La fundación Rehabilitarte reveló que seis de cada 10 zulianos presentan malestares psicológicos de escala regular a grave. Los problemas económicos e intrafamiliares son los que más repercuten en la salud mental de los venezolanos.
Maracaibo. Cuando alguien le pregunta a Alirio Chávez si tiene algún problema, él tajantemente contesta que no. Pero sus ojos llorosos, y las marcas que muestra su cuerpo a medio andar, dan señas de lo contrario. Hace nueve años sufre de depresión.
La lista de infortunios que le ha tocado sortear al hombre de 51 años de edad es larga. Dice que su vida cambió 200 % luego de la trágica muerte de su hija de 15 años, su esposa y su bebé de cuatro años en un accidente de tránsito.
“Todo se disolvió, se quemó, ya no tengo alegría ni nada, soy una basura porque no tengo a nadie”, repite el hombre sentado en un tobo de plástico en el patio de un terreno baldío al oeste de Maracaibo.
Alirio tampoco tiene donde vivir. Hace tres años el hampa robó todo lo que había en su humilde ranchito mientras trabajaba como vigilante de una empresa en la ciudad de Maracaibo. Solo le quedó el terreno y algunas latas. “No he podido levantarme”, lamenta el hombre, al que además le dio una trombosis que limitó la fuerza de sus piernas, manos y la vista.
Tengo tres años del timbo al tambo. Antes dormía ahí en mi terreno, dentro de una nevera. Cuando llovía me metía debajo de una lona como un ratón, pero un amigo me ayudó, me busco una casa al cuido, pero como no puedo cuidarla como debe ser por mis problemas de salud, eso también es un problema”, dice.
Alirio no tiene la posibilidad física de sostenerse económicamente y mucho menos de cumplir con su tratamiento para la hipertensión. Cuenta que pasa sus días acostado debido a sus dolores y por la tarde sale a pedir comida.
“Nunca desayuno ni almuerzo, solo ceno. Gracias a Dios en dos años que tengo en esta situación, nunca me he acostado sin comer, pero tengo que aguantar el dolor de piernas porque no puedo comprar la medicina. Sé que mi situación es crítica”, revela.
Él, como la mayoría de los venezolanos, tiene a su familia regada por el mundo. Dice que no quiere ser un peso para ellos por eso está seguro de que solo será feliz en la otra vida. “Allá nos vamos a encontrar, ellos saben que los sigo amando”, sentencia Alirio antes de despedirse.
Aunque Alirio está consiente de su estado de salud mental y de su necesidad de ser atendido, comentó que no ha conseguido un lugar donde recibir ayuda gratuita para mejorar su estado de ánimo.
Altos niveles de estrés nacional
Este panorama es solo una muestra de las situaciones a la que se enfrentan los venezolanos en medio de la crisis humanitaria. María Isabel Parada, fundadora de la ONG Psicólogos sin Frontera, detalló que los altos niveles de estrés a los que están sometidos los venezolanos marcarán el cierre de este año.
La especialista reveló que los factores de mayor incidencia en la salud mental son los problemas económicos e intrafamiliares, el poco bienestar social y el agotamiento de quienes se sienten quemados por no prosperar. Mantenerse a flote económicamente y buscar estabilidad son los problemas que mantuvieron ocupados a los venezolanos este 2023.
Desde la experiencia de Psicólogos Sin Fronteras, podemos decir que las personas aumentaron sus niveles de tensión, ansiedad y depresión, incluso de trastornos familiares, que ha tenido como consecuencia violencia en las parejas o violencia intrafamiliar. La dependencia del alcohol y las drogas también son consecuencias de este mismo estrés”, explicó la psicóloga en una entrevista concedida a un medio nacional.
Parada dijo que las personas están “viviendo continuos traumas psíquicos que sobrepasan la capacidad de adaptarse o de afrontarlos. Sienten que ya no pueden más y pierden el control y el sentido de la vida, la capacidad de conectar con el mundo”.
Más de la mitad de los zulianos están deprimidos
Recientemente, la Fundación Rehabilitarte reveló que 6 de cada 10 personas en el estado Zulia padecen malestar psicológico en mayor o menor medida.
Según detallaron en un informe, 2.300.434 habitantes del estado presentan alteraciones emocionales y actitudinales respecto a su salud mental. Tomando como referencia el último censo aplicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que asegura que cerca de 3.704.404 habitantes conformaban el estado Zulia en 2011.
Esta cifra se sustenta en una encuesta que realizó la fundación a 1725 personas distribuidas en cinco municipios del estado: Maracaibo, San Francisco, Cabimas, Mara y Colón, representantes del 67,62 % de la población total del Zulia.
A través de la investigación también se diagnosticó que 7 de cada 10 adolescentes presenta síntomas que dificultan su vida cotidiana, siendo así este el grupo poblacional más afectado.
Lucrecia Jiménez, psicóloga de Rehabilitarte, dijo a Crónica.Uno que Cabimas es el epicentro de los problemas de salud mental en el estado y reveló que siete de cada 10 habitantes sufren de malestar psicológico y dos de cada 10 tienen problemas de salud mental que afectan significativamente su vida cotidiana.
De esos, dos de cada 10 habitantes manifiestan síntomas graves o moderados asociados a la psicosis en esta localidad de la Costa Oriental del Lago. En otras parroquias hay síntomas relevantes de ansiedad, depresión y enojo.
En el caso de Maracaibo la cifra no es diferente. Siendo las parroquias más afectadas: Coquivacoa, Bolívar, Juana de Ávila y Cacique Mara, donde 8 de cada 10 habitantes experimentan desafíos en su bienestar mental.
No hay atención médica
Jiménez apuntó que aunque la mayoría de los hospitales de la red pública del estado tiene activo un servicio de atención psicológica, no existe la capacidad humana. “La cantidad de pacientes es tan grande que no nos damos abasto. Además, los casos con mayor nivel de severidad requieren atención por el área de emergencia y no hay quien los atienda”, sentenció.
La psicóloga alertó sobre la falta de educación o conciencia que tienen los ciudadanos sobre la salud mental. “La gente no sabe que está mal, hay desconocimiento aunado al estigma. Cualquier persona puede presentar problemas de este tipo porque cuando se nos agotan los recursos de afrontamiento para las cosas cotidianas y mucho más en el contexto de una emergencia humanitaria compleja como la que estamos viviendo, necesitamos ayuda especial”.
Estos cuadros muchas veces son somatizados por el cuerpo a través de problemas gastrointestinales, respiratorios, cardiovasculares, entre otros, según la especialista. Cuestión que se hace más difícil de afrontar ante el alto costo de los medicamentos psicotrópicos y su intermitencia en las farmacias regionales.
El informe de Rehabilitarte reveló que, en promedio, los psicofármacos escasearon un 62 % entre mayo y septiembre de 2023, lo que significa que solo se pueden encontrar 30 de 80 medicamentos esenciales. En junio fue el pico más crítico, con un 66,7 % de escasez.
Los medicamentos estimulantes son los más difíciles de encontrar, con 98 % de escasez. Los ansiolíticos registran 77 %, mientras que los antidepresivos y los antipsicóticos se ubican en 68 % y 56 %, respectivamente.
El registro de aumento de precios para medicamentos psiquiátricos se ubicó para mediados de año en 115 %. “Los antidepresivos son los medicamentos con mayor incremento en su precio, con 75 % en promedio, entre mayo y septiembre”, detalló la estadística de la fundación.
Zulia en crisis
Las cifras documentadas por la fundación especializada en atención psicológica constituyen una señal de alarma, que subraya la urgencia de que las autoridades aborden el creciente aumento de problemas de salud mental en el Zulia, sobre todo en zonas vulnerables.
Rehabilitarte recomienda que se priorice la atención en salud mental a través de las instituciones del Estado, que se incluya la salud mental como un eje transversal en programas de cooperación y acción humanitaria, que se desarrollen programas preventivos y se establezcan centros especializados.
Por su parte, la fundadora de Psicólogos sin Fronteras insistió en la necesidad de adaptación de las personas a las situaciones que enfrentan diariamente, con herramientas que ayuden a mitigar las angustias y frustraciones. Sin embargo, Parada resaltó la poca posibilidad que hay en el país de acudir al psicólogo a bajo costo.
La psicóloga recomendó la realización de ejercicios al aire libre, técnicas de relajación y meditación, reuniones entre familia y amigos, momentos para estar solo y reflexionar, además de orar y buscar la espiritualidad.
Participa en la conversación