Terapias hormonales accesibles para personas trans son posibles gracias a las ONG

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Sin acceso a atención en el sector público, los servicios de salud necesarios para que las personas trans inicien un proceso de terapia hormonal en Venezuela dependen de organizaciones de la sociedad civil.

Caracas. Lucas esperó casi siete años para iniciar una terapia hormonal segura y así avanzar en su transición de género. Desde el estado Mérida, al occidente de Venezuela, narró su búsqueda de un psicólogo y de algún especialista médico que pudiera supervisar su proceso de masculinización, al identificarse como un hombre trans. 

“Sabía que esa persona que buscaba estaba ahí. Era importante porque significaba respeto conmigo mismo. Darme valor y comprometerme sin importar otras opiniones”, dijo.

Cuando buscó orientación en el sector público de salud vivió varios episodios de discriminación, solo por lucir una expresión de género distinta a su sexo biológico. Intentó acudir a un especialista privado, “por lo menos con un psicólogo”, comentó, pero no podía costearlo. 

En 2019, Lucas conoció de Unitrans, una fundación que brinda atención médica para una terapia hormonal a precios más accesibles. Sin embargo, se sintió frustrado cuando supo que el servicio funcionaba en el Hospital José María Vargas en Caracas, a más de 600 kilómetros de su ciudad. Él no podía costear los viajes constantes y, para entonces, la asociación civil aún no contaba con atención en línea.

La oferta de servicios públicos que brinden acompañamiento en terapias hormonales para personas trans en Venezuela es escasa. Así lo afirmaron 19 organizaciones defensoras de los derechos de las personas  lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, intersex y queer (LGBTIQ+) —en Distrito Capital y los estados Aragua, Carabobo, Mérida, Miranda, Táchira y Zulia—, consultadas por Crónica.Uno.

“Las necesidades y demandas de las personas trans han sido tradicionalmente desatendidas por los prestadores de servicios de salud”, alerta el documento Por la Salud de las Personas Trans: Elementos para el desarrollo de la atención integral de personas trans y sus comunidades en Latinoamérica y el Caribe. Por esta razón, la Organización Panamericana de la Salud recomienda a los gobiernos de la región garantizar el acceso a sistemas públicos de salud que provean una atención integral de calidad aceptable para las personas trans. 

Sin embargo, el Estado venezolano no ha mostrado un interés tangible en ofrecer estos servicios. Pese a que el Plan de la Patria 2019-2025 menciona entre sus objetivos la protección integral de la población LGBTIQ+, Venezuela no cuenta con instrumentos legales que velen por el derecho a la salud de las personas en transición de género. 

La última memoria y cuenta disponible del Ministerio de Salud del año 2015, y los informes presentados por el Gobierno ante organismos internacionales, carecen de registro sobre políticas gubernamentales para garantizar atención médica a las personas trans.

Proyectos piloto  

El psiquiatra y psicoterapeuta Luis Madrid contó a Cronica.Uno que hace unos 20 años en el Hospital Militar Carlos Arvelo, en Caracas, funcionó una unidad de atención especializada para personas trans. Sin embargo, aseguró que cuando él se retiró del centro de salud el servicio se paralizó. 

En 2015 la Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam) inauguró un centro de atención en salud para la población trans, también en Caracas, para ofrecerles apoyo psicosocial, servicios de ginecología, urología y nutrición. Su directora, Belmar Franceschi, comentó que en ese entonces también identificaron la necesidad de sensibilizar al personal médico en el sector público y realizaron varias jornadas de capacitación en los principales hospitales de la capital. 

“Fue un proyecto aprobado por la Embajada de Canadá. Hicimos unas mesas técnicas de trabajo para sensibilizar al personal médico sobre cómo tratar a esta población a nivel emocional y psicológico”, aseguró Franceschi.

Foto: Tairy Gamboa

Tres años después, en 2018, el urólogo José Gregorio Álvarez continuaba preocupado por la vulneración del derecho a la salud de las personas trans en el país, así que convocó a un grupo de colegas médicos que trabajaban en el Hospital Vargas. “Vimos que se trataba de una población maltratada. Llegaban a un hospital a seguir siendo maltratados porque el personal no estaba capacitado para tratarles”, relató.

En ese contexto, se creó la Fundación Unitrans, conformada por un urólogo, un psicólogo, una endocrino y un cirujano plástico, con base en las normas de atención para pacientes trans de la Asociación Mundial para la Salud Transgénero, un organismo internacional fundado en 1979 para promover la atención, defensa y el respeto a la salud trans. 

Gracias al apoyo del entonces director del Hospital Vargas, Tirso Silva, el equipo inauguró en 2019 el Servicio de Atención Integral para Pacientes Trans y con Variabilidad de Género en el centro de salud. Las evaluaciones médicas serían necesarias para recetar la terapia hormonal.

Unitrans estableció un convenio con Plafam para ofrecer terapia hormonal a los pacientes trans a precios más bajos que en el mercado. Los pacientes reciben su terapia hormonal en la sede principal de Plafam ubicada en Las Acacias, en Caracas. 

Sala de espera del Hospital Vargas | Foto: Omarela Depablos
Servicios que cuesta consolidar

Pero el 2 de junio pasado, en la entrada principal del Hospital Vargas, había confusión sobre el funcionamiento de una unidad de atención para pacientes en transición de género en ese centro de salud. “Yo jamás había escuchado de eso. Pregunta en Enfermería”, dijo el vigilante del recinto a Crónica.Uno

Las enfermeras tampoco manejaban información y remitieron al área de Psiquiatría, donde también negaron trabajar con esta población. Desde hace dos años, en 2021, el programa de la Fundación Unitrans se vino a menos. “El nuevo director no estaba muy de acuerdo y el servicio prácticamente dejó de funcionar”, dice David Pinto, actual director de la organización. 

Señaló que actualmente atienden a las personas a través de sus redes sociales en Instagram y Facebook para brindar orientación y asesoría en el proceso de transición hormonal. 

Ahora, en el Vargas solo quedó la endocrinóloga sensibilizada de Unitrans, María Teresa Rossomando, quien atiende a pacientes trans los días lunes y viernes. “Tienen que venir en la mañanita, bien temprano y anotarse. Pero sí los recibimos”, informó el personal del Servicio de Endocrinología.

Pinto recordó que es “después de que la persona pasó por una evaluación psicológica es que accede a los próximos servicios. En este caso serían consultas de Ginecología, Urología, Medicina Interna y Endocrinología”.

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Servicio de endocrinología del Hospital Vargas | foto: Omarela Depablos

En Plafam el servicio psicológico y médico también se ofrece en línea para pacientes del interior del país, pero el tratamiento se retira estrictamente en las instalaciones de Plafam. “Esto para evitar la corrupción, la reventa en el mercado negro”, aseguró David.

Agregó que gracias al convenio que tienen con Plafam, los pacientes podrán adquirir ahí el tratamiento a un precio accesible. Mientras una ampolla de estrógenos cuesta unos 20 dólares en farmacias. Plafam las ofrece a $5. “Una mujer trans va a requerir por lo menos dos dosis al mes”, afirmó Pinto. La caja con diez ampollas de testosterona para hombres trans cuesta 50 dólares cuando en farmacias son unos $60. En la asociación civil también ofrecen la donación de los medicamentos a algunas personas, previo estudio socioeconómico. Los costos actualizados de los servicios se pueden consultar en www.plafam.org.ve.

Crónica.Uno contactó a través de una llamada telefónica al doctor Lenin Peña, designado director del Hospital Vargas el 23 de mayo de 2022. El médico aseguró que ejerció el cargo hasta hace “un mes aproximadamente”, y dijo que desconoce sobre el funcionamiento de ese servicio para personas en transición de género. “Tenía tiempo que no se atendía”, dijo refiriéndose a esta población. Sin embargo, aseguró que el recinto cuenta con el único servicio de cirugía de modificación de voz para personas trans. Hasta ahora, solo han hecho una cirugía, esperan donación de equipos para inaugurar la sala. 

Lo que depara para el futuro

El psiquiatra Luis Madrid y el urólogo José Gregorio Álvarez coincidieron en la necesidad de que se consoliden en el país servicios públicos sensibilizados hacia la población trans. Consideraron que la ausencia de programas para que estas personas inicien su terapia hormonal de masculinización o feminización, puede afectar la salud mental y física de los pacientes, ya que esto puede llevar a la autohormonización que sin evaluaciones previas ni supervisión médica, podría incluso ocasionar la muerte

De momento, la lucha para ofrecer el derecho a la salud a través de servicios médicos y terapia hormonal para las personas en transición de género en Venezuela seguirá siendo un reto, afirmaron organizaciones civiles consultadas por Crónica.Uno. Sobre todo cuando el Estado venezolano ni siquiera garantiza el derecho a la identidad, una de las demandas principales del movimiento LGBTIQ+ del país.

Los escenarios para que esta población adquiera tratamiento hormonal son difusos, dice Belmar Franceschi, directora de Plafam, sobre todo porque se trata de una población que no tiene recursos, con la profundización de la emergencia humanitaria compleja, la dificultad de acceso a los medicamentos ha desmejorado la calidad de vida del venezolano. Por esta razón, muchos optan por migrar para iniciar sus procesos en el extranjero. 

Foto: Tairy Gamboa

Franceschi confesó que desde la asociación se dificulta continuar ofreciendo donaciones, pero sí buscan mantener costos más bajos. “Nosotros hasta ahora no tenemos ningún tipo de proyecto que nos financie”. Por los momentos, se enfocan en ampliar los servicios para pacientes trans e incluir un endocrino especializado en la sede de la institución. 

“Nos gustaría retomar la formación de médicos para atender a personas trans. Queremos que Plafam tenga todos los servicios de Medicina Interna, Cardiología, Nutrición. Nuestra meta es que sea bastante completo, en un solo sitio y con personal amigable”, señaló Franceschi.

Por su parte, personas como Lucas agradecen que con mucho esfuerzo se abran espacios en otras regiones del país. En 2022 la ONG LGBTIQ+ Somos, con sede principal en el estado Mérida, inauguró un servicio de atención para personas trans, que beneficia también a residentes de los estados Táchira y Zulia. 

Gracias a esta asociación, Lucas logró ponerse en control médico para su transición de género hormonal. Cuando empezó a trabajar con la fundación, inició su terapia psicológica y, unos meses después, el tratamiento con un endocrinólogo. Ambos servicios son gratuitos.

Apenas hace unos meses Lucas recibió su primera dosis de testosterona. Desde entonces los cambios son notables. Su voz es un poco más grave, aumentó considerablemente su masa muscular y le salió algo de vello en la quijada. “Me he sentido muy bien, más seguro y tranquilo, pese a que las hormonas te generan ciertos cambios de humor”, dice.

La organización Somos busca fortalecer los servicios de acompañamiento a personas trans y se enfocan en consolidar la plataforma de grupos de apoyo que se basan en atención psicosocial sobre todo en Maracaibo, San Cristóbal y Caracas, dijo su directora Ivannova Armas. 

Mientras, su próximo paso es incorporar un banco de hormonas. “Ofrecemos servicios gratuitos, atenciones médicas gratuitas, pero no contamos con este banco. Es lo siguiente para disminuir la brecha de acceso al tratamiento”, aseguró Armas. Sin embargo, necesitan un “financiamiento considerable”, por lo que en este momento trabajan en algunas iniciativas para conseguirlo.

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Foto: Tairy Gamboa

Créditos

Texto: Omarela Depablos

Coordinación editorial: María Victoria Fermín y Cristina González

Edición de textos: Natasha Rangel

Fotografías:  Tairy Gamboa

Dirección general: Celina Carquez


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