Maira Aguiar, nutricionista clínica, explica que no comer adecuadamente podría tener un impacto significativo en la evolución de la enfermedad del paciente. Por ello, los centros médicos deben implementar políticas alimentarias adaptadas a las necesidades del individuo.
Caracas. El hermano de Angélica* tiene un mes internado en el hospital Vargas a la espera una colostomía. Es diabético y aunque debe tener una dieta líquida y evitar los carbohidratos –como harinas o pastas– es lo único que come en el centro médico.
A su hermano solo le dan una o dos comidas durante el día, depende de si al Servicio de Nutrición del hospital le llegan los suministros. A todos los pacientes le dan lo mismo, independientemente de sus necesidades dietéticas, de acuerdo con los testimonios recogidos.
“En el desayuno dan arepa con sardina o mortadela. En el almuerzo dan arroz o pasta con granos sea caraota, lentejas o arvejas amarillas y en la cena pueda que te traigan lo mismo que el almuerzo, pero todo depende de lo que haya”, cuenta Angélica.
El paciente, quien tiene 33 años de edad, se come lo que le lleven aunque el exceso de alimentos sólidos le causa más dolor de estómago. Pero su familia no tiene para comprar comida y darle lo que necesita.
“No es solo costear la alimentación, también todos los insumos que nos piden mientras está aquí y para la operación”, añade Angélica.
En 80 % de los centros de salud monitoreados en 2023 en Venezuela no entregan una alimentación acorde a las recomendaciones médicas para los pacientes, según la Encuesta Nacional de Hospitales
Nixa Martínez, presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, explicó que desde el 2016 los hospitales ofrecen una dieta generalizada y con pocos nutrientes porque el único insumo que reciben es lo que envía el Estado.
“No en todos los hospitales llegan los suministros de alimentos y en los pocos que llegan entregan son los productos del Clap y en muy pequeñas cantidades”.
Martínez advierte que la alimentación de los pacientes dentro de los hospitales actualmente no es nutritiva ni balanceada.
“Es una dieta basada en carbohidratos y no hay aportes proteicos o vegetales, lo que genera que su recuperación sea mucho más lenta”.
Distribución de comidas
En el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Caracas reciben las tres comidas principales –desayuno, almuerzo y cena–, pero no es distribuida acorde a la enfermedad de cada paciente, según testimonios recogidos por Crónica.Uno.
“La semana pasada entregaron solo arroz con granos y a los pacientes les cayó muy mal. Nosotros nos quejamos con los médicos y ya esta semana empezaron a darle pollo con arroz. Pero aún sigue de manera generalizada”, contó el familiar de una persona hospitalizada.
María Aguiar, nutricionista clínica y exjefe del departamento de Nutrición del Hospital Universitario Caracas, explica que a los pacientes deberían darle tres comidas principales y meriendas adicionales, si es necesario, para cumplir con sus requerimientos calóricos y nutricionales.
La dieta clínica de una persona no debe ser la misma para todos, ya que depende de la condición del paciente, edad y sus requerimientos específicos. Muchos necesitan una alimentación líquida, otros más carbohidratos o solo suplementos.
“La dieta debe adaptarse a la patología del paciente porque no son los mismos alimentos de un niño que fue internado por dengue, por ejemplo, a un paciente que es diabético o uno que tiene una enfermedad cardiovascular”, agrega Aguiar.
Detalla que no tener una buena alimentación podría tener un impacto significativo en la evolución de la enfermedad, por eso los hospitales deben implementar políticas alimentarias adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente.
“Esto garantizará una atención adecuada y contribuye a una mejor recuperación”.
Poca comida
Dos trabajadores llevan por los pasillos del hospital Pérez Carreño el carrito de comida, que tiene las bandejas llenas de arroz, granos, mango y dos pedacitos de lechosa. En una jarra hay un líquido amarillo.
Se conoció extraoficialmente que las comidas eran el almuerzo de los pacientes y que el menú era lentejas con arroz, sopa de auyama y frutas.
“No realizamos la dieta como dice el médico porque no tenemos suministros. Hay ocasiones que le distribuyen al hospital proteínas de todo tipo y variamos las comidas”, dijo una trabajadora.
En algunas oportunidades, explica, entregan una comida al día porque no tienen suficientes alimentos, tipos vegetales o frutas.
Martínez reafirma que una alimentación balanceada y nutritiva es esencial en la recuperación de un paciente porque el medicamento debe estar acompañado de una dieta adecuada.
“Las frutas y vegetales ayudan al paciente a tener un buen sistema inmunológico y prevenir otro tipo de enfermedades”.
Falta de personal
Una fuente del departamento de Nutrición del Hospital Clínico Universitario menciona que la cocina no tiene suficiente personal y esto hace que funcione de forma limitada.
“Las personas entregan la cena a las 4:00 p. m. porque ya no hay horario nocturno y ellos reparten el programa antes de retirarse”.
Martínez, indica que hay un déficit de personal en el servicio de Nutrición bastante notorio y se debe principalmente por dos razones: los bajos salarios y la migración de especialistas de la salud.
Otros datos
Cuatro de cada 10 hospitales no tienen cómo alimentar a pacientes pediátricos menores de dos años, según la Encuesta Nacional de Hospitales.
El informe explica que se cree que la operatividad del servicio de Nutrición no es tan relevante como el abastecimiento de insumos médicos, pero la alimentación del paciente en tratamiento es tan importante para su desarrollo como los medicamentos que se le apliquen.
(*) Se modificó el nombre por medidas de protección a la fuente. Se omite la fecha del testimonio por seguridad.
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