En rechazo a la violencia generada por los colectivos y por una Venezuela libre y sin chantajes para obtener beneficios sociales, los habitantes de Guarenas participaron en la Consulta Popular.

Caracas. Con gorras y franelas con la bandera tricolor muchos guareneros se trasladaron a los puntos soberanos para responder las tres preguntas que hace la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) frente a la Asamblea Nacional Constituyente.

A las 3:30 p. m. unas 6300 personas ya habían pasado por el punto soberano del bulevar Rómulo Gallegos, al lado de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, según información de los responsables de este centro.

Elena Romano, secretaria Ejecutiva del partido Alianza Bravo Pueblo, dijo que de los 9600 votantes que se esperaban ya habían superado la mitad. “La gente no quiere violencia, no quiere discriminación. Han venido a pesar de que nos pusieron un punto rojo, la gente perdió el miedo”.

Más temprano, en la Casa de Copei activaron 19 mesas electorales para recibir a habitantes de El Calvario, pueblo y barriadas aledañas.

Yimi Morillo, joven que apoyó en la organización de la jornada, dijo que este proceso ha sido una demotración de un pueblo que quiere cambiar, que no se cala humillaciones por una bolsa de comida, que no quiere más violencia. En la misma onda, José Flores, vecino de Guarenas, participó en la consulta porque quiere que se creen fuentes de trabajo, que se reactive la economía con políticas dirigidas a beneficiar la producción de alimentos en el país para así poner fin al desabastecimiento y el alto costo de la comida.

Ygnardi Baisden, coordinador de Vente Venezuela, calificó de masiva la participación de la gente en los ocho puntos soberanos instalados por la MUD en Guarenas. Criticó las declaraciones del candidato a la Constituyente, Diosdado Cabello, referidas a que la Consulta Popular era una actividad interna de la Unidad.

Que tenga presente la manifestación del pueblo, en  caso del pueblo de Menca de Leoni, les está diciendo que quiere que se vayan, que no están dispuestos a que los sigan humillando con una bolsa del Clap, la gente quiere libertad para elegir qué comer, dónde vivir, a qué actividad laboral dedicarse”, dijo Baisden.

Fotos: Norma Rivas


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