Fenahoven sostiene que las grandes cadenas de hoteles del país (nacionales e internacionales) han bajado sus tarifas para captar más clientes, lo que ha obligado a los de menor categoría a hacer lo mismo, en detrimento de sus ingresos.

Caracas. La caída del turismo, las restricciones de movilidad y la falta de combustible siguen golpeando fuertemente al sector hotelero y sus trabajadores. En lo que va de pandemia, la ocupación máxima se alcanzó en el asueto de Carnaval, cuando en algunas zonas del país hubo hoteles y posadas que llegaron al tope de 40 %.

Tres meses después, y luego de perder el feriado por excelencia que más ocupación genera (Semana Santa), el panorama sigue siendo desolador. Según cifras de la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela (Fenahoven), en mayo de este año la ocupación a escala nacional fue de 14,72 %, la mitad de lo reportado antes de la pandemia, cuando el sector hotelero ya se encontraba en recesión.

El presidente de Fenahoven, Alberto Vieira, explicó a Crónica.Uno que en las semanas flexibles la demanda de habitaciones suele aumentar 50 % respecto a las radicales, motivado principalmente a los problemas que encuentran los clientes para trasladarse de una ciudad a otra durante la cuarentena, por las alcabalas y los problemas para conseguir transporte público.

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Foto: Tairy Gamboa

El Consejo Superior del Turismo (Conseturismo) señala que en 2020 la actividad turística tuvo una caída de 90 % respecto al año anterior, uno de los registros más bajos en décadas. 

Ante ello, sumado a los problemas de movilidad, Alberto Vieira señaló que en las principales ciudades del país los hoteles de gama media están apuntando a llegar al segmento corporativo o personas que necesitan hospedarse por negocios o trabajo.

El gerente de operaciones del Hotel Las Américas, ubicado en Sabana Grande, Francisco Limada, coincide con ello. En su caso, indicó que, por la ubicación de la instalación (a dos cuadras de la estación Chacaíto del Metro de Caracas), empresas como Petróleos de Venezuela (Pdvsa) suelen adquirir sus servicios para alojar a empleados que llegan a Caracas. 

Además, mencionó que recientemente encontraron en los camioneros que vienen del occidente del país una clientela nueva, por la facilidad para dejar los camiones en su amplio estacionamiento. Otros servicios, como alquiler de salones de eventos, también han disminuido, y en junio llegaron a albergar tan solo cuatro (reducción de 70 %).

Foto: Tairy Gamboa

El hotel de tres estrellas también alberga de forma fija a una delegación de médicos cubanos que se alojan en un edificio aparte con 40 habitaciones, aunque Limada manifestó que el pago por parte del Gobierno suele ser en bolívares y no siempre es continuo. 

Alberto Vieira, de Fenahoven, dijo que, de los afiliados a la cámara, proveen alrededor de 10 habitaciones por hotel para albergar a médicos, enfermeras y personal de logística por la emergencia sanitaria, principalmente en Maracaibo y Caracas, y negó que tengan hospedados actualmente a pacientes con COVID-19.

Servicios en contra

Otro problema que enfrenta actualmente el sector hotelero es el de los servicios públicos, bien sea porque no son continuos como por los incrementos que han sufrido en el último año. Cristian Alvarado, habitante de El Recreo, contó que tanto él como amigos han tenido malas experiencias en algunos hoteles de la zona, con habitaciones sin iluminación, con falta de agua y filtraciones.

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Foto: Tairy Gamboa

Las gerencias de dos de los hoteles cuestionados por clientes, ambos en la avenida Las Acacias, mejor conocida como “calle de los hoteles”, prefirieron no dar declaraciones al respecto. Una de las trabajadoras, sin embargo, dijo en reserva que, al ser de “mala muerte” y de menor costo, la clientela suele asumir que las instalaciones tienen fallas. 

En otros hoteles, para comodidad de sus clientes, las gestiones buscan “resolver” los servicios públicos que fallan. Elizabeth de Martínez, administradora del Hotel Ramo Blanco de El Paraíso, explicó a Crónica.Uno que el principal problema es que escasea el agua, por lo que constantemente tienen que acudir a camiones cisternas para abastecer los tanques de sus instalaciones. 

Foto: Tairy Gamboa

Francisco Limada, del Hotel Las Américas, señaló que servicios como el aseo urbano subieron hasta 500 % sus costos en el año, y sigue siendo deficiente. Denunció que, incluso, “cuando pasan los del camión, quieren que les paguen algo adicional” por recoger los desechos. Por la electricidad, además de que es inestable, tienen que pagar hasta Bs. 5000 millones solo en un aviso luminoso que tiene años sin funcionar.

Sin ingresos no podemos mantener una estructura de costos tan alta. Aparte vemos cómo los servicios públicos siguen aumentando; se hace bien cuesta arriba mantener un hotel, subrayó Alberto Vieira, de Fenahoven. 

La ocupación es cercana a la estimada

Similar a los cálculos de Fenahoven, en el sector hotelero de una, dos y tres estrellas la ocupación es de entre 20 % y 30 %, dependiendo de la zona, perfil del cliente y de la instalación. En hoteles utilizados comúnmente para placer, como el Madrid y el Aladdin, en El Rosal, la ocupación ronda esa cifra, aunque puede variar si el servicio adquirido es “de ratos” o estadía completa.

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Foto: Tairy Gamboa

Hay días que solo se ocupan 10 de las 50 habitaciones, hay días que más y otros que menos. Por el tipo de hotel y la ubicación, no hay mucha diferencia entre si es semana radical o flexible”, dijo una de las trabajadoras del Hotel Madrid, en las inmediaciones de Chacaíto.

El gerente del Hotel Las Américas, por su parte, afirmó que desde la pandemia ha habido meses en los que la ocupación no supera el 15 %. “Estamos sobreviviendo, tratando de que el personal trabaje una semana sí y una no, los turnamos”, indicó, una evidencia de que la falta de clientes hace que no se noten menos empleados. 

Foto: Tairy Gamboa
Reducir ingresos para no perder

Desde Fenahoven notan que, con el fin de captar clientes en una economía deprimida y sin suficientes conexiones aéreas y terrestres, las grandes cadenas de hoteles (nacionales e internacionales) del país han bajado sus tarifas para captar más clientes, lo que ha obligado a los de menor categoría a hacer lo mismo, en detrimento de sus ingresos. 

Esto pone al sector hotelero en situación de no poder aumentar, porque la prioridad es poder obtener ingresos, dado que tenemos más de un año paralizados”, explicó Alberto Vieira. 

Y para muestra, el caso del Hotel Las Américas, donde el Ministerio de Turismo aprobó una tabla de precios fijados según la tasa de cambio diaria del Banco Central de Venezuela (BCV), donde la tarifa más económica era equivalente a 70 dólares, pero que la gerencia tuvo que bajar a 30 dólares para poder competir. 

Foto: Tairy Gamboa

El monto es similar en otros hoteles, e incluso menor en aquellos con otro target o ubicación. En Ramo Blanco, de El Paraíso, el precio es de $15 la estadía corta de seis horas y $20 la noche. En el Hotel Madrid, en Chacaíto, los costos son $15 por la habitación sencilla, $20 la doble y $25 la ejecutiva, mientras que en el Aladdin las tarifas mínimas son de $25 y $40 con jacuzzi.


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