Smolansky: Lo más esperanzador que vi en la frontera es que todos desean volver

Aruba

El jefe del Grupo de Trabajo de la OEA para los refugiados y migrantes venezolanos, David Smolansky insta a los países de la región a “decretar una crisis de refugiados”. No duda en afirmar que la principal fortaleza de la oposición venezolana es que “está lista para una transición y gobernar para rescatar al país”. Desde el exilio conversó con Crónica.Uno sobre la tarea que le asignó el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

Caracas. Desde el pasado 5 de septiembre, cuando el secretario general de la OEA, Luis Almagro, lo designó jefe del Grupo de Trabajo para los refugiados y migrantes venezolanos, la agenda del ex alcalde de El Hatillo, David Smolansky pasó de ocupada a full.

El 10 de septiembre participó en el debate sobre la crisis venezolana que se realizó en el Consejo de Seguridad de la ONU bajo la fórmula Arria, en representación del Grupo de Trabajo. El 12, tan solo una semana después de la designación, arribaba a Bogotá procedente de Washington, donde se reunió con el presidente colombiano Iván Duque, quien le transmitió “su determinación de consolidar una coalición regional democrática que incremente la presión sobre la dictadura de Maduro”.

El viernes 14 llegó a Cúcuta, donde junto a Almagro y a la también venezolana Betica Muñoz-Pogossi, directora de Inclusión Social de la OEA, recorrió los sitios de refugio y asistencia de los miles de venezolanos que a diario cruzan el puente internacional Simón Bolívar desde San Antonio del Táchira. Se reunieron con alcaldes y gobernadores de municipios y estados colombianos fronterizos con Venezuela, para articular esfuerzos en la atención a los refugiados venezolanos. También conversaron con las organizaciones humanitarias apostadas en la frontera.

El 18 asistió, junto a Muñoz-Pogossi, a un foro del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington (CSIS por sus siglas en inglés) donde presentaron al Grupo de Trabajo, sus funciones y una agenda común de atención a los refugiados. Y este viernes 21, Smolansky fue recibido en la Casa Blanca por el Consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mauricio Claver, junto al diputado Julio Borges (PJ), el dirigente Carlos Vecchio (VP) y el ex alcalde Antonio Ledezma (ABP), todos exiliados.

En medio de sus nuevas responsabilidades, el ex alcalde de El Hatillo y dirigente de Voluntad Popular accedió a responder una entrevista para Crónica.Uno vía correo electrónico.

¿Qué significa para Venezuela y para usted su designación al frente de este Grupo de Trabajo?
–Para Venezuela, que va a seguir teniendo a un servidor público, ahora desde el exilio, trabajando por vocación y convicción hasta que tengamos libertad, seguridad y justicia, para que emigrar jamás vuelva a ser una opción. En lo personal, representa un reto que asumo con compromiso y humildad. Es darle aún más sentido al exilio, demostrar que desde esta injusta situación se puede seguir trabajando para denunciar a la dictadura y ayudar a quien más lo necesita.

 ¿Qué aspectos de su formación y trayectoria considera que lo califican para asumir este rol?
–Soy un perseguido político que actualmente está en condición de exilio. Soy hijo de un padre cubano que tuvo que salir de la isla  por la dictadura de Fidel Castro y nieto de unos abuelos que salieron de Ucrania por la Revolución Rusa. Esta peculiar experiencia individual y familiar me ha permitido entender lo que es ir a otro país en contra de tu voluntad, ser un perseguido y carecer de oportunidades. Puedo aportar, además, mi experiencia como gerente público que empecé a los 28 años de edad como alcalde de El Hatillo donde logramos ser una gestión local reconocida. Soy venezolano, he visitado la frontera varias veces durante mi exilio y estoy familiarizado con los problemas de los refugiados.

¿Cuál es el objetivo central de este Grupo de Trabajo: crear un fondo de financiamiento, armonizar legislación regional de atención a los venezolanos o conformar un frente político internacional contra el gobierno de Maduro?
–El Grupo de Trabajo tiene una política de “mano amiga, brazo fuerte”. La “mano amiga” trabaja para darle mayor atención a los migrantes y refugiados a través de criterios homogéneos sobre regularización migratoria, documento de identificación, permiso de trabajo y acceso a la salud y educación. La región debe decretar una crisis de refugiados amparada en el Acuerdo de Cartagena de 1984. Y el “brazo fuerte” para dejar en evidencia que la causa del éxodo masivo de venezolanos es la dictadura y la mejor solución es una Venezuela libre, con democracia y oportunidades. El régimen de Maduro afecta a millones de venezolanos y a millones de latinoamericanos. Es un elemento de desestabilización, una amenaza para la región.

El secretario Almagro ha hecho mucho énfasis en la importancia de crear un fondo para la atención de los refugiados ¿Cómo será el proceso de captación de esos recursos? ¿Serán recursos aportados por los gobiernos o tocarán también al sector privado de los países receptores?
–Eso está aún por definirse. Lo que sí está claro es que esta crisis necesita mayor apoyo que se traduzca en un fondo de cooperación multilateral manejado con transparencia para brindar a los refugiados venezolanos salud, educación, infraestructura, alimentación y capacitación.

Un deslave humano

Durante su visita a Cúcuta, el Grupo de Trabajo se reunió con gobernadores y alcaldes colombianos de la zona fronteriza. Foto cortesía @dsmolansky

De la visita del Grupo de Trabajo a la frontera colombo-venezolana una de las imágenes más impactantes y que dio la vuelta al mundo a través de los medios digitales, fue la de un venezolano que al percatarse de la presencia de Almagro corrió hacia él, lo abrazó, lloró y terminaron ambos de rodilla. El hombre suplicaba ayuda al dirigente continental mientras otros venezolanos que para ese momento cruzaban el puente gritaban “¡Libertad, libertad!”.

Pero por esa frontera pasan minuto a minuto cientos de personas, cada una con su historia  a cuestas. Smolansky, que ya ha estado ahí en varias ocasiones no duda en señalar que estar en el Puente Internacional Simón Bolívar nunca deja de impactar. Describe la escena como “un deslave humano”.

“La gente no emigra voluntariamente, escapa de la peor crisis que haya tenido Venezuela. Madres a primera hora haciendo cola en la carpa de la Cruz Roja para vacunar a sus bebés; ancianos en sillas de ruedas que deben pasar todo un sábado en Cúcuta buscando medicinas; siete mil niños tachirenses que todos los días van a Colombia a estudiar y alimentarse; familias con un morral donde empaquetaron toda una vida en horas y van a tomar un bus a algún país suramericano”.

 ¿Qué fue lo más esperanzador que encontró en la frontera?

Lo más esperanzador es que nadie quiere a la dictadura, todos desean volver apenas tengamos libertad y están tomando esta migración forzosa, dure lo que dure, para crecer con una cicatriz que nos va a dejar la moraleja de más nunca repetir un episodio tan trágico como ha sido este régimen de 20 años.

¿Qué opinión le merece el plan vuelta a la patria emprendido por el gobierno de Venezuela?
–Una burla y humillación a millones que están durmiendo en calles o
carpas de América Latina. Tan cínico es, que los regresa cómodamente en avión cuando la inmensa mayoría se va caminando o en bus.

Mensaje a la FAN

Smolansky sostiene que una salida a la crisis venezolana pasa por la adopción de una posición institucional en la FANB. Foto archivo Crónica.Uno

El viernes 14 de septiembre, en el marco de la visita del Grupo de Trabajo a Cúcuta, el secretario de la OEA, Luis Almagro ofreció una polémica declaración que le valió una respuesta de parte del Grupo de Lima y llevó a Almagro a publicar una aclaratoria en sus redes sociales.

En esa oportunidad Almagro dijo que si bien priorizaba los mecanismos diplomáticos y los procedimientos establecidos en la OEA para enfrentar la crisis política e institucional de Venezuela, no se podía descartar una intervención militar para “salir de la dictadura de Maduro”. 10 de los 14 países integrantes del Grupo de Lima abogaron por una “salida pacífica y negociada” y rechazaron “cualquier curso de acción que implique una intervención militar”.

¿Con cuál de esas dos posiciones se identifica David Smolansky?
–Con una posición institucional de los rangos medios y bajos de la Fuerza Armada Nacional que están descontentos con lo que sucede en Venezuela y son víctimas también de la escasez, inseguridad, alto costo de la vida y persecución. En este momento hay más de 170 soldados presos y torturados. Con una posición de ese sector que obedezca la Constitución, los días de Maduro están contados.

¿Qué riesgo ve usted en el hecho de que Colombia, Guyana, Estados Unidos y Canadá no hayan suscrito el comunicado en respuesta a Almagro? Dos vecinos fronterizos de Venezuela y dos potencias militares de la región…
–No veo ningún riesgo.

Recientemente usted respondió a José Luis Rodríguez Zapatero que la crisis de Venezuela se resuelve con más democracia ¿cómo se puede restaurar la democracia venezolana?
–Con mayor presión de la comunidad internacional hacia la dictadura, mantener las protestas de calle que se están dando a diario en el país y con la articulación de un movimiento institucional militar que se ponga del lado de la Constitución y facilite una transición con los civiles.

En este momento y viendo al país desde afuera ¿cuál cree que es la principal fortaleza y la principal debilidad tanto del gobierno como de la oposición?

–El régimen está débil porque lo rechaza más del 90% de la población, está aislado a nivel internacional y hay descontento en la Fuerza Armada Nacional. La fortaleza de la alternativa democrática es que estamos listos para una transición y gobernar para rescatar al país.

Definiciones necesarias

Al momento de designar a Smolansky como jefe del Grupo de Trabajo, Luis Almagro resaltó su ética y moral para cumplir con esa tarea. Foto cortesía D.Smolansky

Hace un par de semanas, el presidente de la comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, Francisco Sucre (VP) instó a la opinión pública, desde la comisión Delegada del Parlamento, a referirse a la situación de migración de venezolanos como una crisis de desplazados.

Este miércoles 19, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, designó al guatemalteco Eduardo Stein como “Representante Especial para los Refugiados y Migrantes Venezolanos”. De inmediato, Smolansky puso al Grupo de Trabajo de la OEA a disposición de Stein para trabajar coordinadamente.

¿Qué tratamiento dará el grupo de trabajo a los venezolanos que han tenido que abandonar el país: migrantes, diáspora, refugiados, desplazados? Esto en el entendido que de ese tratamiento dependerá el enfoque de la gestión.
Consideramos que la región debe decretar una crisis de refugiados en la región. Millones de venezolanos han sido desplazados de manera forzosa.

En una respuesta anterior usted se refirió a la aplicación del Acuerdo de Cartagena de 1984. Días atrás el diputado Ángel Medina (PJ-Bolívar) elevó el mismo planteamiento a la Comisión Delegada de la AN. ¿Ese instrumento es suficiente o haría falta un nuevo acuerdo regional específico para el caso venezolano?

–Es fundamental lograr un criterio homogéneo en la región para brindar atención y protección al migrante y refugiado venezolano. El Acuerdo de Cartagena, conjuntamente con esfuerzos que se puedan hacer desde la OEA, por ejemplo una resolución del Consejo Permanente, son, entre otros, argumentos jurídicos para atender a los venezolanos como lamentable y realmente son: refugiados. Es algo excepcional tener a millones de personas en esta condición sin estar en guerra o haber pasado por una catástrofe natural. La región daría un paso no solo en lo humanitario sino en la protección de nuestras democracias.

¿Cuál es la próxima tarea a cumplir por el Grupo de Trabajo?

–Anunciar los expertos que estarán en el Grupo de Trabajo, asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, sostener reuniones con las delegaciones de la OEA, encuentros con la sociedad civil, especialmente con ONG de Derechos Humanos y humanitarias, y visitar otros países receptores de migrantes y refugiados venezolanos.

 ¿El grupo de trabajo tiene un mandato abierto o tiene un tiempo determinado para cumplir su función? ¿Cuándo rendirán su primer informe a la opinión pública por ejemplo?
–En las próximas semanas anunciaremos los tiempos del Grupo de Trabajo y la publicación del primer informe. Por ahora, bastante escucharán de nosotros por la información que iremos recabando y las visitas que haremos a los distintos países receptores de refugiados venezolanos.

EL PERFIL

Smolansky es uno de los alcaldes más jóvenes electos en Venezuela. No pudo culminar su mandato. Foto cortesía D.Smolansky

David Smolansky es parte del movimiento estudiantil de 2007 de donde también provienen otros líderes jóvenes  como Freddy Guevara, Juan Requesens, Stalin González, Juan Andrés Mejías, Miguel Pizarro, Yon Goicochea, Gaby Arellano. Juntos se opusieron al cierre de RCTV y a la reforma constitucional impulsada por Hugo Chávez aquel año. Mientras la mayoría de sus compañeros de lucha estudiantil se postularon para las elecciones parlamentarias de 2010, Smolansky culminó sus estudios y se graduó de Comunicador Social en la UCAB a la par que inició su militancia en el partido Voluntad Popular.

En 2013 se postuló como candidato a la alcaldía de El Hatillo resultando electo con 44,2%. En septiembre de 2016 recibió una primera amenaza de persecución judicial por parte del Sebin, que saltándose sus competencias constitucionales, lo citó por una supuesta investigación. El 9 de agosto de 2017, en el marco de una serie de juicios contra dirigentes de oposición por las protestas contra el gobierno de Maduro, el TSJ lo destituyó del cargo y lo condenó a 15 meses de cárcel. El dirigente pasó a la clandestinidad durante 35 días y el 14 de septiembre reapareció en Brasil, a donde llegó “por una trocha”.

Un mes más tarde, el 17 de octubre estaba sentado en el Salón de las Américas de la Organización de Estados Americanos en Washington, relatando la situación de violación de los derechos humanos en Venezuela, como parte de la tercera ronda de audiencias organizadas por Almagro sobre la crisis venezolana.

En febrero de 2018, la Universidad de Georgetown le concedió el GCL Impact Award 2018, en “reconocimiento a su capacidad de gerenciar frente a circunstancias adversas, y representar un liderazgo emergente en su país y en toda la región”.

Fotos cortesía David Smolansky, archivo Crónica.Uno


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