En hogares en pobreza extrema las transferencias no laborales (bonos, pensiones, remesas, entre otros) representan el 45 % de sus ingresos. Algunos afectados pensaban que el problema se debía a cuestiones legales con sus pensiones, pero siguen recibiendo el pago nominal del IVSS.

Caracas. Para lo poco que cobra Francis Ramírez*, cada ingreso que percibe por su trabajo o imprimiendo documentos en su apartamento tiene valor, por muy mínimo que sea. “Son dos o tres harinas que uno puede comprar y medio resolver”, señala, en referencia a los bonos gubernamentales que mes a mes utiliza para solventar uno o dos días de crisis.

Francis, quien pidió mantener su verdadero nombre en reserva, es empleada activa de un ente adscrito al Ministerio de Educación y desde hace dos meses forma parte del grupo de pensionados sobrevivientes que no recibe el denominado “bono contra la guerra económica” que es entregado a inicios de cada mes desde mayo.

Dicho aporte económico, a diferencia de otros bonos ofrecidos por el gobierno de Maduro, tiene incluso sustento legal, pues fue aprobado en la Gaceta Oficial N° 6.532 del 27 de abril de este año, cuando el salario mínimo fue elevado a 400.000 bolívares (actualmente, menos de 50 centavos de dólar).

En el caso de Francis, la pensión por sobreviviente la obtuvo tras la muerte de su esposo y el dinero del bono era utilizado para pagar la mensualidad de teléfono e internet de Cantv y uno que otro útil escolar que necesita su hija, estudiante de 4° grado de primaria, siempre que le alcance.

Como ella, hay varios pensionados sobrevivientes en la misma situación y no hay versión oficial que explique el porqué de la suspensión. Los pensionados por vejez y/o incapacidad siguen recibiendo el dinero a través de la plataforma Patria, aunque ha habido denuncias de su suspensión al notar que el beneficiario está activo laboralmente.

Foto: Gleybert Asencio
Aunque es poco, es un ingreso

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2020 revela que 96 % de la población venezolana padece de pobreza de ingresos y 54,6 % percibe menos de 1,6 dólares diarios, lo que la sitúa en condición de pobreza extrema.

En hogares en pobreza extrema las transferencias no laborales (bonos, pensiones, remesas, entre otros) representan el 45 % de sus ingresos, siendo las transferencias públicas las que tienen mayor peso en los sectores más vulnerables, por encima –incluso– de lo que puedan recibir por pensión.

Robert Chirinos, pensionado por vejez y por ser sobreviviente de su esposa fallecida hace tres años, señala que en ocasiones su hijo que reside en Ecuador no tiene cómo mandarle dinero o envía menos de lo habitual, por lo que tiene que estirar aún más sus dos pensiones y así “medio comer”.

El hijo de una vecina es quien me hace el favor de revisar la página Patria para pasarme el dinero y ver si de milagro me cae algún bono, porque nunca me saqué el carnet de la patria. Pero en noviembre me quedé esperando el de guerra económica, nunca depositaron el dinero, señala.

Al principio pensó que quizás había algún problema de trámites o legal, pero descartó la idea cuando recibió el pago normal del Seguro Social y vio que otros pensionados sobrevivientes de su comunidad tenían el mismo problema.

Foto: Gleybert Asencio/ Archivo
Quejas sin respuestas

A través de Twitter varios usuarios han afirmado tener problemas con el bono de guerra económica, la mayoría de ellos pensionados sobrevivientes, con reclamos dirigidos a cuentas oficiales como la de Nicolás Maduro, @CarnetDLaPatria e incluso el IVSS.

Sin embargo, el coordinador del Frente Amplio en Defensa de los Jubilados y Pensionados, Luis Cano, señala que las bonificaciones especiales (como la del medio petro o meses extras de aguinaldos) son manejadas por el gobierno central y no por el Seguro Social.

Es por ello que ya su grupo se encuentra levantando información de cuántas personas estarían siendo afectadas por una medida que, hasta el momento, no ha tenido explicación por parte de las autoridades.

Aún así, resaltó que la principal exigencia de los pensionados no es la entrega de “bonos de hambre”, sino “jubilaciones y pensiones dignas que tomen como referencia el monto de la canasta básica, tal y como lo establece la Constitución”.

Foto: Tairy Gamboa

Entre mayo y octubre (último mes en el que los pensionados sobrevivientes lo recibieron) el bono pasó de 300.000 a 915.000 bolívares, es decir, ya equivalía a dos meses más de pensión y seguía siendo insuficiente. En noviembre el monto llegó a 1,46 millones de bolívares y el de diciembre a Bs. 2,19 millones (poco más de dos dólares o dos kilos de harina de maíz).


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