Murió bebé de once meses por desnutrición en San Cristóbal y su hermanito de tres años ha sido maltratado

murió por desnutrición

José Antonio Rovira es una muestra más del maltrato y abuso al que se somete a diario a miles de niños en el país. Sus padres se encuentran detenidos no solo por el grado de abandono en el que se encontraba el pequeño que falleció, sino por la serie de abusos al que fue sometido su hermano mayor, de tres años de edad, que fue rescatado por las autoridades.

San Cristóbal. Nuevamente un caso de abuso y maltrato infantil enluta al Táchira. El pequeño José Antonio Rovira, de once meses, murió este miércoles dado el avanzado grado de desnutrición que presentaba. Su deceso conmocionó a los andinos, que ven cómo el abuso y la violencia se han incrementado con la llegada de la pandemia del COVID-19.

El bebé, con tan solo cinco kilos de peso, ingresó el pasado 30 de enero a la sala de emergencia del Hospital Central de San Cristóbal. Lo llevó su madre, una adolescente de 17 años de edad que iba en compañía del padre del niño, un hombre de 47 años de edad.

El diagnóstico de José Antonio era una enfermedad diarreica crónica, desnutrición aguda severa, dermatitis genital y riesgo psicosocial. De acuerdo con la información suministrada por Beatriz Salas, coordinadora de la organización Proyecto 860, a través del Observatorio de Violencia de Género, notificaron a las autoridades con competencia en menores el ingreso del bebé en deplorables condiciones de salud y el hecho de que la madre también es menor de edad y además tiene otro hijo de tres años.

A José Antonio no se le podía tomar ninguna vía, la piel estaba acartonada por la deshidratación, se quejaba mucho, tenía temblores debido a la deshidratación, dijo.

Luego de verificar la información y constatar las condiciones del pequeño José Antonio, se trasladó un equipo de la Fiscalía, así como de consejeros del municipio Guásimos a la vivienda de esta familia, a fin de llevarse al otro niño, de tres años de edad, hermano del pequeño hospitalizado.

Al practicarle los exámenes forenses de ley, se logró determinar que el menor sufre, al igual que su hermanito de desnutrición y presenta señales de abuso físico, psicológico y sexual. Tanto el padrastro y madre fueron detenidos y puestos a la orden del Ministerio Público. El niño rescatado permanece en una casa de abrigo, bajo la custodia del Estado.

Mientras todo esto ocurría, José Antonio luchaba por su vida en la sala de emergencia pediátrica del Hospital Central de San Cristóbal. Sin embargo, el pequeño, dada la gravedad de su condición, murió la mañana de este miércoles 3 de febrero, pese a los esfuerzos del personal asistencial.

De acuerdo con la información suministrada por la madre del pequeño, este se alimentó con leche materna hasta los seis meses y luego con lo poco que conseguían, se alimentaban todos. Hubo días en los que no había nada para comer.

Salas explica que el padre, durante la visita de los consejeros de menores al Hospital Central, se mostró agresivo, lo que prendió las alarmas de todos, ante la posibilidad de un hecho más grave. Indica que ante este tipo de casos de abusos constantes contra los niños, se evidencia que la madre también fue víctima.

La madre es menor de edad y desde los 12 ha sido abusada sexualmente. Debido a ello tiene a su hijo mayor y ahora este hombre, que casi le triplica la edad, la ha sometido a constantes maltratos dentro de su casa. Los vecinos han aportado información sobre terribles abusos por parte de Jesús Rovira, el padre del menor fallecido”.

Dentro de los desmanes ejercidos en contra del hijo mayor de la mujer, los vecinos informaron a las autoridades que lo amarraban y lo escuchaban llorar con frecuencia. Afirma que esta situación es muy preocupante, pues si bien muchos la consideran cómplice, ella sería una víctima más de este hombre.

Esta joven ha sido sometida a un daño físico y psicológico enorme y ha sido sumergida en un estado de indefensión aprendida.

Se agudiza violencia
La violencia de género se ha agudizado con el pasar del tiempo, explica Salas. Relata que la llegada de la pandemia ha incrementado el maltrato por parte de hombres en contra de sus parejas, dado el confinamiento y aislamiento de ambos y la poca posibilidad de comunicación de las víctimas con sus amigos y familiares.

Salas manifiesta que la indefensión aprendida, a la cual fue sometida la madre de los dos niños, se define cuando la mujer queda a merced de su agresor al punto de hacer, por miedo, solo lo que este le indique, sin importar si va en detrimento de su integridad o la de sus hijos.

Relata que, en Táchira, durante el año pasado se registraron siete femicidios, de los 217 registrados en todo el país y ya en lo que va de 2021, una menor de edad, tras ser abusada por su padrastro, fue asesinada por este, mientras su madre salía a hacer unas compras.

La jurista informó que solicitaron medidas de protección hacia la madre de los infantes dada su condición de indefensión y de revictimización.

“Esperemos que ella pueda salir y tener acceso a tratamiento psicológico y médico y se le proteja en una casa de abrigo. Sin embargo, está detenida”.


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