Pacientes renales realizan rifas y vendimias para reparar unidad de diálisis en Maracay

unidad de diálisis de Clínica Lugo

Mas de 70 enfermos que acuden a la unidad ubicada en un anexo de la Clínica Lugo en Maracay, han tenido que asumir los trabajos de reparación de la sede, mientras el IVSS sigue sin suministrar medicamentos y sin sustituir las 13 máquinas que ya están obsoletas.

Maracay. Nelson Mendoza, un abogado de apenas 43 años, era paciente renal y tras sufrir un accidente cerebrovascular después de su sesión de diálisis, fue ruleteado por dos centros asistenciales en Maracay. Su deceso se produjo el pasado lunes 21 de marzo, en el Hospital Central de Maracay. Con Mendoza, se reduce a 75, el número de pacientes renales que son atendidos en la unidad de diálisis ubicada en un anexo de la Clínica Lugo y cuya sede evidencia un grave deterioro en su infraestructura.

Han sido los propios pacientes, quienes, frente a la sordera e inercia del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, han tenido que asumir los costos y reparaciones que requiere la unidad de diálisis de la Clínica Lugo, aún cuando es una responsabilidad exclusiva del IVSS.

Esta unidad de diálisis funciona desde hace más de 15 años y con el tiempo, ya presenta daños en su infraestructura, que van desde filtraciones en el techo y roturas en las tuberías, hasta la falta de iluminación.

De hecho- explica Jesús Noguera -uno de los pacientes- que <gracias al apoyo de nuestro compañero Nelson Mendoza, logramos conformar una asociación civil que nos permite recaudar fondos para costear las reparaciones>.

A través de rifas y vendimias, los 75 pacientes renales que acuden a la unidad de diálisis de la Clínica Lugo, han podido obtener recursos para adquirir materiales para la impermeabilización del techo, sustitución de griferías y tuberías de los lavamanos y de aguas blancas, así como para la compra de bombillos.

unidad de diálisis de la Clínica Lugo
Los trabajos de impermeabilización de la unidad de diálisis han corrido por cuenta de los propios pacientes renales / Foto: Gregoria Diaz

Los trabajos los hemos realizado nosotros los días domingos, a pesar de que, por nuestra condición, es riesgoso asumir tareas tan pesadas y agotadoras y sobre todo después de pasar por las sesiones de diálisis”, explica Noguera.

Los propios pacientes renales se han encargado de reparar las fallas en el cableado eléctrico y de sustituir los bombillos, que, por cierto, son robados casi que inmediatamente.

Sin atención médica

Los 75 pacientes renales de la unidad de diálisis de la Clínica Lugo, dicen sentirse desvalidos y desatendidos. De no ser por la mística de las enfermeras, sus sesiones de diálisis serían más traumáticas.

unidad de diálisis de la Clínica Lugo
Aún lamentan la muerte de uno de sus compañeros en plena sesión de diálisis / Foto: Gregoria Díaz

Y es que las 13 máquinas que existen en la unidad ya están obsoletas y algunas se han detenido. Los pacientes deben buscar por sus propios medios, otra unidad en la que puedan cumplir con el ciclo de sesiones, que generalmente son tres días a la semana.

“Antes de dializarnos nos persignamos. Esto es un suplicio”, dice otro de los pacientes renales que acude a la unidad y que cuenta cómo inclusive las sillas donde deben permanecer durante el proceso, están muy deterioradas.

Esta unidad, al igual que las otras tres que existen para todo el estado Aragua, tampoco cuenta con médicos especialistas en nefrología, que velen por la salud y posibles efectos secundarios que presenten los pacientes durante las diálisis. Aunque están asignados dos médicos, casi nunca acuden a la unidad, según la queja de los pacientes.

<Tampoco- enumera Noguera- contamos con medicamentos y los pocos que suministra el IVSS, en muchas ocasiones ya están próximos a vencerse o son insuficientes. Varias veces nos suministran pastillas por la mitad para que alcancen>.

Están hastiados de enviar cartas y solicitudes al IVSS sin que el organismo de respuesta a las necesidades y requerimientos de los pacientes renales.

“Merecemos respeto y no depender de la miseria que nos da el IVSS, a quien hemos cotizado por años”, señalan los afectados.


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