Apostillar cada documento que se necesite para tramitar una visa cuesta alrededor de cinco dólares. Visas como la chilena exigen boletos de retorno, pero su aprobación antes del vuelo es toda una lotería. Pese a que algunos países que reconocen a Juan Guaidó como presidente encargado aceptan el pasaporte vencido para ingresar a sus territorios, la salida de Venezuela por vía aérea se debe hacer con el documento vigente, cuya prórroga cuesta 100 dólares.

Caracas. Luego de un mes de haberse postulado, Ernesto fue aceptado en diciembre en un curso de Geología y Economía Minera en Antofagasta, en el norte de Chile. El programa comienza en marzo y tendrá una duración de 15 días, por lo que Ernesto cuenta con menos de tres meses para tramitar los requisitos y obtener una visa de turista, que requiere menos requisitos que la de estudiante.

Desde mediados de 2019, los ciudadanos venezolanos que quieran ingresar a territorio chileno en calidad de turistas tienen que solicitar visado, sin embargo, y pese a que no son muchos los requisitos que exigen, el tiempo de espera de la entrega del documento juega en contra de quienes, como Ernesto, requieren ingresar temporalmente al país austral. 

Tal situación ha provocado, incluso, que varios solicitantes hayan perdido sus boletos aéreos y tenido que pagar multas por cambios de fecha. Carmen Sánchez, de 67 años de edad, planeaba viajar a Chile con su esposo y los papás de su yerno a finales de diciembre, pero solamente a uno de ellos le entregaron el visado a tiempo. 

Los requisitos para tramitar la visa de turismo a Chile para venezolanos son: pasaporte vigente o vencido (otorgado a partir de 2013), una fotografía tamaño pasaporte, solvencia económica, carta de invitación o reserva de hotel y pasaje de retorno a Venezuela, el cual debe ser presentado el día de la cita. 

Las nietas de Carmen residen en Santiago, la capital chilena, desde hace tres años. Debido a que ninguno de los abuelos está familiarizado con los sistemas de trámites digitales, todo el proceso lo hicieron ellas desde agosto del año pasado. 

Mi pasaje y el de mi esposo les salió en más de 1000 dólares; los otros dos fueron más económicos porque los consiguieron con otra aerolínea. En total, mis nietas terminaron pagando 900 dólares más por penalización de cambio de fecha, señala Carmen.

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Aunque muchos sistemas de atención consular son estrictamente en línea, diariamente acuden a los consulados decenas de personas para conocer el estatus de su solicitud o aclarar dudas acerca del proceso. Foto: Alberto Torres
Muchas dudas, pocas respuestas

Carmen era una de las tantas personas que el lunes 20 de enero se encontraban en el Consulado de Chile en Caracas a la espera de información sobre sus visados. El tiempo de entrega de las visas varía: algunos obtienen respuesta en seis meses; otros, en nueve, y algunos han estado hasta un año en espera. 

Ante las dudas, las respuestas de las autoridades consulares no son del todo claras. La información que ofrecen a las afueras de las sedes diplomáticas son muy genéricas y, más que aclarar, oscurecen. 

María Montoya, abogada experta en asuntos migratorios, señala que los gobiernos foráneos están en todo su derecho de adoptar medidas migratorias que consideren pertinentes, pero que deben ser “enfáticos” en cómo es el proceso de visado y cuánto dura, pues algunos funcionarios que atienden al público “a veces no manejan toda la información”. 

Resalta, por ejemplo, el caso de República Dominicana, país que a mediados de diciembre implementó un visado para venezolanos que afectó a connacionales que ya habían planeado reencontrarse con sus familiares en temporada navideña.

Explica que algunos países “no dejan los panoramas claros una vez que hacen los decretos”, razón que complica aún más la salida ordenada de venezolanos.

Para agilizar el proceso, algunas personas están optando por tramitar las visas desde el país destino a través de un familiar directo. Así lo hizo Dayana Briceño, cuya visa humanitaria para ingresar a Perú la solicitó su hijo en Lima. 

Voceros del Consulado de Perú en Caracas que estaban en la entrada del lugar no afirmaron ni desmintieron tal modalidad, que no sale reflejada en su página web y que, según Dayana y otros consultados, tarda tan solo un mes en recibir respuesta.

Infografía: Amadeo Pereiro
Requisitos inaccesibles para muchos

Aunque países como Perú, Chile y Ecuador permiten optar a visas especiales que atienden a razones humanitarias para migrar (con requisitos simples) muchos papeles de los que exigen son difíciles de obtener, bien sea por factores económicos o burocráticos. 

En junio de 2019, el presidente de la Asamblea Nacional y encargado de la República, Juan Guaidó, decretó la extensión de la vigencia de pasaportes venezolanos por cinco años. Ante esto, parte de los países que lo reconocen como mandatario han empezado a aceptar pasaportes vencidos para realizar trámites y solicitar visas. 

Sin embargo, en la práctica no es posible salir del país vía aérea con pasaportes vencidos, razón que obliga a prorrogar sus documentos en el Saime a aquellos que buscan emigrar o viajar con fines turísticos o de visita.

Los montos a pagar para obtener la prórroga o solicitar un pasaporte nuevo varían de acuerdo con la tasa diaria del petro, moneda virtual creada por la administración de Nicolás Maduro. 

Además, desde mediados de noviembre del año pasado el costo de la apostilla de documentos también está anclado al valor del petro. La verificación de cada documento tiene un costo de 0,08615936 petros, que hasta el 24 de enero equivalían a 377.466,35 bolívares.

Otros trámites, como la legalización de documentos civiles (la copia certificada de la partida de nacimiento cuesta 102.000 bolívares) o el registro de títulos universitarios (143.000 bolívares), también tienen costos que varían dependiendo de la tasa del petro. “Hoy tienen un precio, mañana puede que sea más o menos”, responde un funcionario del Registro Principal ante la duda.

De esta forma, por ejemplo, emigrar a Ecuador en avión con visa por razones humanitarias podría costar más de 150 dólares, tomando en cuenta que se debe pagar 50 dólares por solicitar la visa, 100 dólares por prorrogar el pasaporte (solicitar uno nuevo cuesta 200 verdes) y poco más de cinco dólares por apostillar los antecedentes penales, todo según la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV) del 24 de enero.

Infografía: Amadeo Pereiro

La realidad económica que atraviesa el país es algo con lo que se debe lidiar, asegura la abogada Montoya. Sin embargo, es precisa al indicar la importancia de llevar a cabo una migración planificada a fin de evitar malos ratos en el país receptor, y que también debe tomar en cuenta los factores económicos, laborales y psicológicos que rodean el éxodo.

 


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