Al menos 27 casos se registraron en septiembre, mes con más reportes en lo que va de año, según el Observatorio de Delito Organizado. De acuerdo con el abogado criminalista, Fermín Mármol García, 85 % de las víctimas son interceptadas en sus vehículos.

Caracas. Apenas iniciaba el 2017, cuando Mauricio Ojeda —nombre ficticio por seguridad— fue interceptado por dos sujetos en su carro, mientras llegaba a su trabajo en El Cementerio. Aunque sus compañeros de trabajo vieron lo sucedido, poco pudieron hacer para rescatarlo.

Luego de seis horas, Ojeda llamó a su oficina para rogar que lo buscaran en la autopista Panamericana, donde lo soltaron los delincuentes, pues solo pedían su camioneta a cambio de la libertad.

El pasado 28 de septiembre, el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, durante el avance del Plan Nacional Antisecuestro comentó que 91 % de los secuestros se registran en Miranda, Caracas, Aragua y Carabobo, al tiempo que agregó que en cada uno de estos estados este delito se redujo en 7 %,  50 %, 31 % y 52 %.

El sociólogo y director del Observatorio de Delito Organizado, Luis Cedeño —según cifras preliminares a las que tuvo acceso—, indicó que, si bien se pudiera decir que los secuestros han disminuido a lo largo del año, esto puede deberse a la ola de protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro que se realizaron en el territorio nacional entre abril y julio.

Durante cuatro meses la rutina de las personas cambió. Muchos se quedaban en casa, la dinámica de la ciudad fue diferente. Para realizar un secuestro se necesita de una logística, la cual se pudo ver afectada por las manifestaciones. No obstante, delitos como la extorsión aumentaron, pues estas se pueden realizar a través de llamadas telefónicas, explicó.

El abogado criminalista Fermín Mármol García sostuvo que para realizar un secuestro, los delincuentes deben contar con rápida movilidad y transporte, características que se pudieron ver afectadas durante las manifestaciones que dejaron, al menos, 130 muertos, según cifras del Ministerio Público (MP).

“Una manifestación implica trancar calles y avenidas, por lo cual la logística de los delincuentes debe cambiar y considerar otras alternativas”, indicó el abogado. Es decir, incluso las rutinas de los hampones fueron trastocadas en las jornadas de calle.

Otra característica que puede explicar la supuesta disminución de este hecho delictivo es que cada vez sean más las personas que dejen de realizar las denuncias ante la desconfianza de los organismos de seguridad. Cedeño indicó que solo 1 de 7 víctimas realiza la denuncia.

Así sucedió con Pablo Guédez —nombre ficticio por seguridad—, secuestrado el 31 de diciembre de 2016, cuyos familiares decidieron quedarse callados ante la situación y esperar la liberación del hombre, la cual ocurrió en plena celebración de feliz año en Hoyo de La Puerta, cuando dos jóvenes lo encontraron perdido en la calle y contactaron a sus hijos.

Tanto Guédez como Ojeda forman parte de las estadísticas manejadas por Mármol García, las cuales indican que 85 % de las víctimas de secuestros son abordadas en sus propios vehículos.

Una de las preocupaciones del especialista es que ahora que las calles se calmaron, este delito vuelva a surgir en la cotidianidad. Según un estudio realizado por el Observatorio de Delito Organizado, en septiembre la prensa local registró 27 casos de secuestros a nivel nacional, la cifra más alta durante un mes en lo que va de año.

A sus anchas

Clase alta, media y baja, todos son propensos a ser víctimas de este delito ante los altos niveles de inseguridad e impunidad que se viven en el país, donde los delincuentes se “adaptan” al contexto y lugar en el que se muevan.

Mármol García explicó que ya no hay una hora proclive para que ocurra este crimen. “Los delincuentes se sienten cómodos a plena luz del día, pues saben que son pocos los que realizan las denuncias o porque en las zonas en las que cometen el asalto no cuentan con recorridos policiales”, subrayó.

Igualmente, Cedeño señaló que los secuestradores actúan entre las fronteras de los municipios, esto motivado a que los funcionarios policiales de las entidades correspondientes no están autorizados para actuar en este tipo de hechos, por lo tanto, no habrá una respuesta inmediata para detenerlos.

A pesar de esto, es importante que, en caso de ser víctima de un secuestro, se coloque la denuncia, ya que de esta manera se puede mantener registro del modus operandi de las bandas, así como de los sitios donde esto pueda ocurrir.

Foto referencial: Quinto Día


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