El 24 de octubre de 2022 se derrumbaron al menos 12 viviendas en La Ladera II, tras varias horas de lluvia. A partir de enero los vecinos vieron obreros que terminaron de derribar las estructuras y removieron escombros. Estos trabajos quedaron inconclusos y desde marzo no han visto más obreros.

Caracas. Armando y Ana siguen dentro de su hogar, a pesar de que en octubre de 2022 una avalancha de escombros impactó por la parte de atrás de su vivienda y dejó la estructura al descubierto y en riesgo. Esto ocurrió en el barrio La Ladera II de la parroquia 23 de Enero, durante la temporada de lluvias de 2022.

Armando Osuna y Ana de Osuna son esposos. Él tiene 75 años y ella 72 años de edad. Desde hace una semana, Armando pasa las mañanas removiendo escombros dentro de su casa y al mediodía, luego del almuerzo, descansa. Ese trabajo lo hace solo, aunque algunos días tiene ayuda de sus hijos.

Los señores Osuna ya no pueden dormir en su habitación, ahora lo hacen en la sala. El dormitorio está en la zona de la casa que corre más riesgo. La casa de la familia Osuna se encuentra sobre terreno plano.

Parte de atrás de la casa de los Osuna.| Foto: Ivanna Laura

El callejón Santa Rita, de La Ladera II, se ha vuelto un lugar solitario desde que más de 162 familias fueron desalojadas ante el riesgo del terreno, según datos del ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos.

Solo las familias, cuyas casas están en terreno firme, siguen en la zona. Incluso parte de la familia Osuna, quienes tienen más de 50 años en ese sector del 23 de Enero, aunque su vivienda esté afectada por la presencia de los escombros.

Un trabajo de la alcaldía

Detrás de la casa de los Osuna quedan montañas de escombros. Para sacar todo hace falta maquinaria y personal calificado. No solo la voluntad y el esfuerzo que hace Armando todas las mañanas, con el fin de volver a reconstruir su casa, pueden con todo ese material acumulado.

El 24 de octubre de 2022 se derrumbaron al menos 12 viviendas en La Ladera II, en el 23 de Enero, tras varias horas de lluvia. Casi cuatro meses después, en enero de 2023, los vecinos vieron a obreros que terminaban de derribar las estructuras y removían los escombros. Sin embargo, estos trabajos quedaron inconclusos y desde marzo no han visto a más obreros.

A pocos metros de la zona en riesgo, desde ese 24 de octubre, fue instalada una carpa de atención con presencia de Protección Civil del municipio Libertador, Bomberos del Distrito Capital y la Guardia Nacional Bolivariana. Sin embargo, ya a la semana siguiente no había nada ni nadie en la carpa.

No hubo más respuesta, para acá no vino más nadie. Solo una cuadrilla de obreros que siguió demoliendo las casas, pero ese trabajo también quedó inconcluso, dijo Merly Osuna, hija de la pareja Osuna.

Parte de los escombros en la ventana de la vivienda de los Osuna.| Foto: Ivanna Laura
El regreso a la casa

Dentro de la casa de Armando vivían en total cinco núcleos familiares. Al menos tres se fueron a refugios solidarios, otro se fue a un refugio preventivo, ubicado dentro del 23 de Enero (en donde aún continúan). Ana pasó varías noches con una de sus hijas en un apartamento cercano, mientras Armando se fue a casa de un familiar. Pero a los pocos días los esposos volvieron a su hogar.

Mi papá estuvo una semana durmiendo en casa de un sobrino, pero igual él y mi mamá venían todos los días a ver la casa. Pero en las noches se empezó a meter gente a robar.

Merly contó que en al menos dos oportunidades hubo personas que entraron a la casa. El jueves 20 de abril, cuando el equipo de Crónica.Uno estaba dentro de la casa, dos jóvenes merodeaban por los escombros fuera de la casa de la familia Osuna.

De aquí se han llevado muchas cosas, puertas, lavamanos, herramientas, de todo, dijo Armando.

Los que no han podido regresar

Merly no ha podido regresar a casa, por lo que reside en el apartamento de una conocida que se lo prestó mientras resuelve su situación. Ella vivía en el primer piso de la casa. Su espacio fue el más afectado por el impacto de los escombros. De vez en cuando ella va a la casa a visitar a sus papás, pero no le gusta subir hasta donde ella vivía.

Al pensar que desde hace seis meses ya no puede vivir en su casa, los ojos de Merly se ponen aguados y su voz cambia. No me gusta venir a este lugar.

Por este espacio se han metido a hurtar, en casa de los Osuna.| Foto: Ivanna Laura

Así como Merly, otros familiares no han podido volver a ocupar sus espacios dentro de la casa, hasta tanto no sean removidos todos los escombros que quedan en la parte de atrás y se terminen de demoler dos estructuras más que ponen en riesgo la casa de la familia Osuna. Estas estructuras están en la parte alta del cerro.

La petición que la familia Osuna hace al Gobierno es ayuda para reconstruir la parte de la vivienda que quedó afectada.

Y que terminen de remover los escombros porque ya viene la temporada de lluvia y sigue siendo un riesgo, dijo Merly.

Foto: Ivanna Laura

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