Mientras el Revocatorio fue a paso de morrocoy, la Constituyente avanza por la vía exprés

El CNE estableció que organizar el revocatorio tomaba más de 300 días, en cambio, la Constituyente, un proceso más complejo, se realizará en 60 días.

Caracas. En menos de un año, el Consejo Nacional Electoral (CNE) demostró que mide, con distintas varas, las solicitudes que hace el Gobierno y las que realiza la oposición. Mientras que en el caso del suspendido referendo revocatorio la presidenta del organismo comicial, Tibisay Lucena, aseveró que este demoraba unos 319 días, en el caso de la Constituyente convocada por el Presidente Maduro el proceso completo —cuya organización es mucho más compleja que el referendo— solo demorará 60 días.

Estas diferencias en la celeridad para tramitar las solicitudes se evidencian ampliamente en cada uno de los pasos de ambos procesos electorales.

En el caso de la solicitud hecha por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el Poder Electoral demoró casi dos meses en aceptar la petición para activar el proceso, alegando “errores” en la documentación entregada. Y en más de 7 meses de gestiones para el proceso antes de que fuera “suspendido”, Lucena nunca dio una fecha tentativa para los comicios.

Para la Constituyente, en cambio, en menos de 4 horas, luego de entregadas las bases comiciales diseñadas por el Jefe de Estado, Lucena anunció que el árbitro comicial realizaría las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) a finales de julio.

De 4 meses a 5 días

En el caso del revocatorio, el CNE demoró 4 meses en estudiar y “validar” las firmas presentadas por la oposición para cumplir con el llamado paso del 1 %, un requisito ideado por el ente comicial, que no está dentro de la Constitución. Este miércoles, la presidenta del CNE indicó que la revisión de las firmas para las postulaciones de los candidatos a la ANC solo demorará 5 días, pues será desde el 11 al 15 de junio. Ya la rectora Socorro Hernández indicó que no le pedirán a los ciudadanos que pasen por las máquinas captahuellas porque la “situación del país es muy distinta a la del año pasado”.

Esto quiere decir que, a diferencia de la oposición, no se le pedirá a los firmantes que acudan a lugares dispuestos —lejanos e insuficientes para los electores— por el CNE para que autentifiquen su identidad y probablemente no habrá una digitalización de las planillas con las rúbricas para revisar con dactiloscopistas firma por firma, y comprobar que no haya duplicados o posibles fraudes. Al menos luce complicado hacer esto en 5 días. Tampoco es probable que, en este caso, el Consejo Nacional Electoral idee requisitos extraconstitucionales, como en el caso del referendo. La rectora Tania D’Amelio informó que los “reparos” para las firmas se harán entre el 17 y 18 de junio.

Tampoco parece probable la extensión exagerada de los propios lapsos establecidos por el CNE. En el caso de la fase del 1 %, el Poder Electoral se tomó casi 5 meses, cuando las normas establecidas por el propio ente comicial señalaban que no debía pasar de mes y medio. Tampoco se estima que tribunales penales —que no tienen relación con la materia electoral— decidan anular la convocatoria presidencial, como sucedió con el revocatorio, alegando un supuesto fraude en las rúbricas que respaldan a los candidatos.

¿Coincidencias?

Otro aspecto que llama la atención es como el Poder Electoral determinó, en apenas 48 horas, el número de constituyentes “sectoriales” que se deben elegir. El árbitro comicial tenía que crear 8 registros electorales nuevos, solicitando data a organismos oficiales y gremios para crear estos padrones por cada uno de los sectores señalados en el decreto de Maduro: empresarios; campesinos y pescadores; personas con alguna discapacidad; estudiantes; trabajadores; comunas y consejos comunales; pensionados y pueblos indígenas.

Técnicos electorales y abogados indicaron que el organismo solo podía calcular el número de representantes sectoriales, en tan poco tiempo, teniendo los registros ya listos. También resalta el hecho de que, como lo publicó Crónica.Uno, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ya manejaba listas de candidatos antes de que Lucena anunciara abruptamente, el pasado 25 de mayo, que quienes decidieran postularse debían preinscribirse este miércoles y jueves.

Anunció este martes que la planilla para las inscripciones —que en el caso de la oposición demoró dos meses en ser entregada— ya está disponible en el portal del organismo y que los recaudos deben ser consignados entre el 6 y 10 de junio en las juntas municipales del CNE. Los candidatos deben obtener el respaldo de 3 % del Registro Electoral de sus municipios o de sus “sectores”. En este último caso se tomará en cuenta los 8 registros ya mencionados.

El integrante del PSUV y expresidente del CNE, Jorge Rodríguez, insinuó el 24 de mayo que los comicios podían hacerse en dos jornadas: un día los correspondientes a los territoriales y otros a los municipales. Al día siguiente, Lucena hizo oficial esta posibilidad en una alocución. Igualmente, Maduro señaló el 25 de mayo que los candidatos debían entregar los recaudos ante las juntas del Poder Electoral en todo el país, algo que la presidenta del CNE ratificó este martes. Todo esto sin contar las diferentes “trampas” denunciadas por expertos que permitirían al chavismo ganar las elecciones, aun siendo una minoría electoral.

Foto: Angeliana Escalona


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