Las constantes fallas del IVSS en la entrega de medicamentos pone en riesgo la vida de más de 2600 pacientes trasplantados en el país. En Monagas, de 32 solo quedan 18 luchando por salvar su vida. Entre 2019 y 2020, cinco pacientes han perdido el órgano por falta de tratamiento, lo que desencadena su fallecimiento. Desde el 1° de junio de 2017 fue suspendida la procura de órganos en centros de salud pertenecientes a la red pública. Esto limitó a la población que lo amerita a solo recibir trasplantes de donantes vivos.

Maturín. Enfermarse en Venezuela representa, más que un riesgo, un calvario, en el que no solo el enfermo debe caminar con una cruz a cuestas, sino también los familiares. Entre las pruebas de laboratorio, la falta de reactivos, la escasez de medicamentos y lo costoso de las consultas médicas, el proceso se convierte en una agonía, especialmente para quienes padecen una patología crónica, como por ejemplo los pacientes trasplantados.

En el caso de los pacientes trasplantados, la situación de salud se vuelve cada día más cuesta arriba. En reiteradas oportunidades han clamado por ayuda para una solución al problema al cual deben enfrentarse.

Las constantes fallas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales en la entrega de medicamentos, daños en las máquinas de hemodiálisis e incluso falta de agua o luz en las unidades de diálisis ponen en riesgo la vida de los pacientes renales y trasplantados.

pacientes trasplantados
Este medicamento que suministra el IVSSS produce daños instestinales a los trasplantados. Foto: Natacha Sánchez
La realidad de los trasplantados

Para Mayerling Naranjo, coordinadora en el estado Monagas de pacientes trasplantados, su vida se traduce en buscar los medicamentos para evitar que su organismo rechace el riñón que desde hace cinco años ha mejorado su calidad de vida. Así mismo, ha iniciado una lucha por visibilizar los múltiples problemas a los que pacientes como ella deben enfrentarse.

Naranjo indicó que la distribución de inmunosupresores a través del Seguro Social no alcanza para abastecer a toda la población de trasplantados que hay en Monagas. Desde hace aproximadamente ocho meses no reciben los medicamentos para continuar el tratamiento, lo que ha ocasionado rechazos y descompensación de muchos de los pacientes, algunos incluso han tenido que regresar a diálisis.

En Monagas hay actualmente 18 pacientes trasplantados, de 32. La mayoría ha emigrado buscando salvar su vida, y el año pasado fallecieron dos pacientes en  diciembre por falta de tratamiento.

Los inmunosupresores que llegaban no eran suficientes para cubrir la demanda. Ahora tenemos ocho meses sin recibir medicamentos del IVSS. Hace cuatro años nos llegaba un medicamento llamado Prograf, importado desde Europa. En las últimas oportunidades que el Seguro Social nos suministró el tratamiento estaba llegando Tacrolimus para sustituir el Prograf, pero este dice en la caja que es importado desde la India y a algunos nos ha causado daños, mencionó Naranjo.

El Tacrolimus ha sido el medicamento dispensado por el IVSS durante tres meses a los pacientes trasplantados para sustituir el Prograf, sin embargo, varios han indicado que  les produce daños intestinales.

“El medicamento de la India (Tacrolimus) nos está matando, porque no sabemos su procedencia, a pesar que aquí en la caja se indica que es de la India. Particularmente en mi caso, no lo puedo consumir porque me ocasiona descompensación”, dijo Naranjo.

De acuerdo con lo expresado por los pacientes, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales informó en el último pedido de Tacrolimus que este medicamento no había superado las pruebas de bioequivalencia que se realizan para determinar si los pacientes lo pueden consumir.

Les hacemos un llamado al Gobierno y al ministro de Salud, porque durante tres meses el IVSS estuvo proporcionando un medicamento sin saber si eso hacía daño o no. El Gobierno no está haciendo licitaciones, lo que está es cambiando medicamentos por petróleo, puntualizó Naranjo.

Ante la fallas del suministro de medicamentos por parte del IVSS, los pacientes trasplantados deben costear los medicamentos a un precio excesivamente alto. Aseguran que deben gastar 800 dólares mensuales, y en oportunidades ahorran comprando los genéricos que equivalen a 300 dólares.

“No tenemos esperanza de vida. Sale mejor ir a España y pagar todo, hasta hospedaje, que hacerse el tratamiento aquí en Venezuela. Hay pacientes que se encuentran en peligro de perder el órgano”, añadió.

La falta de medicamentos pone en riesgo la vida de los pacientes que han sido trasplantados. Al no recibir la medicación, las consecuencias son automáticas y comienzan con urea y creatinina elevadas, depuración en la orina 24 horas, descompensación, rechazo y, posteriormente, una diálisis.

De acuerdo con lo expresado por Carlos Márquez, presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología y director del Centro de Nefrología del Hospital Universitario Manuel Núñez Tovar, HUMNT, entre 2019 y 2020 han fallecido alrededor de cinco pacientes, los cuales han perdido el órgano por falta de tratamiento. Uno de ellos, oriundo de Temblador (municipio Libertador, Monagas), pasó seis meses sin recibir medicación.

A escala nacional 1300 pacientes se encuentran en peligro de perder el órgano por falta de medicamentos, y de una población de 3500 trasplantados 500 han emigrado y 400 han fallecido, quedan 2600 luchando por mejorar su condición de salud ante un sistema que no les da soluciones.

Suspendidos trasplantes en la red pública

Desde el 1° de junio de 2017 fue suspendida la procura de órganos en centros de salud pertenecientes a la red pública. Esto limitó a la población que lo amerita a solo recibir trasplantes de donantes vivos. Estos trasplantes, mayormente realizados en instituciones privadas, oscilan entre 70.000 y 100.000 dólares, informó la coordinadora de trasplantados en Monagas, Mayerling Naranjo.

En el ámbito nacional hay aproximadamente 8000 personas en espera de trasplante. En Monagas, dentro del programa de hemodiálisis, hay 400 en espera. Mientras que en la Unidad de Diálisis del HUMNT hay 20 % optando por un trasplante.

Migración forzada

El alto costo de los medicamentos para los pacientes trasplantados ha obligado a alguno de ellos a procurar su salud en otras latitudes, lo que ha sido una de las variables en aumento. Entre 300 y 400 trasplantados han tenido que salir del país para mejorar su condición de salud. En Monagas, ocho han emigrado.

La situación es crítica y grave respecto de las personas con esta condición de salud. Todo es atribuido a un bloqueo económico, lo que ocasiona entregas de tratamiento intermitentes. Algunos pacientes se van de manera ilegal a otro país, lo que ocasiona que se vuelva más cuesta arriba atenderse. Nosotros como ONG trabajamos en pro de la donación de órganos y medicamentos, pero no podemos suplir al Seguro Social. porque la demanda es muy grande y nosotros no tenemos la capacidad. A diario recibimos llamadas pidiendo auxilio, porque los medicamentos son sumamente costosos, destacó Reymer Villamizar, director de la ONG Amigos Trasplantados de Venezuela.

Unidad de diálisis funciona a 50 %

Carlos Márquez, director de la Unidad de Diálisis del HUMNT, informó que de 12 máquinas solo cinco están en funcionamiento para atender a 34 pacientes. La unidad está 50 % operativa para atender tanto a pacientes de Maturín como del estado Delta Amacuro.

Son equipos que tienen más de 20 años y deben ser remplazados, y se requieren repuestos. Ya vinieron los técnicos a revisar las que están averiadas y estamos a la espera de una solución. El Seguro Social también ha dejado de enviar la sal peletizada, la cual es utilizada para el ablandador de la planta de purificación utilizada para las diálisis. Aunado a eso tenemos un grupo de 40 pacientes de Delta Amacuro que han sido distribuidos en varias unidades del estado, subrayó Márquez.

El segundo martes de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Riñón. Las enfermedades renales ocupan el quinto lugar entre las causas de muerte en el mundo. Desde la Unidad de Diálisis del HUMNT realizarán una campaña de prevención para informar a la colectividad sobre estas enfermedades y cómo prevenirlas.


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