El Grupo de Trabajo sobre la Esclavitud Moderna en Venezuela, una alianza de distintas organizaciones de la sociedad civil, sostuvo que las mujeres, incluyendo a lesbianas, trans y adolescentes son la población más vulnerable de este delito. Las adultas constituyen 70 % de las víctimas.
Caracas. El Grupo de Trabajo sobre la Esclavitud Moderna en Venezuela (Gtemv), una alianza de organizaciones de la sociedad civil, insta al Estado a tomar medidas urgentes, entre ellas disminuir los riesgos asociados a la migración forzada y crear fiscalías especializadas para optimizar los procedimientos de la justicia penal, para desarrollar, investigar, enjuiciar y sancionar con efectividad a los responsables de la comisión de este tipo de delitos.
El Gtemv identificó las principales amenazas que surgen de la emergencia humanitaria compleja del país, expresada en el deterioro de la calidad de vida, por el quiebre del Estado y la incapacidad de sus instituciones para dar respuestas efectivas que garanticen los derechos humanos.
Una de las cinco alertas del grupo con respecto a la trata de personas es el hambre, pues consideran que la inseguridad alimentaria potencia todas las formas de explotación. El intercambio de sexo por comida es un ejemplo de esas situaciones que aumentan los riesgos.
[irp posts=”137790″ name=”Red de trata de personas captó a jóvenes en La Vega con cirugías estéticas”]La migración forzada es otro de los factores de riesgo, de acuerdo con la nota de prensa, pues la hiperinflación, la escasez de alimentos y medicamentos, el colapso de servicios básicos y la inseguridad son aspectos que propician la disposición al riesgo de algunos migrantes, quienes al no tener garantizadas necesidades básicas sienten que no tienen nada que perder.
El documento reveló que las mujeres son las principales víctimas de trata, incluidas las mujeres trans, lesbianas, adolescentes y niñas. Las mujeres adultas constituyen 70 % del total de víctimas.
Las mujeres también son utilizadas como “anzuelo” para captar a nuevas víctimas, aprovechando la confianza que podrían generar. En ocasiones ellas también han sido víctimas.
Otro grupo particularmente vulnerable en Venezuela, según el Gtemv, son los niños y adolescentes, porque pueden convertirse en proveedores para satisfacer sus propias necesidades o las de sus familias, y de esta forma se involucran en situaciones de sexo transaccional como mecanismo de sobrevivencia.
[irp posts=”144652″ name=”Explotación sexual infantil toma las calles de Maturín”]El ejercicio obligado de la mendicidad se ha naturalizado por la gran cantidad de personas de todas las edades que mendigan para subsistir. En medio de la migración forzada, las redes de delincuencia han aprovechado la desintegración familiar para captar a niños y adolescentes no acompañados, separados o que están al cuidado de la familia extendida o de otras personas.
Al grupo también le alarma la impunidad, ya que favorece el delito de trata de personas y otras formas de esclavitud moderna. Por este motivo instaron al Estado a proponer políticas de prevención, a dar con los victimarios y proteger a las víctimas.
De igual forma propusieron optimizar registros oficiales de las víctimas para precisar la dimensión del problema, y entre otras, facilitar el acceso a la justicia para las víctimas o sus representantes.
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