Vecinos de Alto Paují solo cuentan con su autogestión ante un deslizamiento de la tierra que pone en riesgo a 200 familias

Alto Paují

Los propietarios de Hatillo Alto, Terrazas del Hatillo, Altos del Hatillo y la asociación de vecinos Asocima ya no saben a quién pedirle ayuda. Han agotado todas las solicitudes ante las instituciones del Estado, del gobierno de Miranda y de la Alcaldía de El Hatillo. La única manera de avanzar con algo ha sido la autogestión de los vecinos y grandes inversiones.

Caracas. El estruendo de la tierra cuando llueve o hasta cuando hace sol tiene a los vecinos del Alto Pajuí, en El Hatillo, muy angustiados. Cinco tuberías de aguas negras y de aguas de lluvia comenzaron a fallar hace cuatro años y con ellas se fue gran parte de un terreno que tiene zonificación de parque público y que conecta a más de 200 familias de tres edificios y una asociación de vecinos que agrupa tres urbanizaciones. 

El parque público del Alto Paují es un terreno que, según los fundadores de la zona, está formado por un relleno bien compactado. Sin embargo, poco a poco los vecinos han visto cómo las tuberías en mal estado están ocasionando movimientos en la tierra que se han llevado parte de las áreas comunes de un edificio y está en riesgo un muro de contención de otra residencia. 

Si se toca el piso suena hueco. Protección Civil cerró con cintas amarillas todos los pasos que hay desde los edificios a este parque. El área verde, que alguna vez tuvo una gran caminería, ahora está interrumpida por una gran cárcava color ladrillo en donde se ven las tuberías que muchas veces suenan como cascadas por la cantidad de agua que sale por ahí. 

Foto: Gleybert Asencio

Los propietarios de Hatillo Alto, Terrazas del Hatillo, Altos del Hatillo y la asociación de vecinos Asocima, que incluye tres urbanizaciones: Super Caracas, Alto Paují y La Cima, ya no saben a quién pedirle ayuda. Han agotado todas las solicitudes ante las instituciones del Estado, del gobierno de Miranda y de la Alcaldía de El Hatillo. La única manera de avanzar con algo ha sido la autogestión de los vecinos con grandes inversiones. 

La primera alerta la hicieron en octubre de 2016 en una carta para el gerente del Acueducto Metropolitano para ese momento, Wilmer Mora, notificando el deslizamiento de la tierra por la fractura de una tubería de aguas servidas en el talud que está junto al edificio Hatillo Alto. El asunto no trascendió. 

Alto Paují
Foto: Gleybert Asencio

En 2018 hubo un cambio de gerencia en Hidrocapital y entraron como gerentes del Acueducto Metropolitano nuevas caras. Entre esos estaban Yolanda Pérez y Andy Hernández. Durante ese mismo año, los vecinos tuvieron otro imprevisto por la ruptura de una tubería que se encargaba de llevar agua a toda la cota más alta del municipio y, para sorpresa de los residentes, la hidrológica se encargó de esa obra muy costosa. 

Para mayo de 2019 le entregaron la obra de aguas blancas. Los vecinos aprovecharon de recordarle a Hidrocapital que cada vez se acentuaba el problema en el parque público de Alto Paují. Como respuesta, los voceros de la hidrológica les comentaron que podían optar por una partida que tenía la hidrológica para ese momento que se conocía por sus siglas REM (Rehabilitación, Estabilización y Mantenimiento) para que los apoyaran solo con su responsabilidad de las tuberías de aguas negras.

Alto Paújí
Protección Civil cerró los accesos al parque Alto Paují con cintas amarillas por ser una zona de alto riesgo. Foto: Gleybert Asencio

La cárcava, que ha ido aumentando con el paso de los años, actualmente es tan ancha como imaginarse una cancha de fútbol. Los expertos que se encargaron de hacer los estudios del suelo les dijeron a los vecinos que calculan que la profundidad es del tamaño de un edificio de 18 pisos.

En el caso de la tubería de aguas de lluvia, tenían que hablar exclusivamente con la Alcaldía de El Hatillo, pues eran los que tenían la competencia de solucionar ese problema. El primer requisito era hacer varios estudios: topografía, estudio del suelo, estudio hidráulico y proyecto de estabilización. 

Ana Romero, vecina del edificio Altos del Hatillo, explicó que los vecinos tuvieron que organizarse para hacer un censo aproximado de cuántas familias estaban involucradas y determinar el monto que debía pagar cada quien. Les llevó ocho meses de 2019 levantar recursos por más de 20.000 dólares solo para los estudios, teniendo en cuenta que cada vez que haya un movimiento de tierra estos se pierden y deben repetirse. Por eso comenzó la premura por conseguir apoyo para hacer los trabajos. 

Muro de contención del edificio Terrazas del Hatillo que está en riesgo de caerse. Foto: Gleybert Asencio

Para sorpresa de los vecinos, las autoridades de Hidrocapital fueron cambiadas en enero de 2020. El general de división Randy Rodríguez pasó a ser presidente de la hidrológica y con ello se engavetó la solicitud del Alto Paují a optar por el REM. No tuvieron más respuestas. Con la llegada de la pandemia de la COVID-19 al país y el decreto de cuarentena, volvieron a enviar una carta preguntando qué había pasado con su caso, pero no les dijeron más nada. 

Nuestro edificio (Altos del Hatillo) está a 30 pasos de la cárcava. Está en riesgo parte del edificio Hatillo Alto, que se caiga nuestro muro de contención y que la única vialidad para Asocima colapse y deje a los vecinos incomunicados, relató Ana Romero.

El último movimiento erosivo más grave que ocurrió en esta zona fue el pasado 4 de agosto. Los vecinos documentaron en video cómo el terreno cedió, y resaltaron que ocurrió mientras no estaba lloviendo. El día siguiente, personeros del gobierno de Nicolás Maduro, el alcalde Elías Sayegh y de Protección Civil de El Hatillo fueron al sector, pero solo quedó en visitas. 

Romero resaltó que los vecinos han sido muy insistentes para tratar de conseguir ayuda. En febrero lograron que la Cámara del Concejo Municipal de El Hatillo hiciera una asamblea en la que declararon formalmente al Alto Paují como una zona en riesgo y dejaron por escrito que necesitaban ayuda del Estado para solventar el problema. Esta reunión no contó con la presencia de algún representante de Hidrocapital ni de la Gobernación de Miranda, solo estuvo la representación de la diputada Francis Herrera. 

El concejal Omar Nowak declaró a Crónica Uno que el monto para poder atender esta problemática de los vecinos del Alto Paují supera muchísimo los recursos que maneja la alcaldía, por lo que han tratado de hacerle un acompañamiento para solicitar a través de una carta, escrita el 21 de agosto de este año, para que esta obra sea incluida en el Presupuesto Anual de Ingresos y Gastos para el Ejercicio Económico Financiero 2021 de la Gobernación del estado Miranda.

Incluso, Nowak detalló que pidieron la designación de un equipo técnico multidisciplinario de la gestión del gobernador Héctor Rodríguez para que haga una inspección en el sitio y tengan una reunión con los líderes vecinales. El concejal precisó que este documento ni siquiera lo han recibido en la gobernación, a casi dos meses de su redacción.

Foto: Gleybert Asencio

Para solventar completamente la problemática de los vecinos del Alto Paují se necesitan al menos 1.200.000 dólares. La única opción que consiguieron para solapar el problema por uno o dos años es con una empresa privada que les ofrece recanalizar las tuberías y estabilizar provisionalmente el terreno por 45.000 dólares. 

No obstante, todavía están tratando de organizarse como comunidad para poder conseguir el dinero. Romero lamentó que para ella, su familia y sus vecinos es muy angustiante cada vez que suena la tierra. Cada vez que llueven le piden a Dios que no sea por mucho tiempo o muy fuerte. Les preocupa que, aunque recolecten el dinero para el trabajo provisional, de todas maneras necesitan el apoyo total del Estado para acabar con el problema, pero a cuatro años de la denuncia, no son escuchados.

Foto: Gleybert Asencio

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