Producción de maíz disminuyó 30% en 2020 en medio de desfase tecnológico y falta de financiamiento

producción de maíz

El país cuenta con un aproximado de 430.000 toneladas de alimentos disponibles mensuales en el mercado, según la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines. Piden tomar medidas y decisiones que permitan llegar a altos niveles de eficiencia y que se eviten pérdidas y desperdicios de alimentos.

Caracas. Alrededor de 390.000 toneladas de maíz fue lo que se produjo en Venezuela en 2020, año en el que el Estado ofreció menos subsidios y apoyo al sector agrícola, que tuvo que lidiar con la falta de financiamiento bancario, combustible para trasladar las cosechas y limitaciones tecnológicas que hicieron que tuviera uno de los rendimientos más bajos en décadas.

Así lo indicó la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (Sviaa) en su balance de Situación Alimentaria 2020 y Perspectivas 2021, en el que resaltó la disminución de 30 % en la producción de maíz en una superficie de 140.000 hectáreas.

Aún así, la producción fue superior al estimado hecho por la Sviaa a mediados de 2020, cuando proyectaron 114.000 toneladas al cierre del año, hecho que asocian a que los productores y las agroindustrias pudieron integrarse para sortear la falta de créditos bancarios.

Las estimaciones de 2020, además de la producción de maíz, fueron: 130.000 toneladas de arroz, 85.000 toneladas de algodón, 75.000 toneladas de soya, 15.000 toneladas de sorgo y 7000 de palma aceitera; todas iguales o inferiores a las de años anteriores.

Saúl López, presidente de la Sviaa, indicó que la cartera agrícola representaba 25 % de los créditos bancarios y actualmente solo es de 5 %. Una menor economía de escala (aquella en la que los costos de producción se reducen a medida que la producción de una empresa crece) también habría incidido en la disminución del sector.

Según cifras del Ministerio de Agricultura y Tierras, Venezuela alcanzó su pico de producción en 2008 con casi tres millones de toneladas de maíz y 1,36 millones de toneladas de arroz, por lo que la caída en 12 años sería alrededor de 87 % y 90 %, respectivamente.

Más tecnología

De igual forma, López dijo que mediante la incorporación de tecnología a los procesos productivos se podría incrementar en 20 % la producción de maíz (hasta 200.000 hectáreas sembradas) y arroz (hasta 60.000 hectáreas).

Lamentablemente, si se llegara a sembrar 2000 kilos en cada una de las 700.000 hectáreas, seguiría siendo ineficiente e improductivo si no se incorpora tecnología. Los productores venezolanos tienen que ser más competitivos, hay muchas herramientas que no son tan costosas”, explicó el ingeniero agrónomo.

Llamó a que se invierta en estaciones meteorológicas que permitan predecir las temporadas de lluvia y sequía, pues el cambio climático hace que las estimaciones clásicas de cosecha y siembra en ocasiones no sean acertadas, lo que se traduce en pérdidas.

A su juicio, la inversión en tecnología agrícola no representaría más de 2 % de los costos de producción por hectárea, lo que incluiría elementos como la incorporación de tecnología satelital y laboratorios portátiles de suelos.

Solo se produce 20 % del consumo nacional

La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines estima que el país cuenta con un aproximado de 430.000 toneladas de alimentos disponibles mensuales en el mercado, cuando la cifra debería ser de más de 1,1 millones de toneladas, lo que da una aproximación a la crisis económica y alimentaria que se palpa día a día.

Saúl López advierte que dos tercios de la población no tiene acceso total a esos alimentos por la caída del poder adquisitivo, razón que podría explicar la sensación de abundancia que se nota en algunos mercados y supermercados desde hace dos años en contraste con la escasez y desabastecimiento de años anteriores.

Con un salario mínimo inferior a un dólar (Bs. 1.200.000 al mes), en Venezuela 79,3 % de la población no tiene ingresos suficientes para cubrir la canasta alimentaria y la pobreza de consumo alcanza a 68 % de los hogares, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).

Miles de toneladas perdidas

La Sviaa advierte que, tomando en cuenta la poca producción de alimentos que hay, si se resolviese el problema del poder adquisitivo, no habría suficiente oferta para satisfacer la demanda y la escasez sería incluso peor que entre 2014 y 2019.

Es por ello que llama a que se tomen medidas y decisiones que permitan llegar a altos niveles de eficiencia, como en la producción de hortalizas, y que se eviten pérdidas y desperdicios de alimentos por situaciones como la falta de combustible.

Según estimaciones de los ingenieros agrónomos, en 2020 se perdieron y desperdiciaron 60.000 toneladas mensuales de alimentos (cerca de 20 % del total producido) con un pico importante por la escasez de combustible.

La cifra, afirma Saúl López, podría resolver el problema de inseguridad alimentaria de al menos cuatro millones de venezolanos. La Encovi estima que en uno de cada cuatro hogares del país padecen de inseguridad alimentaria severa. En el mundo, se estima que un tercio de los alimentos se desperdicia, por diversas razones, en sus distintas cadenas de distribución, según el ingeniero.


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