En un cónclave con el alto mando militar, el jefe castrense ordenó ejecutar “los Sistemas de Control” sobre los “grandes conglomerados responsables del abastecimiento de alimentos, medicamentos, productos de higiene personal y hogar”. Crónica.Uno publica parte del documento, enviado a las comandancias de los cinco componentes de la FANB, en el cual se pide a los militares producir, producir y producir.
Caracas. ¿Y qué pasó con el “superministro” Vladimir Padrino López?, es una pregunta que se hacen en el sector castrense al evaluar su desempeño como ministro de la Defensa, jefe del Comando Estratégico Nacional de la Fuerza Armada, director de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg) y, en especial, comandante de la Gran Misión Abastecimiento Soberano (GMAS).
El 11 de julio de 2016, el presidente Nicolás Maduro le asignó al titular de Defensa “atribuciones especiales” para acabar con la crisis alimentaria y, transcurridos siete meses, siguen las colas; no hay producción y documentos confidenciales del Ministerio de la Defensa y del CEO de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) evidencian que no se cumplieron las metas.
“Todos los ministros y ministras, todas las instituciones del Estado quedan bajo el orden y la subordinación absoluta del Comando Nacional de la Gran Misión Abastecimiento Seguro, bajo el mando del presidente de la República y bajo el mando del general en jefe, Vladimir Padrino López, a partir de este momento”, decretó ese día Maduro en cadena de radio y televisión.
Los “comandos alimentarios” o “el general de la papa”, el “general del ocumo” y el “general del arroz” —designados el 23 de agosto de 2016— no dominaron los áreas que debían atender y en las regiones no se constituyeron esas instancias que, en la práctica, supervisarían plantas o fábricas hasta que arrojaran resultados, como solicitó Maduro en 2016.
El plan incluía el nombramiento de una autoridad única por cada mercado municipal en todo el país y tenía como base legal el decreto de Emergencia Económica.
Padrino López admitió, de manera indirecta, las fallas en enero de 2017 cuando, en una reunión a puertas cerradas con el alto mando militar —jefes del Ejército, Aviación, Guardia Nacional, Marina y Milicia Bolivariana—, comandantes de guarniciones, REDI y ZODI; ordenó “fortalecer” la GMAS, la cual dirige en paralelo a la Comisión Presidencial de los Clap.
En el documento “Guía de Planeamiento del Ministro de Defensa-Comandante Estratégico Operacional de la FANB para 2017” —que consta de 17 páginas— no solo sostiene que la Gran Misión de Abastecimiento Soberano tiene como fin “neutralizar y acabar” con la red de distribución de “grupos especuladores que destruyen el proyecto socialista”, sino que emplaza a la Fuerza Armada a ejecutar “acciones que impacten en la producción, distribución y comercialización” de productos agroalimentarios, farmacéuticos e industriales.
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“Quiero que concentren sus esfuerzos en inspeccionar y contribuir al desarrollo y eficiencia de las empresas estratégicas productivas del Estado en los tres sectores [agroalimentario e industrial; productos de higiene personal y mantenimiento del hogar; y farmacéutico)”, señaló en la orden No.9 de la “Guía Planeamiento 2017”, a la cual obtuvo acceso Crónica.Uno.
Líneamientos del ministro de Defensa by Crónica Uno on Scribd
¿Supervisión a “grandes conglomerados”?
La preocupación por el bajo desempeño de los militares en el tema alimentario se manifiesta además cuando pide “optimizar los Sistemas de Control” en los sectores agroalimentario, industrial y farmacéuticos sobre “grandes conglomerados responsables del abastecimiento de alimentos, medicamentos, productos de higiene personal y hogar”.
¿Polar u otras? En el documento no se menciona a grupos en particular, pero en el conclave MinDefensa-Alto Mando Militar se habló de la empresa señalada y Padrino López giró instrucciones para inspeccionar aquellas a las que el Estado le ha asignado divisas y le han encomendado la producción de bienes y servicios.
De hecho, en la página 2 del material, distribuido a cada guarnición para que presentaran un plan de acción el 8 de febrero, se expresa:
“No podemos dejar de visualizar los intereses y la mano invisible de las grandes corporaciones internacionales [por lo que] es imperioso tener claridad sobre: la elevada concentración de la producción, de las importaciones y la distribución de los bienes y servicios en pocas empresas; de la presencia de monopolios en los mercados de bienes de primera necesidad; y que la alta dependencia de las importaciones colocan a Venezuela en una situación de extrema vulnerabilidad ante los métodos de guerra económica, que cuenta con el concurso y apoyo de sectores de la oposición política”.
El alto oficial reconoce las deficiencias de los “Estados Mayores de la Alimentación”, bajo su mando. De allí que emplazó como meta de 2017: “Contribuir con el fortalecimiento de los Comandos Regionales de Abastecimiento y operar como ‘verdaderos Estados Mayores’ [entre comillas nuestras], como manifiesta en la orden 9, literal D, de la “Guía”.
La meta de la FANB para este año es también impulsar el motor Industrial Militar y AgroFanb, pues Padrino López parte de la siguiente premisa:
“El aparato productivo militar debe disminuir la dependencia de bienes esenciales y empezar a plantearse retos de autogestión y abastecimiento al sector militar y resto de los sectores del país”. En otras palabras, exhortó: “Las empresas de la FANB deben aumentar su producción y eficiencia” (literal G) y “en cada dependencia, en cada unidad de la FANB tiene que existir un proyecto productivo de cualquier naturaleza” (literal H).
La FANB administra 17 empresas, que van desde transporte (Emiltran) hasta producción de radio y televisión (EmcoFanb). Desde 2016 incursiona en el mundo petrolero y minero con la creación de Camimpeg.
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Militares metidos en empresas
El Ministerio de la Defensa giró instrucciones a la plana mayor militar para que, en 2017, se fortalezcan los “Consejos Productivos de los Trabajadores” (CPT) en su organización, preparación, equipamiento y producción con la Milicia Bolivariana.
El 8 de noviembre, Maduro instaló y activó los CPT en 804 empresas (660 privadas y 144 públicas). “Los consejos deben elevar la producción, resolver los problemas logísticos, de insumos, financieros, organizativos y lograr la meta de la Agenda Económica Bolivariana: satisfacer en 100 % la necesidad interna de nuestro pueblo”.
Los CTP están definidos en la Gaceta Oficial, publicada el 8 de noviembre de 2016, decreto 17; aunque se remontan a la idea presentada por el PCV en el proyecto de ley de consejos de trabajadores, que no discutió la Asamblea Nacional dirigida por Diosdado Cabello.
El próximo 13 de febrero, el Ministerio del Trabajo efectuará una jornada de capacitación a los equipos de formación de los CPT en la Escuela de Planificación, en La Rinconada, Caracas. La primera cita fue el 5 de diciembre pasado; el curso se extendió por 20 días, y se instruyeron 826 personas, miembros de 159 CPT provenientes de cinco estados del país.
Foto referencial: AVN
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