios del año 2017, en las que estuvieron representantes de la Zodi Aragua, Ministerio para Ecosocialismo y Aguas, Ministerio para la Agricultura y Tierras; Instituto Nacional de Desarrollo Rural (Inder), Fundacaña y de Socaragua, los productores insistieron en solicitar mayor seguridad física y jurídica para preservar sus siembras.

Además de la seguridad, los productores también insisten en el suministro oportuno de insumos, equipos y repuestos para la reposición de las flotas de camiones y tractores, así como reparación de las maquinarias, además del financiamiento a largo, mediano y corto plazo, que les garantice y permita reactivar la agricultura y la industria de manera sostenible en la región.

En este sentido, los productores reiteran que empresas como Agropatria ya tienen el diagnóstico de las necesidades que en materia de insumos y equipos requieren, aunque señalan que mientras el Ejecutivo no apruebe un nuevo aumento en el precio del azúcar, los costos para la adquisición de insumos por parte de los cañicultores siguen siendo inaccesibles pese a que la mayoría son adquiridos en la empresa oficial Agropatria. Mientras tanto, los productores de la región admiten que la banca privada y empresas como Central El Palmar, han contribuido con el suministro de algunos agroinsumos que se sumarían al modesto inventario adquirido recientemente por parte de Socaragua.

La caña de azúcar reduce niveles de agua en lago de Valencia

Los productores y cañicultores han insistido a través de Socaragua, sobre la necesidad de atender el peligroso crecimiento en los niveles de agua del Lago de Valencia o lago Los Tacariguas, a través de la restitución de las siembras de caña de azúcar que se han perdido en la zona y que quedó establecida mediante la Gaceta Oficial Nº 8.582 de noviembre de 2011.

Esto con la finalidad de que la mayor cantidad de líquido sea absorbido por la tierra a través de un sistema de riego que no desemboque en el Lago de Valencia, y así se disminuya el aumento acelerado de agua en ese reservorio endorréico.

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La caña de azúcar es un cultivo excelente para mantener el equilibrio agroecológico en los valles de Aragua y Carabobo. El alto consumo de agua que se requiere para los cultivos de caña contribuiría a mantener los niveles del Lago, ya que los volúmenes de agua provenientes de los embalses de Suata y Taiguaiguay no retornarían a él y se disminuirían las inundaciones en las zonas agrícolas y centros poblados que se encuentran en su periferia, así como reducir las aguas residuales que desembocan en el lago.

Después de elaborar un balance de las aguas que caen al lago anualmente, se contabilizaron 57 hectómetros cúbicos de agua que entran al reservorio. Si se sembraran más hectáreas con caña de azúcar, bajarían las aguas a 20 hectómetros cúbicos. El aporte de los cultivos es muy importante en la disminución del nivel del lago, sostiene una recomendación formulada en el año 2011 por Socaragua y que la organización de cañicultores reitera en este momento debido al preocupante y peligroso crecimiento de los niveles de agua en el Lago de Valencia, que mantiene en vilo a más de 17 comunidades de Aragua y a unos 4 municipios del estado Carabobo.

En la medida en que se recuperen y rehabiliten hectáreas sumergidas en el lago, se logrará aumentar la producción de caña, cambures y otras siembras de alta demanda de agua y, a su vez, los niveles de agua del lago disminuirán, evitándose con ello futuras inundaciones, sobre todo en los próximos meses en los que se prevén abundantes lluvias producto del fenómeno de La Niña.

Fotos: Gregoria Díaz


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