Empresas centenarias del estado Sucre bajan sus Santamarías por falta de estímulos

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Empresarios de la capital sucrense no pueden mantener la estructura de costos debido a las exigencias laborales, pago de tributos y aumento indiscriminado de tarifas de servicios públicos.

Cumaná. Ciudadanos sucrenses han observado con preocupación el cierre de empresas emblemáticas que han marcado no solo la tradición, sino el desarrollo de la entidad oriental.

El caso más reciente fue el cierre del concesionario Prosperi en Cumaná, tras más de 100 años de funcionamiento ininterrumpido.

Un comunicado emitido por la gerencia de la empresa a incios de mayo, reseñó que “el ciclo llegó a su fin”, al tiempo que agradecieron el apoyo de más de dos generaciones de trabajadores que mantuvieron la corporación activa en la venta y prestación de servicios de reparación, así como el mantenimiento de vehículos.

Prosperi fue reconocido como concesionario Toyota de Venezuela. La empresa que opera en Sucre desde 1979 cuando se comenzó a construir la planta para ensamblar vehículos en Cumaná; pero en la actualidad ha limitado sus acciones a la importación de autos provenientes de Argentina, Brasil, Japón y Tailandia.

Atentos

La Cámara de Comercio, Industria y Producción de Cumaná, ha hecho seguimiento a este tipo de situaciones para alertar a la ciudadanía pero especialmente al Gobierno Nacional, sobre la necesidad de redireccionar las políticas económicas que permitan a empresas, comerciantes y productores salir adelante.

El gremio ha precisado que desde la pandemia por COVID-19, más de 60 % del comercio formal en la capital sucrense ha cerrado.

El cierre de empresas se origina por la estructura de costos, es decir, mantener una empresa formal con todos sus deberes y derechos cuesta mucho al empresariado. Además, se ha implementado un nuevo impuesto de las pensiones que golpea con fuerza a las empresas”, explicó Abelardo Kasabdji, presidente del gremio.

Créditos limitados

A ese panorama le añadió la falta de créditos bancarios, porque el sistema está muy saturado para atender al empresariado en general.

Sin embargo, reconoció que los microcréditos sirven para apoyar al emprendedor que da sus primeros pasos antes de formalizar su ingreso al mundo empresarial.

Kasabdji lamentó que el sistema financiero, que es fundamental para las industrias, empresas y el comercio en general, se encuentre prácticamente paralizado.

Aseguró que son muy pocos los créditos con fianza que deben llevar el respaldo con cuenta en el exterior o son a corto plazo. Mientras en los créditos grandes en un tiempo normal de recuperación de capital e intereses la banca ofrecía dos años, aquí se habla de dos a seis meses, con la opción de modificar la deuda, pero según los comerciantes, eso significa intereses sobre intereses y es muy duro para el empresariado.

Productores, empresarios y comerciantes han alertado sobre los factores laborales, impuestos nacionales, municipales y las políticas económicas, del Gobierno Nacional que han llevado al desánimo de las empresas que tratan de sobrevivir para no cerrar o migrar, porque ya no tienen capacidad para sostener industrias o fábricas de envergadura.

A la par de los factoes económicos, el deterioro de los servicios públicos y el aumento indiscriminado de las tarifas, ahoga a los empresarios debido a que las ventas y el movimiento de efectivo, es limitado.

El gremio cumanés señala con preocupación la falta de números y estadísticas para crear estrategias de planificación.

Se requiere información actualizada sobre economía, inflación, recurso humano, desempleo y vivienda; para programar la viabilidad de su trabajo pero “en Venezuela, no hay nada certero” agregó Kasabdji.

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