“Rubén González es el único preso civil en el ala militar de La Pica”

Rubén González

El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera cumplió esta semana cinco meses preso y esperando el comienzo del juicio.

Ciudad Guayana. Degraín Marichales se ha convertido en un vocero no oficial del caso de su suegro, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera (Sintraferrominera), Rubén González.

Esta semana, González cumplió cinco meses preso en el internado judicial de Monagas, conocido como Cárcel de La Pica. Fue detenido en la madrugada del 29 de noviembre, en una alcabala en Anaco, estado Anzoátegui. Regresaba de una marcha en Caracas, convocada por la Intersectorial Laboral de Venezuela. La Guardia Nacional lo bajó del autobús en el que regresaba con varios trabajadores.

Desde entonces, su familia ha denunciado, a través de Marichales, también delegado de Sintraferrominera, los atropellos vividos durante estos cinco meses. Los principales: que su caso lo dirija un tribunal militar y que el juicio no comience todavía.

Rubén es el único preso del ala militar de la cárcel de La Pica. Ya su caso fue pasado a juicio y aun no le han puesto el juez. El tribunal dice que no tienen juez para iniciar”, dice.

Este es el segundo presidio de González. Entre 2009 y 2011 estuvo preso en Bolívar por liderar una huelga de trabajadores en Ferrominera. Entonces adepto al chavismo, nada lo libró de la persecución oficial.

En marzo de 2011, un tribunal de Puerto Ordaz lo condenó a siete años de cárcel. A los pocos días la sentencia fue anulada. Un año después, González fue candidato a secretario general del sindicato de Ferrominera. Ganó el cargo a pesar de que su rival, Alfredo Spooner, tenía el respaldo del gobierno de Hugo Chávez.

Aislado

A González lo detuvieron en noviembre con la excusa de haber agredido a funcionarios militares durante una protesta de mayo de 2018 en Ciudad Piar. Al día, un tribunal militar ordenó su reclusión en La Pica por “ataque al centinela, ultraje al centinela y ultraje a la Fuerza Armada Nacional con la responsabilidad penal en grado de autor”.

Tanto la Corte Interamericana de Derechos Humanos como la Corte Europea de Derechos Humanos y el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas establecen que ningún civil puede ser procesado por tribunales militares. Es lo que ha hecho el régimen venezolano con González.

“Nosotros tenemos que irnos desde Ciudad Piar, recorriendo más de 400 kilómetros, para verlo. En abril, Rubén estuvo más de 20 días aislado en su celda. Tuvimos más de 20 días sin saber de él. Es una celda de tres por dos metros”, apunta Marcichales.

Con comida inadecuada para sus padecimientos renales, González espera por un juicio que se posterga sin más explicación que la frase consabida: no hay jueces.

“No es el único que ha sufrido. A todos los compañeros que hacían equipo en el sindicato y que llamaron a la huelga que hicimos a fin de año los despidieron o tiene calificaciones de despido. A los demás, como yo, nos han retenido los pagos”.

En la marcha de Puerto Ordaz del 1° de mayo uno de los oradores leyó una carta de González. Su mensaje fue el habitual: continuar en la calle en contra del régimen de Nicolás Maduro.


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